La de los Lado es la historia de una saga de orfebres muy vinculada a Santiago de Compostela: tras instalar un taller en la ciudad a finales del siglo XIX, generaciones enteras de esta familia han trabajado la plata y obtenido importantes reconocimientos por su labor.

El último de esta saga es Julio Lado Martínez, quien protagoniza una exposición en la Casa do Cabido en la que, además de hacer un recorrido por la historia de su familia, también se exhiben piezas elaboradas con técnicas centenarias que corren el peligro de desaparecer.

Historia

Detalles de la exposición en la Casa do Cabido (Xaime Cortizo/Artesanía de Galicia).

La estrecha relación entre la orfebrería y la familia Lado arranca a finales del siglo XIX, cuando Andrés Lado Puente, quien originalmente era broncista, funda su propio taller en la Rúa Rapa da Folla. Años después, en 1900, su hijo Andrés Lago Pensado lo trasladó al número 40 de la Rúa do Vilar, donde permanecería por más de un siglo.

Lado Pensado sería el primero de la saga en conseguir un galardón por su trabajo: en 1909 recibió la Medalla de Oro de la Exposición Regional Gallega de aquel año, el último gran evento de este tipo que se realizó en la capital gallega, por la creación de una bandeja para el monarca Alfonso XIII, quien estuvo presente en la inauguración.

Las sucesivas generaciones siguieron dedicándose a la orfebrería de forma mayoritaria. El propio Julio Lado Martínez, bisnieto de Andrés Lado Puente y nacido en 1937, fue el octavo de diez hermanos y uno de los siete que siguieron adelante con el oficio familiar.

Su padre murió cuando tenía 15 años, de modo que nunca pudo trabajar con él. Sí lo hizo con su hermano mayor Ángel, quien años después, en 1964, recibiría el Premio Nacional de Orfebrería.

Detalles de la exposición en la Casa do Cabido (Xaime Cortizo/Artesanía de Galicia).

Así, entre los 15 y los 21 años, Julio Lado se formó a medio camino entre el trabajo en el taller con su hermano y la formación que recibió en la Escuela de Artes y Oficios -la actual Escola Mestre Mateo-, donde tuvo como profesor de dibujo a Manuel Garabal y de modelado a Francisco Asorey.

Tras completar su formación en diferentes puntos de Europa, Lago volvió a Santiago para ponerse al frente de la joyería-taller de la Rúa do Vilar. Desde allí realizaban todo tipo de encargos, la mayoría de ellos para la Iglesia, aunque también enviaban a particulares en toda España.

Su trabajo le valió para recibir el primer premio provincial de destreza en orfebrería por realizar el escudo de Galicia en plata. Su seña de identidad siempre han sido dos técnicas centenarias en peligro de desaparecer: el cincelado y el repujado.

La joyería-taller de la Rúa do Vilar cerró por jubilación en 2011, aunque Julio Lado, decano de la orfebrería compostelana, no abandonó el oficio y sigue creando piezas de plata desde su pequeño taller particular.

En 2016 también recibió el Premio Artesanía de Galicia a la Trayectoria por su amplísima experiencia en el sector y por su compromiso en defensa de la orfebrería y el mantenimiento de sus técnicas tradicionales.

La exposición

Julio Lado junto a una de sus creaciones (Xaime Cortizo/Artesanía de Galicia).

Diez años después del cierre de la joyería-taller Lado en la Rúa do Vilar, Julio Lado, con 84 años de vida y casi setenta de orfebrería a sus espaldas, protagoniza la exposición Lado, unha saga de ourives composteláns, que actualmente se encuentra en la Casa do Cabido.

La muestra, comisariada por Chus Iglesias y María Gómez, hace un recorrido por la historia de los Lado a través de las piezas creadas por Julio, que también se exhiben en la sala. Además del resultado final, los asistentes pueden observar también los bocetos con los diseños originales, lo que permite comprobar su evolución.

Detalles de la exposición en la Casa do Cabido (Xaime Cortizo/Artesanía de Galicia).

La Casa do Cabido también muestra la pequeña parte de un taller, con un banco de trabajo -denominado tabliz- y herramientas tradicionales muy antiguas diseñadas por la propia familia Lado para facilitar su trabajo y que fueron pasando de generación en generación.

La exposición, organizada por el Consorcio de Santiago en colaboración con la Fundación Artesanía de Galicia, se puede visitar hasta el mes de septiembre de martes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas, así como los domingos de 11:00 a 14:00 horas. En su primer mes ya ha recibido 2.500 visitas.