Oleg Romántsev, el entrenador efímero del Deportivo: Solo duró dos días en A Coruña
Estos días de cambios en el banquillo de Riazor recordamos la historia del entrenador ruso más laureado y respetado, que estuvo a punto de ser el director de orquesta del Súper Dépor
16 enero, 2021 06:00El Deportivo se ha convertido en la última década en un triturador de entrenadores. Desde que Miguel Ángel Lotina abandonó el club con el descenso del 2011 han pasado por el banquillo de Riazor 13 entrenadores diferentes. Fernando Vázquez lo hizo por partida doble y ahora, tras su cese, cede el testigo al coruñés Rubén de la Barrera.
Pero hay un entrenador que abdicó antes de llegar a dirigir un solo encuentro del club coruñés. Se trata de Oleg Romántsev. Los más jóvenes no recordarán a este preparador ruso, muy respetado en su país por haber sido internacional con la Unión Soviética y seleccionador de Rusia.
En el año 1991 el Deportivo regresaba a Primera División y Arsenio Iglesias decidió abandonar el banquillo alegando cansancio tras el gran esfuerzo que fue conseguir aquel histórico ascenso frente al Murcia. En aquella época el de Arteixo no era del gusto de una parte de la afición, que chocaba con su juego conservador.
Lendoiro decidió apostar fuerte en aquel regreso a la élite y contrató al entrenador que había llevado al Spartak de Moscú a las semifinales de la Copa de Europa unos meses atrás. Oleg Romántsev aceptó la oferta, pero le pidió vídeos a Lendoiro del equipo. No está claro si el ruso llegó a pisar la ciudad herculina.
Dos días después de confirmarse su fichaje, dimitía. Tal y como explicó Augusto César Lendoiro al Diario As en una entrevista, Oleg Romántsev debió ver algo que no le gustó en aquellos vídeos enviados por el club. "Yo creo que se asustó. Y yo que le decía que teníamos un gran equipo…", declaró Lendoiro.
Una temporada convulsa
Oleg Romántsev regresó al Spartak de Moscú y se terminó consagrando como una de las grandes leyendas del club ruso, consiguiendo en esta segunda etapa ocho ligas, cuatro copas y reconocidos triunfos en competiciones internacionales.
Fue un tipo polivalente, pues compaginó su puesto como entrenador del Spartak con el de presidente del club, al que accedió en 1993 y con el de seleccionador de Rusia, entre 1994 y 1996, etapa en la que abandonó el banquillo moscovita. Curiosamente, fue el entrenador que descubrió a Dmitri Rádchenko, un delantero que terminaría recalando en el Dépor y no dejó a nadie indiferente en A Coruña, donde se instaló una vez retirado.
Volviendo a aquella convulsa temporada 1991-1992, a Romántsev le sucedió en el cargo (si se puede llegar a considerar así), Marco Antonio Boronat. Fue una temporada muy complicada y el Deportivo estaba al borde del abismo. En abril del 92 Lendoiro decide destituir a Boronat y le pide a Arsenio Iglesias que trate de salvar al equipo. El Zorro de Arteixo no pudo rechazar el encargo.
El Deportivo se salvó en una agónica promoción ante el Betis, que dejó una de las frases más icónicas del fútbol coruñés: "Cuánto sufrimos, Martín", le dijo Arsenio a Lasarte tras el pitido final. Una frase que bien podría aplicarse hoy en día y que fue el prólogo del Súper Depor. Aquel equipo estelar para el que Lendoiro había fichado a una estrella rusa de los banquillos y que acabó dirigiendo el bueno de Arsenio. Esta es la historia, o la no historia, de Oleg Romántsev en A Coruña. Y la historia de entrenadores que se fueron y volvieron.