Julio Abalde, rector de la Universidade da Coruña: "Este curso no daré clases, me pondré al día"
Ha sido el rector de la Universidade da Coruña durante ocho años, pero el próximo 16 de enero abandonará su despacho para dar paso a Ricardo Cao al frente de la institución
23 diciembre, 2023 06:00Julio Abalde ha sido el rector de la Universidade da Coruña durante ocho años, el tiempo máximo que le han permitido los estatutos. Ha conseguido la mayoría en las dos últimas elecciones al rectorado. Sin embargo, el 16 de enero abandonará su despacho para dar paso a un nuevo rector: Ricardo Cao.
Recibe a los medios en el que ha sido su lugar de trabajo durante casi una década: un despacho recogido, con estanterías en las que se disponen amplios tomos y una ventana al mar con unas vistas envidiables. Antes de la entrevista reconoce que las echará de menos.
Tras 8 años al frente de la Universidade de A Coruña como rector, el 16 de enero Julio Abalde dejará paso a su sucesor. Entre medias, ha contado a Quincemil algunos detalles personales y gustos sobre la ciudad pic.twitter.com/w7rGTisHHL
— Quincemil (@quincemil15000) December 23, 2023
Su próximo destino es la oficina que ocupó en su etapa de catedrático y profesor. Asegura que no ha cambiado. Es como una cápsula del tiempo: "Insistí a la gente del área para que ocupara el despacho, pero decidieron no hacerlo", explica. Las vistas desde su viejo lugar de trabajo dan a un muro.
Lleva ocho años al frente de la UDC, ¿da vértigo abandonar el decanato tras casi una década?
En este último mes me estoy preparado para ello. No creo que me dé vértigo. Tendré que adaptarme a la nueva condición, pero vértigo no, tampoco nostalgia. Soy una persona capaz de relativizar estas cuestiones. Estaba preparado para que fuesen 8 años y toca dar el relevo.
Si los estatutos lo permitiesen, ¿volvería a a presentarte a las elecciones?
No siento cansancio. No tendría mayor problema en continuar, pero tampoco me lo he planteado. Lo que finaliza, finaliza. No hay más vueltas que darle. Ya vendrán otros retos. La vida continúa.
¿Qué hará el día que toque abandonar el rectorado?
Lo más inmediato es ordenar mi despacho en la facultad. Después de ocho años, yo insistía a la gente de mi área para que lo ocupara, pero decidieron no hacerlo. Volveremos a la rutina de siempre en el laboratorio, que es muy agradable, y ahora tocará conocer a la gente nueva que ha entrado y retomar el ritmo de vida que tenía antes.
¿También volverá a dar clases?
Este curso no. Me van a dejar que me prepare las clases del curso que viene. Este curso me pondré al día. La microbiología ha pegado un salto importante en los últimos años.
¿Impone volver a exponerse ante un aula de jóvenes universitarios?
Mi primera clase me vacunó ya de por vida (risas). Tengo ganas de estar en el aula con los alumnos, el contacto que tienes con ellos aquí no es el mismo que estando en clase. Siempre fui un profesor muy cercano y espero seguir siéndolo. Y que los alumnos no me vean como el ex rector, soy Julio Abalde.
El timón del rectorado lo toma Ricardo Cao, también Nova Luce. ¿La UDC seguirá una línea continuista?
Cada rector va a poner su impronta personal, pero sí sigue siendo el mismo modelo de universidad: una universidad pública, una universidad de calidad y una universidad gallega. Ese modelo sigue estando, pero la forma de plasmarlo no fue la misma en el caso de José María Barja, de Xosé Luis Armesto o en el mío. Por supuesto que Ricardo tiene que poner su impronta personal. Yo estoy encantado de los resultados que ha tenido Ricardo Cao y estoy encantado de que la universidad quede en sus manos y en las de su equipo.
¿Cuál es la impronta personal de Julio Abalde?
Me definen como muy cabezón y, efectivamente. Tengo como una doble personalidad: cuando creo en una cosa soy enormemente tenaz en conseguirla, pero si me convencen de que eso no es lo más adecuado cambio perfectamente de opinión. También soy muy vehemente en la defensa de mis posiciones y eso creo una determinada imagen de mi. Pero la gente con la que colaboro sabe que yo soy una persona absolutamente dialogante y que acepto y pido opiniones. Lo que sí es cierto es que nunca frené ningún proyecto que considerada bueno para la institución por ser más o menos aceptado. Eso tiene sus contrapartidas.
La falta de diálogo es una de las críticas que hacía Fermín Navarrina, el competidor de Ricardo Cao en las elecciones a rector, durante la campaña.
A mí me pareció que la campaña que se hizo no se correspondía con lo que merecía una universidad porque se hizo una campaña basada fundamentalmente en mentiras. Yo lo único que siento es que en algunos casos para atacarme a mí se atacaba a la institución y eso sí que no lo comparto en absoluto. Y claro que algunas de las críticas que se hacen yo también las veo, pero hay que hacerlas diciendo en los órganos correspondientes y diciendo quiénes son los responsables, no haciendo una descalificación global a la institución.
¿De qué decisiones estaba más orgulloso como rector?
La Ciudad de las TIC, por ejemplo. Incluso desde la universidad me decían "no te metas ahí". Y ahora se ha visto que es un proyecto que, entre otras cosas, facilitó incluso que A Coruña fuera la candidata de la Aesia. Ahí jugué un papel importante y también me decían "¿para qué?".
Y luego hay determinados proyectos que se han hecho en Ferrol: la fusión de las dos escuelas, el impulso al campus industrial… Pero, como universitario, de lo que me siento más orgulloso es de la modernización de las titulaciones, del plan que se ha hecho de promoción y estabilización de personal, tanto de profesorado como del PAS (Personal de Administración y Servicios), el impulso decidido a la captación de talento y del prestigio social de la Universidad de A Coruña, que ahora es superior a lo que tenía tradicionalmente.
¿Y hay alguna espinita clavada?
Yo eso prefiero guardármelo para mí. Pero sí que hay una cuestión que, incluso personalmente, me ha me ha dolido: todo lo que estuvo en torno al proceso de negociador de la de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo). Falló la relación entre el equipo de gobierno y los representantes de los trabajadores.
Hace unos días se conocía la desestimación del recurso presentado por Granada en lo tocante a la Aesia… ¿Respira más aliviado antes de su marcha?
Siempre tuve confianza de que ese iba a ser el resultado final. Aquí se estaba eligiendo un ecosistema, no se estaba eligiendo una universidad ni un grupo de investigación. Creo que la Universidad de Granada y el Gobierno de Granada lo confiaron todo a que tienen un magnífico equipo de investigación en inteligencia artificial. Por supuesto, eso nadie se lo niega, pero aquí no se estaba eligiendo eso. Se tomaban en cuenta una serie de cuestiones: la investigación, la docencia, un ecosistema tanto de sector TIC como un ecosistema importante de empresas no TIC que utilizaran inteligencia artificial… Y en eso A Coruña es imparable.
En múltiples ocasiones se ha destacado desde las administraciones públicas y desde la Universidad la importancia de la concesión. Ahora, con ella asegurada al 100% ¿Qué cabe esperar en el corto plazo?
Va a depender de la sociedad gallega, de las administraciones y del sector empresarial. Ahí la universidad ya no tiene tanto papel. Tiene que ser un socio y tiene que ser consciente de que tiene que aprovechar la oportunidad.
Sin embargo, la sede se centrará en el ámbito de la regulación, no de la producción.
Cuando pones un órgano regulador, un órgano que va a tener relaciones y va a influir en la actividad de las empresas, todas las empresas van a querer estar cerca de él. Esa es la clave. ¿Por qué? Porque la Aesia es un órgano de regulación, pero va a tener que establecer pruebas pilotos, relaciones con empresas, grupos de investigación, universidades y consultorías. Y todo eso va a generar ese ecosistema.
¿Imaginaba, cuando se dio a conocer que A Coruña iba iba a ser sede, que un año después todavía no habría arrancado?
En este momento la Aesia ya tiene estatutos, régimen interno y patronato. En sentido estricto ya está constituida. Lo que falta es la dirección y que se ubique físicamente.
Pero no ha comenzado a trabajar.
Cuando se sacó el decreto no se pensaba que en el mes de julio iba a haber unas elecciones el 23 de julio y que esas elecciones iban a durar lo que duraron. Todo eso lógicamente retrasa esas condiciones, pero ya el propio decreto decía que no se constituiría antes de julio del año 2023, por lo tanto está dentro de márgenes.
Entonces, ¿cuándo arrancará?
Yo sé que la alcaldesa está trabajando intensamente para que esté aquí ubicada cuanto antes y para que empiece ya la selección de los funcionarios. Los procesos en la administración nunca son fáciles ni rápidos. Hay que tomárselo con calma.
Todavía es necesario nombrar a una directora o director, ¿alguna propuesta?
Yo tengo mis ideas y por supuesto que conozco a gente que sería una magnífica y magnífico director de la agencia.
¿Hombre o mujer?
Yo creo que no estaría mal que fuera una mujer, sobre todo por visibilizar a las mujeres en sectores tecnológicos.
Por el lado contrario está la Ciudad das TIC, constituida y con el CSA inaugurado. ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?
Bien, de muy intenso trabajo porque se inauguró el edificio, pero falta todas las infraestructuras. De hecho, si vas por allí parece una zona de guerra. El entorno todavía está en fase de maduración. Es un proyecto que hay que analizarlo dentro de cinco años.
¿Es importante la colaboración público-privada?
Fundamental, es uno de los objetivos del proyecto. De lo que se trataba es de crear un polo de innovación donde convivieran; por un lado, la universidad con las dos vertientes de formación e investigación; por otro, empresas que están empezando en temas de emprendimiento; que hubiese servicios propios para empresas; y finalmente, empresas consolidadas como tal. La interacción entre público-privado, investigación, desarrollo, formación e innovación es el núcleo central del proyecto.
No es un campus universitario, pero tampoco es un parque empresarial. Es un lugar de encuentro entre todos los agentes de innovación centrados en el desarrollo tecnológico en torno a las TIC. Si una de esas patas no está, el proyecto queda incompleto.
Y respecto a los investigadores, son muchos los que se quejan de las condiciones que hay que asumir para intentar construir una carrera científica en España.
La carrera de científica siempre ha sido muy larga, sobre todo la fase de estabilización. Es decir, aparte los cuatro años de grado son uno o dos grados de máster y como mínimo tres cursos de doctorado. Y la mayor parte de los investigadores hacen estancias postdoctorales fuera de su propia comunidad
autónoma o de su propio país. Bien, eso hace que que te estés poniendo a los 28, 29, 30 años en disposición ya de poder optar alguna plaza. Normalmente suelen ser contratos temporales de reincorporación.
No solo hablamos de tiempo, también de becas modestas o baja remuneración.
Estas cosas tienen que estar preparadas para que no solamente se trate de atraer el talento, hay que ser capaces de tener mecanismos de retención de ese talento. Si traes a una persona con un contrato de 4 o 5 años al término no le puedes decir "Bueno, hasta luego", tienes que tener mecanismos que te permitan que esa persona se quede en la institución. Nosotros aquí tenemos una política de atracción de Ramones y Cajales. pero también tenemos otros programas de captación de talento en colaboración con Inditex. Nosotros tenemos ya el mecanismo preparado para incorporarlos después, de forma que en el momento que finalicen su contrato tienen la posibilidad de que se cree una plaza y que de alguna manera puedan estabilizarse. Y eso es nuestro éxito: abrimos la posibilidad de estabilización dentro de la universidad.