Dépor y Lugo salieron al terreno de juego con las ideas claras y conscientes de la importancia que tenían los tres puntos para ambos conjuntos. Vázquez optó por situar a Vicente Gómez en el lugar del sancionado Gaku Shibashaki y el canario buscaba iniciar las transiciones rápidas para hacer daño a la contra.

El conjunto blanquiazul entregó el mando del encuentro a su rival que tenía la posesión pero no inquietaba la portería de Dani Giménez. El Dépor disfrutó de las mejores ocasiones de gol y dos de ellas nacieron en las botas de Aketxe. El vasco disparó a portería a balón parado en dos faltas lejanas que despejó con muchos apuros un atento Ander Cantero.

El VAR anuló un tanto a Emre Çolak por posición antirreglamentaria tras batir en el mano a mano al guardameta lucense. El encuentro estuvo bastante igualado en líneas generales y los blanquiazules no conseguían llegar con claridad sobre portería contraria. Rahmani tuvo la más clara para los visitantes con un disparo potente que se marchaba por el lateral de la red.

Con este panorama se llegó al descanso, sin goles en el electrónico y con pocas cosas sobre el terreno de juego. La segunda parte siguió el mismo guion y ninguno de los dos equipos generó el peligro necesario para desequilibrar la balanza. Ambos conjuntos daban por bueno el punto y Vázquez no movió el banquillo hasta el tramo final de partido.

De hecho en los últimos treinta minutos los de Curro Torres dieron sensación de peligro y dudaron si ir a por los tres puntos o conformarse con el empate. Sin ocasiones claras y sin deshacer la defensa de cinco, el Dépor vio como pasaban los minutos y seguía inoperante arriba. Sabin Merino no recibió un balón en condiciones durante noventa minutos y con el pitido final, los futbolistas blanquiazules se fueron al suelo en señal de cansancio.