La ciudad que no fue: proyectos arquitectónicos frustrados en A Coruña
Numerosas iniciativas no pasaron del papel o las maquetas y permanecen en el cajón de los despachos.
12 mayo, 2019 20:00Lo que pudo ser y no fue. Un lema que define a la perfección la historia reciente de la arquitectura de A Coruña, que en los últimos tiempos ha ido sumando maquetas de proyectos arquitectónicos que no han llegado a materializarse.
¿Es cuestión de recursos o de voluntad política? La crisis económica, las diversas polémicas suscitadas por estas ideas o el abandono inicial están detrás de estos fracasos, que se han ido repitiendo al margen del color político del gobierno.
Actuaciones como el parque ofimático, la estación intermodal, la ampliación de Alvedro, la urbanización de As Percebeiras o la reforma de la Antigua Comandancia de Obras figuran en la lista de “asuntos pendientes” de la ciudad. Algunas de estas, después de varias décadas, están en proceso de construcción; pero otras no se llevaron a cabo y terminaron olvidadas en los cajones de los despachos.
Tanto en el terreno musical como en el urbanístico, la presentación de una maqueta es uno de los hitos en el proceso de gestación de un proyecto. En el campo de la música, la maqueta es una grabación de prueba normalmente realizada para la promoción del disco que está a punto de salir al mercado. Sin embargo, si hablamos del ámbito urbanístico, la realización de la maqueta, e incluso su presentación en público, no supone que el proyecto vaya a materializarse.
La historia revela que son muchos los casos en los que las ideas acaban olvidadas en un cajón sin que haya llegado a colocarse ni siquiera la primera piedra (otro acto muy repetido entre los políticos y que en numerosas ocasiones no pasa de eso, de colocar el primer ladrillo).
Un repaso a la historia de A Coruña durante los últimos años nos permite comprobar que las ideas desechadas se han sucedido en innumerables ocasiones, independientemente del color político de la administración responsable del proyecto.
Parque ofimático
Año 1992, la Xunta convoca un concurso para diseñar este proyecto, ubicado en el margen derecho de la entrada a la ciudad por la avenida de Alfonso Molina, que pretendía acoger empresas de tecnología avanzada. Pero después de avatares jurídicos, la idea inicial no cuaja y el Ayuntamiento procede a licitar la contratación de la urbanización del espacio.
27 años después, año 2019. El parque ofimático recibe a sus primeros vecinos. Parece que por fin comienza a ser un barrio (también, según Google Maps, que ya nos enseña la urbanización de algunas de sus calles). Pero todavía falta mucho por hacer, y eso que ya han pasado más de dos décadas desde que se empezó a hablar de este proyecto urbanístico.
As percebeiras
Una torre de 47 plantas escoltada por otra de 35. Este era el proyecto inicial presentado en 2006 para la zona de Labañou y que recibió una respuesta negativa por parte de Ayuntamiento y Xunta ante el impacto negativo que causaría en la costa coruñesa.
Tras varias idas y venidas en las negociaciones, los promotores impulsaron un nuevo proyecto con tres edificios de 16 plantas y otros tres de 13, 11 y 9 pisos, además de otros de menor tamaño. Pero se vieron obligados a elaborar una Evaluación Ambiental Estratégica por la entrada en vigor de la nueva ley del suelo de Galicia, cuyo resultado fue negativo. Y así está el asunto.
Estación Intermodal
La construcción del nuevo complejo que servirá para facilitar el intercambio entre los distintos modos de transporte en la ciudad tendrá que esperar todavía algunos años más.
Mientras que otras ciudades gallegas van un paso por delante, el proyecto para la estación intermodal de la la ciudad herculina sufre retrasos. Tras no encajar el primer diseño con el ferroviario de Adif ni con los planes de acceso del Ayuntamiento, habrá que esperar para conocer el nuevo planteamiento de este proyecto. Según las previsiones, hasta 2022 no se iniciarían las obras.
El Riazor de Eisenmann
Este proyecto nunca estuvo cerca de realizarse, pero cautivó la imaginación de los coruñeses en los mejores momentos de la historia del Deportivo. El nuevo Riazor que Lendoiro encargó al arquitecto neoyorkino Peter Eisenman fue presentado en mayo de 2003 ante los medios, y nunca llegó a materializarse. Habría costado 141 millones de euros, uniendo el estadio con la playa. El nuevo estadio tan solo ampliaría la capacidad de Riazor en 1.500 espectadores hasta los 36.000, pero contaría con instalaciones integradas como un hotel, restaurantes e incluso un aparcamiento para 3.600 plazas.
El propio Augusto César Lendoiro aseguraba que "sería el estadio más bonito del mundo porque es imposible ver en cualquier parte del mundo una buena jugada en el terreno de juego y al mismo tiempo ver cómo rompe una ola en la playa". Su maqueta todavía se exhibe en exposiciones de arquitectura.
Nueva terminal de Alvedro
El nuevo edificio de pasajeros del aeropuerto ni siquiera llegó a verse plasmado en maqueta. Corría el año 2011 cuando el Gobierno central adjudicó la redacción del proyecto que luego paralizó amparándose en la caída del tráfico aéreo– ese año fue uno de los peores de la historia del aeródromo coruñés, que se quedó con tan solo 5 conexiones aéreas-.
Sin embargo, pese al crecimiento del número de pasajeros durante estos últimos años, Aena ha descartado retomar el proyecto puesto que calcula que la llegada del AVE, a la altura de 2021, reducirá el pasaje en un 25%. Mientras, desde la administración municipal, reclaman mejoras en la operatividad puesto que el aeropuerto ya ha alcanzado el tope de su capacidad.
Espacio cultural en Comandancia de Obras
Más allá de Riazor y Orzan, hay otro paseo marítimo en la ciudad herculina; y uno cuya imagen quiso modificar el gobierno del PP, allá por el año 2014. Por aquel entonces, el gobierno del alcalde Carlos Negreira puso en marcha varios proyectos para cambiar la imagen de la zona que se extiende a lo largo de Os Pelamios.
Así, se convocó un concurso de ideas para reformar el espacio que va entre el hospital Abente y Lago y A Maestranza, y crear un paseo sobre la antigua muralla de la ciudad. Además, se proyectaba la construcción de un ascensor panorámico, siguiendo el ejemplo del de San Pedro.
Ademas, en ruta hacia la Torre de Hércules, destacaba el proyecto para convertir el edificio de Comandancia de Obras que ahora preside esta parte del paseo en un espacio cultural. La parcela, abandonada desde hace varios años, se convertiría en uno de los epicentro del arte en la ciudad. Pero nada se ha vuelto a saber sobre este proyecto.