Corría el año 1995 y Arsenio Iglesias afrontaba su última temporada en el banquillo del Dépor. El técnico de Arteixo se despediría de A Coruña ganando la Copa del Rey, pero unos días antes conseguiría la mayor goleada a domicilio de la historia del conjunto coruñés frente al Albacete.

Los blanquiazules visitaban el Carlos Belmonte en la última jornada de liga. El Dépor no se jugaba nada ya que había queda subcampeón por detrás del Real Madrid. Por su parte, el Albacete se jugaba no entrar en la promoción de descenso a Segunda.

Al disputarse pocos días después la final de la Copa del Rey, Arsenio Iglesias hizo rotaciones y los menos habituales fueron titulares. El partido empezó por todo lo alto para los coruñeses con un gol de Djukic desde el medio del campo.

Curiosamente, el portero que recibiría los ocho goles del Dépor sería Molina, que años más tarde triunfaría en el club coruñés. El partido se iría al descanso con 1-2. Andonov hizo el empate y Manjarín volvió a poner en ventaja al Dépor al filo del descanso.

La goleada se culminaría en el segundo tiempo. El Albacete consiguió meterse en el partido tras el 1-3 de Salinas con un gol de Zalazar, pero la expulsión de Tomás provocaría que el equipo se viniera abajo y que el Deportivo protagonizara un auténtico festival de fútbol.

En tan solo 19 minutos el Deportivo marcaría cinco goles: José Ramón en el 70, Donato en el 73, Manjarín en el 74 y un doblete de Salinas en el 76 y en el 89 para sellar su hat-trick. Finalmente, el partido terminaba con un 2-8 a favor del Deportivo.

Pocos días después el Dépor se haría con la final de Copa del Rey frente al Valencia, con un diluvio de por medio. Por otro lado, el Albacete perdía la promoción frente al Salamanca, aunque la ampliación a una Liga de 22 le daría la salvación.