La huelga del Extremadura pone en riesgo el partido frente al Deportivo en Riazor

Tras vender durante el verano a bombo y platillo que la Primera RFEF sería una categoría completamente profesional, el paso de las semanas demuestra que aquello era más un espejismo que una realidad. La plantilla del Extremadura vive una situación límite desde hace meses y la situación no parece tener solución.

Tras varias amenazas de huelga, el parón parece inevitable. Manuel Mosquera, técnico coruñés del Extremadura, albergaba esperanzas la semana pasada tras la aparición de una empresa especializada en salvar situaciones de este tipo.

Sin embargo esa vía parece descartada después de que el empresario que quería reflotar el club no lograra el crédito suficiente para poder pagar las cantidades que se adeudan a jugadores y empleados. Los jugadores tienen cada vez más claro que no van a cobrar y estarían sopesando muy seriamente no viajar a Coruña para disputar el encuentro de este domingo.

La decisión definitiva se conocerá presumiblemente este viernes. Las opciones que tiene ahora mismo el Extremadura son dos: seguir adelante con la huelga y no presentarse en Riazor o viajar a sabiendas que no percibirán el dinero que se les debe.

Miku se solidariza con la situación del Extremadura

El delantero blanquiazul pasó por rueda de prensa y lanzó un mensaje de apoyo a los trabajadores de la entidad extremeña aunque también reconoció que "no permanecería más de tres meses en un lugar en el que no me pagan". El jugador aseguró que Borja Jiménez prepara el encuentro como si se fuera a jugar. "Nosotros entrenamos y preparamos el partido a conciencia".

El conjunto coruñés llega al fin de semana como líder en solitario de la clasificación. Borja Jiménez tiene a su disposición a toda la plantilla a excepción de Valín, que sigue trabajando al margen. Trigueros ya entrena con normalidad y ha superado los problemas físicos que le han mantenido apartado un mes alejado de los terrenos de juego.