No hay unanimidad sobre el lugar de nacimiento del deporte más mediático, odiado idolatrado, aborrecido y amado del planeta: el fútbol. La Antigua Grecia, China, Oriente Medio, los Mayas… Nadie ha logrado pruebas irrefutables del origen del deporte rey. Lo que sí sabemos es que en el año 1848, en Gran Bretaña, varios colegios se reunieron en Cambridge para desarrollar unas normas para ejercer este deporte, que son algunas de las normas básicas del fútbol actual. Uno de los grandes equipos de todos los tiempos es el Real Madrid, que en la década de 1960 decidió realizar una apuesta para que los jugadores que venían de familias pobres en las que no se habían podido alimentar de la manera más correcta, pudiesen hacerlo. Santiago Bernabéu pensó que, si querían ganar títulos, sus jugadores tenían que ser portentos físicos. Y por ello decidió que el mejor lugar para conseguir ganar kilos y salud era una de las joyas del norte de España: Cedeira. Así fue como, durante años, el Real Madrid venía a Galicia a ganar kilos en el conocido como el “Engorde de Cedeira”.

Cedeira es un precioso ayuntamiento al norte de las Rías Altas, en la provincia de A Coruña. La costa de Cedeira es un mirador de excepción sobre el Océano Atlántico, donde podemos maravillarnos con algunos de los acantilados de mayor altitud de toda la Europa continental.

El Monte Herbeira es el punto de mayor altitud de la sierra de A Capelada y de todo el municipio. Tiene más de 600 metros de altitud y conforma un acantilado casi vertical hacia el mar, siendo uno de los más espectaculares del litoral continental europeo. Los extraordinarios acantilados de la costa de Cedeira emergen del mar formados por rocas que hace millones de años estaban a más de 70 kilómetros de profundidad y que fueron surgiendo debido a la colisión de dos supercontinentes.

Pero además de una costa espectacular, Cedeira tiene una gastronomía digna de dioses. Y en el Real Madrid lo sabían.

El presidente del Real Madrid, el legendario Santiago Bernabéu, estaba cansado de que algunas de sus grandes figuras acabaran tirados en la cuneta por su mala formación física y su extremada delgadez. Eran grandes jugadores que, debido a la humildad de sus familias, no habían podido desarrollarse plenamente en el aspecto físico durante la infancia, ya que habían sido criados en tiempos de escasez, cuando la buena alimentación era un privilegio de unos pocos.

Así que Bernabéu decidió que tenía que hacer algo. E hizo lo que le quedaba más a mano: enviarlos a comer varios días por semana a algún restaurante de la capital para ver si cogían peso y mejoraban su físico. Pero aquello no era suficiente.

Hasta que un día, un empleado del club, natural de Cedeira y que veraneaba allí todos los años, le sugirió al presidente que no había un lugar mejor para poner en práctica su plan que su pueblo natal. Cedeira era un pueblo tranquilo, con un clima privilegiado, con playas maravillosas, con el monte a su espalda, aire puro y la mejor comida del mundo: la gallega. ¿Por qué no enviar allí durante un mes a los canteranos más necesitados de fortalecimiento?

Bernabéu decidió probar la idea.

Así que, en 1964, envió a un grupo de canteranos a Cedeira. Vivían en una pensión en la que desayunaban fuerte, subían al monte, hacían ejercicios, pesas y carreras y volvían al pueblo a comer sin cortapisas. Tras la siesta, directos a la playa a correr toda la tarde y a jugar al fútbol, para volver a cenar hasta hartarse.

En la dieta de estos chavales no había nada prohibido. Comían cocido, caldo, chuletón, pescado, percebes y todo el postre que quisieran. Coger kilos era tan importante que, al que no subía de peso cada día, no se le pagaban las 50 pesetas (0,30€) que el club les daba como dieta diaria mientras estaban en Cedeira.

Y aquello cuajó. Los chavales volvían a la capital físicamente mucho más “crecidos”, lo que hizo que se bautizase a esta experiencia como “El Engorde de Cedeira”.

El número de canteranos que pasaban un mes en Cedeira fue creciendo y en aquellas pretemporadas pasaron por allí auténticas figuras del fútbol español y mundial: Caparrós, Vicente del Bosque, Toni Grande, Ramón Grosso, Gallego… Para poder ir a Cedeira, Santiago Bernabéu impuso dos condiciones muy claras: ser un jugador de futuro y estar necesitado de fortalecimiento físico. Los que venían de familias pudientes y que estaban plenamente desarrollados no tenían necesidad de ir a este paraíso.

Durante una década las calles de Cedeira se llenaron con algunas de las mayores promesas del fútbol, hasta que en 1974 Bernabéu decidió finalizar la aventura gallega, para cambiar el destino al año siguiente a Navacerrada. Finalmente se suprimió de manera definitiva, ya que las nuevas generaciones estaban ya mucho mejor alimentadas, por lo que ya no era necesario esta tradición que marcó a una generación de chavales para siempre, y que convirtió a Cedeira en la capital del engorde del Real Madrid.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

• es.wikipedia.org
• lavozdegalicia.es
• elpais.com
• as.com
• laopinioncoruna.es
• cope.es
• lavanguardia.com
• elmundo.es
• turismo.gal
• capturingcambridge.org
• elconfidencial.com
• novascedeira.wordpress.com