• La afición del Dépor ve más posibilidades de ascenso tras la destitución de Óscar Cano

El Deportivo encomienda la tarea del ascenso a Rubén de la Barrera. El técnico coruñés llega tras el despido de Óscar Cano. Lo hace en una situación anímica baja por parte de la plantilla y con un equipo que hace dos semanas decía adiós a la posibilidad de ascender de manera directa. La mala imagen ofrecida ante el Linares dio la puntilla definitiva al técnico andaluz.

La historia entre De la Barrera y el Dépor parece sacada de un guion de cine. El coruñés llegaba hace dos temporadas al conjunto blanquiazul tras el despido de Fernando Vázquez. Era una situación compleja, con una liga marcada por el Covid y por la reestructuración de las diferentes categorías del fútbol español.

Todo hacía indicar que Rubén iba a renovar para iniciar el proyecto desde fuera. Sin embargo unas supuestas conversaciones con emisarios de Las Palmas generaron un enfado mayúsculo en Plaza de Pontevedra y el club optó por contratar a Borja Jiménez. De la Barrera se fue al Albacete. El técnico coruñés logró el ascenso con el conjunto manchego en Riazor. Su imagen en rueda de prensa se hizo viral ya que la alegría del ascenso contrastaba con su cara de tristeza por perjudicar al club de sus amores.

De la Barrera soñaba con volver al Dépor y ese regreso llega, quizás, antes de lo esperado. Por delante quedan dos partidos de temporada regular y el playoff de ascenso que este año cambia de formato. Se trata de eliminatorias clásicas con partidos de ida y vuelta. El técnico vuelve a casa para espolear a la plantilla y buscar una reacción.