El 2 de junio de 1953 Isabel II de Inglaterra y I de Escocia era coronada en la Catedral de Westminster en Londres. El Arzobispo de Canterbury colocaba sobre la reina la Corona de Gran Bretaña mientras la monarca se encontraba sentada sobre una piedra colocada sobre el trono real. La piedra, robada por el Rey Eduardo I a Escocia en el Siglo XIII y conocida como Piedra del Destino o Piedra Scone, ha sido utilizada durante Siglos para coronar a Faraones de Egipto y a los Reyes de Irlanda, Escocia e Inglaterra. Se dice que es la piedra que aparece en el Libro del Génesis, utilizada como almohada por Jacob y que tenía propiedades mágicas.

Esta piedra llegó a Escocia desde Galicia, concretamente desde Brigantium (A Coruña o Betanzos) y su portadora era nada más y nada menos que la futura fundadora y monarca de los reinos de Irlanda y Escocia, una Princesa egipcia hija del Faraón Akhenaton y de su esposa Nefertiti. Esta es la historia (y la leyenda) de Scota y la Piedra del Destino, origen de naciones, y de su paso por Galicia.

Cuenta el Génesis bíblico que esta Piedra, de unos 66 cm de largo, 28 cm de ancho, 42 cm de alto y 152 kg de peso, sirvió de almohada a Jacob durante la noche en la que soñó con la escalera que unía el Cielo con la Tierra, por la que ascendían y descendían los ángeles de Dios (la Escalera de Jacob). Jacob llevaría la Piedra consigo a Egipto, donde permanecería hasta el momento en que se inicia el éxodo a la Tierra Prometida de los judíos.

Según la leyenda, Moisés lleva consigo la Piedra al abandonar Egipto, pero los soldados del Faraón consiguen arrebatársela, pasando a manos de los egipcios que, durante siglos, la usarían para las coronaciones de sus Faraones.

El tiempo pasa hasta que llega a Egipto un joven rey griego expulsado de sus tierras, que se enamora de Scota, pretendida por nobles y sacerdotes del Imperio e hija, nada más y nada menos, que del Faraón Akhenaton y Nefertiti.

Por motivos que se desconocen, los dos enamorados huyen de Egipto y ponen rumbo hacia el Oeste, llevando consigo la Piedra del Destino. Recorren el Norte de África, cruzan las Columnas de Hércules (el actual Estrecho de Gibraltar), atraviesan la Península Ibérica y se establecen en las tierras conocidas en la actualidad como Galicia. Allí fundan la ciudad de Brigantium, que muchos asocian con A Coruña o con Betanzos.

Desde Galicia se embarcan en busca de una tierra en la que asentarse. Pasan por Irlanda y finalmente se establecen en una tierra a la que llaman en su honor “Scotia”. La Piedra permaneció en lo alto de una colina cerca de la actual Dublín durante mil años, tiempo durante el cual todos los reyes del país debían recibir su beneplácito ya que se decía que emitía un potente gruñido para dar su aprobación a los monarcas propuestos. Por ello fue rebautizada como “Lia Fail, la piedra que habla”.

En el año 846 d.C. Kenneth MacAlpin unificaría todos los reinos de Escocia, convirtiéndose en el primer Rey de los escoceses y trasladaría de nuevo la Piedra hasta que finalmente es depositada en el Monasterio de Scone, donde durante cuatrocientos años se coronarían todos los Reyes de Escocia y de donde recibió otro de sus nombres: la Piedra Scone.

En 1296, el Rey inglés Eduardo I anexiona Escocia e Inglaterra, se hace con la Piedra del Destino, que es trasladada a la Abadía de Westminster y es acomodada bajo la Silla de San Eduardo, el trono donde se coronan todos los Reyes de Inglaterra.

El poder de la Piedra fue incluso ansiado por la Alemania nazi. En 1940, la “Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana”, la “Ahnenerbe”, con Heinrich Himmler al frente, buscó hacerse con los objetos y reliquias mágicas de la antigüedad: la Lanza del Destino, el Arca de la Alianza, el Santo Grial y la Piedra del Destino.

La posesión de estos mágicos objetos convertiría al Tercer Reich en invencible. Nunca lo consiguieron. El único objeto que parece que llegaron a poseer fue la Lanza del Destino que había atravesado el costado de Cristo en la Cruz.

En la Navidad de 1950, cuatro estudiantes escoceses robaron la piedra, la partieron en dos mitades y se llevaron uno de ellos a su país, aunque fue recuperada el 11 de abril de 1951.

La devolución definitiva de la Piedra del Destino a Escocia se produciría el 30 de noviembre de 1996, Día de San Andrés, con la condición de que los escoceses tendrán que “prestarla” para las ceremonias de coronación de los reyes ingleses. 700 años después, custodiada por el ejército, se entregaba a sus legítimos dueños en el Castillo de Edimburgo.

Hoy reposa junto al resto de las Joyas de la Corona Escocesa. 

Los futuros reyes escoceses jurarán sobre ella el día de su coronación esperando que la Piedra de Scone dé su aprobación con su gruñido. La piedra tenía una inscripción en latín que fue borrada por orden de Eduardo I que decía: “Si el destino es certero, los escoceses siempre reinarán ahí donde la piedra se encuentre”.

Se cree que la tumba de Scota, la Princesa Egipcia y primera Reina de Irlanda y Escocia, se encuentra al Sur de la ciudad de Tralee, en Irlanda, en un valle de una zona conocida como Glen Foley, a donde regresó para morir. 

La historia fundacional de las Islas Británicas da veracidad a esta increíble epopeya, aunque con grandes matices. Habitualmente las leyendas, mitos y tradiciones se entremezclan y funden para ofrecer parte de la historia. En toda leyenda siempre hay algo de verdad. Algo habrá cuando durante milenios todos los reyes cercanos a la Piedra han querido usarla para su coronación. La vinculación entre las antiguas tribus de la costa coruñesa y la invasión de Irlanda y Escocia está respaldada por estudios genéticos que revelan que antiguos grupos humanos de las Islas Británicas y de la costa Noroeste de España comparten ADN.

Así fue como la Piedra del Destino, en la que se coronaron faraones, reyes irlandeses, escoceses e ingleses estuvo en Galicia, junto a la princesa egipcia que fundó Brigantia, antes de convertirse en Reina de Irlanda y de Escocia.

Historias de la Historia…

Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn 2019. Storyteller. Jefe de Compras.

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Referencias:

• MAESO DE LA TORRE. J. La Piedra del Destino. Narrativas Históricas, 2001.
• FORBES SKENE, W. John of Fordun’s Chronicle of the Scottish nation. Isha Books, 2013.
• FERGUSON, W. The Identity of the Scottish Nation: A Historic Quest. Edinburgh University Press, 1998.
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