La afición siguiendo el partido ante el Mallorca

La afición siguiendo el partido ante el Mallorca Narváez

Deportivo

A Coruña enmudeció en la noite meiga con el Dépor a las puertas del ascenso

A un par de horas de encendido de las hogueras, el aire en la ciudad podía cortarse; los jugadores aterrizaron en Lavacolla también en medio de un silencio sepulcral

24 junio, 2019 13:26

El aire se podía cortar en las calles de A Coruña ayer entre las 22:00 y las 23:00 horas. La fiesta que comenzaba en las playas pareció detenerse por minutos. No sonaba música, solo murmullos de preocupación entre algún grito de ánimo de la afición.

Aunque finalmente La Liga no autorizó que el partido pudiese retransmitirse en el Paseo Marítimo, algunos bares como El Playa Club o El Cortijo congregaron a numerosos deportivistas que siguieron minuto a minuto el encuentro que tenía lugar en Mallorca.

Aficionados siguiendo el partido en el Paseo Marítimo (Narváez)

Aficionados siguiendo el partido en el Paseo Marítimo (Narváez)

El ascenso se podía rozar con las yemas de los dedos, y se había previsto un dispositivo para la llegada de los jugadores en caso de que el marcador resultase favorable para el equipo blanquiazul.

En caso de ascenso sin prórroga, los jugadores llegarían a Alvedro gracias a un permiso especial de aterrizaje, pasadas las 02:00 de la madrugada. Un autobús preparado especialmente para la ocasión esperaría a los jugadores para recorrer el Paseo Marítimo.

El peor de los presagios para la noche que se esperaba histórica llevó a que el Dépor no lograse remontar el partido, por lo que se puso en marcha "el plan B", por el que los jugadores entristecidos aterrizaron en Lavacolla. Una llegada en sepulcral silencio y en la que se les pudo ver cabizbajos, gracias a las imágenes tomadas por Riazor.org a su llegada a Santiago de Compostela.

La afición nuevamente fue sinónimo de entrega al máximo. Medio millar de deportivistas viajaron a Mallorca donde animaron al equipo hasta la afonía, antes de que se hiciera el silencio al asumir una nueva temporada en segunda. Eso sí, con un fuerte pensamiento en la cabeza: ¡Volveremos!