El Fabril se enfrenta a una reconstrucción total

El Fabril perdió la categoría el fin de semana pasado tras caer ante el Atlético de Madrid B por cero goles a dos en Abegondo. El equipo dirigido por Luisito tiene por delante cinco jornadas para intentar terminar de la manera más digna posible una temporada para olvidar. Y lo hará sin uno de sus capitanes, Quique Fornos, que esta misma semana se enrolaba en las filas del Racing de Ferrol para intentar buscar el ascenso a Segunda División B.

El Fabril cierra de esta manera una época absolutamente inolvidable. Tras varios intentos fallidos, lograba el ascenso hace tres temporadas a la categoría de bronce del fútbol español. Y lo hizo de la mano de Cristóbal Parralo y un grupo de jugadores que lograron una química irrepetible en el vestuario. El año pasado logró jugar el playoff de ascenso a Segunda División, pero el descenso del primer equipo dejó sin efecto la temporada histórica del Fabril.

Este año las cosas se torcieron desde el primer día. Hasta tres entrenadores intentaron sin éxito reconducir la situación de un filial que hizo una mezcla extraña de jugadores. Además, el éxito de la campaña anterior provocó la salida de algunos de los futbolistas más decisivos. Gente como Edu Expósito, Diego Caballo, Francis o Borja Galán encontraron acomodo en el fútbol profesional.

Ahora los responsables de la criticada cantera blanquiazul tienen por delante el reto de construir un nuevo proyecto casi desde cero. El descenso a Tercera vendrá acompañado de un cambio total en la plantilla fabrilista. El equipo sufrirá una reconstrucción debido a la  edad de muchos de sus futbolistas y el fin de ciclo de este grupo.  

La base del nuevo proyecto contará con un importante número de jugadores del Laracha, equipo vinculado al Dépor y en el que esta temporada estuvieron muchos futbolistas que pertenecían la campaña anterior al Juvenil A. Tras un año en Tercera, algunos de ellos están preparados para tomar las riendas de un equipo que tendrá el objetivo de regresar cuanto antes a la categoría de bronce del fútbol español. Se trata de una generación muy interesante y con jugadores de mucho talento. 

Sin embargo, la cantera deportivista se enfrenta a una situación complicada. Las discretas campañas de sus equipos juveniles y cadetes han encendido la alarma en el seno del conjunto blanquiazul, superado en algunas competiciones por otros conjuntos coruñeses como el Ural o el Calasanz. Esto obliga a rehacer la idea de cantera tras varios años discretos en líneas generales.Solo el tiempo dirá si esta reconstrucción tiene el efecto deseado y Abegondo consigue formar jugadores para el primer equipo.