La calidad de la carne gallega es reconocida en cualquier cocina. La producción, elaboración y tratamiento que recibe el ganado en Galicia es algo con lo que pocas localidades pueden competir. Desde procesos elaborados, como la maduración de la carne de vacuno, hasta elaboraciones más sencillas que ya se han instaurado en el imaginario popular de la comida gallega, como el raxo, la zorza o el churrasco.

Sin embargo, uno de los elementos indiscutibles de la tradición culinaria de nuestra tierra es la mezcla y la adaptación de numerosos referentes, dentro y fuera de las fronteras gallegas. Por ejemplo, el origen mexicano de los pimientos de Padrón o la influencia argentina en el asado de la carne y sus condimentos, como la salsa chimichurri. Y si hablamos de influencia argentina, tenemos que mencionar a Moraña. Esta pequeña localidad pontevedresa de unos 4000 habitantes “esconde” una de las fiestas gastronómicas más interesantes de Galicia: a Festa do Carneiro ó Espeto.

Una receta que viaja de La Pampa a Moraña

Como muchas recetas y productos que nos han llegado de países latinoamericanos, el origen del carnero al espeto tiene lugar en las migraciones gallegas que tan multitudinarias fueron a principios del siglo XX. Existen evidencias de que el primer asado pampero de Moraña ocurrió en torno a 1923, fruto de un morañés jubilado y un joven argentino, que comenzaron a preparar comidas campestres en la ribera del río Umia, asando carneros al estilo de La Pampa argentina. El asado pampero ganó fama por la zona y fue poco a poco triunfando en todas aquellas celebraciones dignas de una buena comida: bautizos, bodas, cumpleaños, fiestas patronales… 

El carnero al espeto es un tipo de asado propio de La Pampa argentina, que llegó a Galicia de la mano de la emigración(Foto: festadocarneirooespeto.com)

Sin embargo, los vecinos de Moraña no aprendieron a cocinar el carnero al estilo de La Pampa de la noche a la mañana. Uno de los “culpables” de la fama de este tipo de elaboración sería Eduardo Fariña Peña, un migrante gallego nacido en el año 1900. Cuando volvió a su tierra natal en 1934, tras vivir unos años en Argentina, no dudó en traerse consigo la técnica del asado al estilo pampero. Aunque no fue el “precursor” de la fiesta, sí que se convirtió en el “maestro” de muchos asadores de Moraña, ya que realizó centenares de asados por toda Galicia.

50 años de historia y dedicación

En 1963 nació en Moraña una celebración llamada A Festa da Xuventude, que buscaba que la juventud del pueblo participase para crear una festividad que representase a todas las parroquias de la zona. Eran tiempos de dictadura, y resultaba complicado organizar una celebración en gallego y para los gallegos. Paralelamente, los asados al estilo pampero no dejaban de aumentar su popularidad en la zona, así que la chavalería de Santa Lucía decidió comenzar a celebrar una fiesta gastronómica alrededor de este tipo de asado. Así, en el año 69, junto A Festa da Xuventude, también tuvo lugar la I Festa do Carneiro. Aunque inicialmente se celebraba el primer domingo de agosto, se decidió cambiar la fecha al último domingo de julio, para evitar coincidir con las famosas fiestas del Albariño o el Desembarco Vikingo. 

En los años 70 se comenzaron a incluir menús con reserva, donde se podían degustar sardinas, pimientos de herbón… y un carnero asado, claro(Foto: festadocarneirooespeto.com)

Los inicios de la fiesta fueron muy tímidos, con unos pocos corderos y con apenas unos 3 o 4 mesas de vecinos de Moraña como comensales. Sin embargo, pronto comienza a correr la voz sobre lo delicioso que está el carnero al estilo pampero-morañés, y en los años 70 comienzan a añadirse menús con reserva, donde se preparaban lotes para unas 16 personas, que contaba con un carnero asado, 50 sardinas, pimientos de Herbón, pan de maíz y trigo y una buena cantidad de vino del país. Con semejante bacanal, no es de extrañar que el número de asistentes fuera aumentado edición a edición, pasando de las decenas a los miles.

En los años 90, la organización de la fiesta pasa a las manos del Concello de Moraña, dando lugar a la fiesta que conocemos hoy, con un gran aumento de lotes y comensales, y junto a toda una serie de conciertos, actividades y espectáculos a lo largo de todo el mes de julio que sirven como anticipo del colofón final que es A Festa do Carneiro ó Espeto. Además, a principios del siglo XXI se reconoce esta celebración como una Festa de Interese Turístico Galego, lo que aumenta aún más la proyección de la festividad. 

Las claves de una fiesta para chuparse los dedos

Cada año, la Festa do Carneiro ó Espeto supone una semana muy ajetreada para los organizadores del evento, aunque también supone un buen impulso económico para el pueblo y sus habitantes. De hecho, es tal la importancia que en Moraña se vive casi como un ritual. La preparación de menús ya comienza el sábado, donde empanadas y demás acompañantes comienzan a prepararse. En el caso de los carneros, suelen estar ya abiertos y preparados para la acción durante la madrugada del domingo. 

La preparación del carnero comienza de madrugada, y se prolonga al menos siete horas para conseguir una carne en su punto ideal(Foto: festadocarneirooespeto.com)

El lugar del preparado es A Carballeira de Santa Lucía, donde desde primera hora de la mañana comienzan a prepararse los fuegos del asado con, cómo no, madera de carballo. A partir de las seis de la mañana los carneros se sitúan al borde del fuego, rodeando a las brasas durante un asado lento y minucioso, que se prolongará por, al menos, siete horas. Cada hora, se irá girando el carnero, y de vez en cuando se irá humedeciendo con majados a base de aceite, ajo y especias; hasta conseguir el punto ideal para la carne.

Carnero a domicilio 

En una situación sin pandemia mediante, los carneros se irían entregando a aquellos afortunados que reservaron a tiempo y se comerían en las diferentes mesas y carpas bajo un potente sol de julio en la Carballeira. Sin embargo, este año (y el pasado) han sido un pelín diferentes. La pandemia ha supuesto un cambio radical a la forma de organizar y pensar eventos tan multitudinarios como este. La fiesta se ha modernizado y ya cuenta con una web especializada con fotografías, vídeos y textos para conocer su historia y reservar lotes.

Este año, las personas que hayan reservado su lote de “carneiro ó espeto” deberán comerlo en sus domicilios. Todavía habrá que esperar para las comidas multitudinarias de otros años (Foto: festadocarneirooespeto.com)

Y por si alguien lo dudaba, el asado se seguirá haciendo, aunque ahora los vecinos de Moraña tendrán que comer el carnero en sus casas. Eso sí, la oferta sigue siendo irresistible: por 300 euros, unas 20 personas podrán degustar un carnero asado de entre 12 y 14 kilos, una empanada de trigo de zorza y otra de bacalao con pasas, cuatro bollos de pan, doce botellas de vino tinto de la tierra, doce botellas de agua mineral, una botella de salsa especial “Ajilismójilis” y aguardiente. Vamos, que por 15 euros por cabeza, puede uno pegarse un banquete digno de un rey.

Sin embargo, las reservas para semejante festín tienen varios días de antelación, aunque desde el concello informan que se reservan el derecho a cierre en cualquier momento. Si aún así quieres disfrutar del carnero al espeto de Moraña, tranquilo, hay una solución: numerosos restaurantes de la zona lo prepararán, pudiendo disfrutar así de la fiesta de forma segura, siguiendo con las normas sanitarias vigentes. Además, así podremos disfrutar de la actuación del actor Luis Zahera por la mañana y de la actuación a las ocho y media de la tarde del grupo Tanxungueiras. Una fiesta que resiste contra viento, marea y pandemias. No es de extrañar que vaya por su 52ª edición.