El agua recuperada de aguas residuales podría servir para el consumo

El agua recuperada de aguas residuales podría servir para el consumo USC

Educación

La USC quiere crear la primera granja de Europa para producir alimentos en aguas depuradas

El proyecto piloto tendrá lugar en Castellana Grotte, en la región italiana de Puglia

21 febrero, 2023 17:41

La USC participa junto con otras 19 instituciones en el proyecto europeo AWARE, que busca crear la primera granja de Europa en utilizar agua depurada para producir alimentos en un sistema acuapónico. Miembros del grupo Investigación de Patoloxía na Acuicultura, liderados por el catedrático Jesús López Romalde, participarán en las evaluaciones de la calidad del agua que salen de las EDAR y que se utilizan en los sistemas acuapónicas.

La granja piloto será acogida en Castellana Grotte, en la región italiana de Puglia, donde está previsto que abra al público en el 2026. "Imaxinádevos que unha planta de tratamento de augas residuais se converte nunha granxa", explicaron desde el proyecto, "coa tecnoloxía adecuada, podemos producir peixe e vexetais, en cada cidade, sen solo, nin auga doce, e sen emisións de gas".

"Existe un baleiro regulatorio en Europa: podemos usar auga rexenerada para a agricultura pero non para a acuicultura e a acuaponía", indicó el investigador y coordinador de la iniciativa Fabio Ugolini, "queremos sentar as bases para un novo marco político en apoio da acuicultura europea e demostrar a viabilidade dunha cadea de valor alimentaria completamente nova".

Para conseguir lo propuesto para 2026, las instituciones del consorcio tendrán que analizar el agua depurada para verificar que está libre de todos los contaminantes dañinos, incluidos los que todavía no están regulados por Europa. Igualmente la granja acuapónica tendrá que producir pescado y vegetales que cumplan los requisitos de seguridad y calidad estrictos, además de ser un sistema sostenible dentro de una perspectiva ambiental, social y económica. Todo esto además tendrá que servir para convencer a políticos y consumidores de los beneficios de usar aguas residuales para hacer crecer nuevos alimentos.

El proyecto cuenta con una financiación de más de cinco millones de euros gracias a fondos europeos y el UK Research and Innovation.