La construcción del soporte territorial es una acción común de los habitantes de un lugar. Habitar el territorio es transformarlo, un proceso mezclado, agitado, regurgitado y sometido a cambios de índoles tan diversas que las pequeñas acciones transversales terminan por dar forma a la cultura del lugar. Es precisamente el olvido del carácter de aquellos que habitan el territorio lo que despoja de identidad a las ciudades.
‘El crítico de arte y productor de radio Georges Charbonnier mantuvo una serie de conversaciones con el etnólogo Claude Lévi-Strauss. Charbonnier, muy reconocido por sus polémicas entrevistas en radio con escritores como Borges, Quenau y artistas de la talla de Mason y Duchamp, se propuso mantener un diálogo diferente en el que obligaba a Lévi-Strauss a <. Juan Domingo Santos, La tradición innovada, escritos sobre regresión y modernidad.
El puerto de A Coruña y sus inicios
Uno de los debates urbanos más interesantes de A Coruña en las últimas décadas, es el relacionado con el futuro el puerto de A Coruña y sus efectos en la popularmente denominada ‘fachada marítima’. Pero no se trata de una cuestión contemporánea, sino de una preocupación presente en la propia condición marítima de la ciudad. El puerto se ha construido poco a poco mediante acciones derivadas de la necesidad de cada momento.
Una de las pequeñas piezas que han definido la historia del puerto de A Coruña es su muelle de hierro, o sus muelles de hierro aunque uno de ellos sea el más destacable. Esta pequeña construcción, en términos de escala, es un elemento más singular de lo que parece, ya que se trata de una tipología poco común en aquellos momentos. Pero la posición del muelle no es aleatoria o improvisada, si no que responde a la primera ordenación consolidada del puerto de A Coruña desarrollada por el ingeniero Celedonio de Uribe y Uritquiain bajo el título ‘Proyecto de Malecón para el Puerto de La Coruña’ en 1860.
La construcción de los nuevos muelles busca resolver las operaciones de carga y descarga con mayor sencillez. Algo que también mejoraría la movilidad de personas. Por entonces, la estructura del puerto era muy precaria. Abundaban las rampas, la pequeña Playa del Parrote y algún muelle puntual, que se conectaban directamente al muro del puerto en el que tenía lugar el comercio directo. En el muro se vendían todo tipo de bienes, desde leña o pescado a comestibles y cal. Era necesario organizar esta incipiente organización comercial y la solución de Uribe pasa por el diseño de muelles en los que se pueda producir un atraque continuo, más pausado. Esta acción permitiría separar las diferentes etapas de la carga y descarga así como del comercio, distanciándolas del movimiento de la ciudad. Uribe también añade en su proyecto el diseño de un malecón, como una forma de organizar el borde urbano.
El muelle de hierro es una construcción muy vanguardista de la cual en España apenas existían un par de ejemplos como el muelle de Portugalete (1901) o el de Río Tinto Company Ltd. (1876). Obras contemporáneas a las previstas en el proyecto de A Coruña. Uribe diseña dos muelles de hierro, uno de 200m y otro de 100m. Tan sólo se construyó el de mayor longitud que se encontraba cerca de la actual aduana. La vanguardia de este tipo de estructuras contrasta con su complejidad. La arquitectura de hierro era una tipología singular de la que no había aún muchos ejemplos. Cabe destacar que la Torre Eiffel fue construida en 1888, un edificio que contextualiza el desafío conceptual y constructivo de este modesto muelle.
La construcción del Muelle de Hierro
Tal y como describen Juan R. Acinas y Gregario Iglesias en su artículo ‘Muelles de hierro del siglo XIX´. El muelle-embarcadero de hierro del puerto de A Coruña, la construcción del muelle de hierro es posible ya que el lecho del puerto está formado por masas de arcilla cubiertas de fango, arena y restos de conchas. Esta composición permite que los pilotes puedan hincarse con facilidad, lo cual ayuda a la estabilización estructural que en el caso del acero no es tan solvente. Las uniones de acero no permiten el empotramiento, son parcialmente articuladas (especialmente en los inicios de la arquitectura del hierro), por lo que si la cimentación es suficientemente rígida, estabiliza toda la pieza. Los soportes verticales incorporaban una pequeña hélice en la parte inferior para facilitar el hincado mediante rotación. La estructura estaba formada por cuarenta crujías, muy similar a la tipología de los muelles de hierro del sur de Inglaterra. Estas se estabilizaban mediante cruces de San Andrés.
Aunque el proyecto estaba fechado en 1860, el inicio de las obras no tendría lugar hasta 1869. Este retraso fue debido en parte a que fue necesario importar el hierro así como alguna maquinaria específica desde Glasgow (Escocia) a través de la empresa Mac-Lellan. Sobre la estructura metálica se colocaron tablas de madera de pino tea calafateadas. La longitud total de la pieza era de 200m, con un calado de 1.65 a 2.50m, y un ancho de poco más de 10m.
El segundo muelle de 100m, ubicado en el cantón y destinado al cabotaje de personas, no llegó a construirse. Su diseño era análogo al anterior. La construcción de los muelles guarda también relación con la llegada del ferrocarril y toda la infraestructura que esta trae consigo. La relación entre los muelles y la infraestructura del ferrocarril impulsa también el desarrollo del puerto a nivel comercial. Lamentablemente el muelle de hierro tan sólo se mantuvo en pie desde 1869 y 1914. De haber sobrevivido quizás la percepción de este tipo de estructuras sería la misma que la del muelle de hierro de Portugalete del puerto de Bilbao.
Un dibujo sin terminar
El trazado urbano del puerto de A Coruña, define la morfología de la ciudad. La construcción del muelle de hierro marcó tan sólo el inicio de un proyecto y de un debate amplio, complejo e intenso, en el que a menudo se enfoca el futuro urbano de la ciudad. El debate de la ciudad soporta quizás ángulos que dejan fuera las relaciones entre los individuos. La mirada sobre este tejido urbano pasa por una discusión incómoda de aristas, similar a la que Georges Charbonnier planteaba a sus entrevistados. Debate, análisis y discusión dibujan una complejidad en torno a la infraestructura del puerto. Un dibujo que se inició en 1860 y aún no está terminado.