Ballenas, cachalotes o peces son algunas de las figuras en las que Francisco Martínez transforma la madera que recoge a flote en el mar o en las playas. Este activista que vivió casi toda su vida en Betanzos y ahora reside en Coirós busca de esta forma llamar la atención sobre la necesidad de conservar el medio natural y cuidar los océanos al mismo tiempo que reutiliza los materiales que él mismo recolecta.
Martínez diseñó de esta forma una colección de 40 piezas que expone en diferentes espacios. A Flote: Cetáceos y otras cosas de la mar hechas con la mar de cosas que echa la mar está creada con maderas a flote procedentes de árboles o embarcaciones, así como plásticos, metales y otros restos que el mar arrastra a las playas.
Todas ellas se puede visitar desde hoy, viernes 5 de abril, hasta el 5 de mayo en Bomoble, en la Calle de Nuestra Señora del Rosario nº10 de la Cidade Vella de A Coruña. El horario de visita es de 12:00 a 14:00 y 17:00 a 20:00 horas de lunes a sábado y de 12:00 a 14:00 horas los domingos. Martínez, además, comercializa estas obras de arte que realiza con los restos que va encontrando en las playas.
Martínez siempre ha realizado trabajos con los más pequeños. "Una de las actividades que hacíamos y que tenían mucho éxito era ir a la playa. Les decíamos a los niños: ‘¿Qué es normal que esté en la playa y qué no forma parte de la naturaleza’?", indica este activista sobre los inicios de una inquietud que se transformaba en diversos objetos, intentando "hacer bien las cosas".
La pandemia le dio el tiempo que precisaba para esculpir y Francisco Martínez comenzó a transformar las maderas viejas en ballenas. Un trabajo que gustó en su entorno y que poco a poco fue llegando a más personas gracias a las exposiciones, a través de las que el politólogo expresa su amor por el medio ambiente y promueve una reflexión sobre su cuidado.
"Las playas son un ecosistema frágil y por otra parte son espacios para el ocio públicos de acceso libre, es importante ser conscientes de que lo que hagamos o dejemos de hacer en ellas tiene consecuencias para todos", indica Martínez, que apela a la concienciación ciudadana para mantener limpios los arenales. "Es decir: voy a disfrutar de la playa, pero recojo lo que llevo", indica el activista.