Aquí antes se daban misas: la transformación de la iglesia de Agrela en A Coruña
Ubicada en medio del polígono de Agrela nos encontramos con este tempo parroquial que hace siglos ha cambiado las misas por la formación a emprendedores
10 febrero, 2020 08:16Aquí antes se daban misas. La iglesia de Agrela, ubicada, como su propio nombre indica, en el polígono de Agrela, en A Coruña, hace años que ha cambiado las homilías por charlas para emprendedores. El altar se ha convertido en un escenario para las presentaciones y charlas dirigidas a jóvenes empresarios y las naves del templo parroquial son ahora despachos.
Así ha sido la transformación de una de las parroquias históricas de A Coruña, una parroquia en donde la biblia se ha cambiado por un libro de cuentas. Hablamos del iglesario de Agrela, una iglesia que se construyó dos siglos antes de que hubiese polígono, refinería o cualquier otra industria. Era una iglesia alejada de la ciudad y a la que, según cuenta la leyenda, la gente acudía a pedir novio o novia.
Este templo tiene su historia, una historia cuyo capítulo final escriben desde hace ya varios años los emprendedores coruñeses. Y es que esta ermita acoge el Centro Municipal de Empresas de A Coruña.
Los orígenes de este espacio eclesiástico se remontan a mediados del año 1700 y destaca la función social desarrollada en sus instalaciones, en las que un capellán, además de oficiar los cultos, impartía clases gratuitas. Pero con el paso de los años, el templo fue perdiendo actividad hasta que quedó completamente abandonado. El siglo pasado este templo pasó a manos municipales y entonces se vislumbró un haz de luz.
La recuperación de esta iglesia comenzó en la década de los 90 con el desarrollo de escuela taller municipal, que durante años trabajó en el proyecto de rehabilitación de esta ermita. Una ermita que, en manos del Concello, se convirtió en un centro de empresas. Allí, a diario, acuden emprendedores coruñeses a desarrollar sus ideas.
12 despachos
Por fuera mantiene su aspecto de capilla, sin embargo su interior difiere bastante de la distribución de un templo. El iglesario está dividido en 12 despachos, con una superficie que va desde los 10 hasta los 16 m2, destinados a la localización de nuevos proyectos empresariales o de reciente creación, para el desarrollo y ejercicio de su actividad.
Por su parte, la antigua capilla fue transformada en un salón de actos con capacidad para una treintena de asistentes. Unos asistentes que nada tienen que ver con los que hace siglos acudían a este templo escondido en el polígono industrial de A Coruña.