Un lance del partido entre el Dépor y el Albacete

Un lance del partido entre el Dépor y el Albacete Fernando Fernández

Deportivo

Deportivo 1 – Albacete 2: Una trágica prórroga evita el ascenso del Dépor

Los coruñeses estuvieron ascendidos durante casi todo el encuentro pero un gol a falta de seis minutos finiquitaba su regreso al fútbol profesional.

11 junio, 2022 20:42

El último encuentro de la temporada resultó cruel para el Deportivo. Ascendido durante buena parte del encuentro, los blanquiazules encajaron el gol de la derrota a falta de seis minutos para el final en una trágica prórroga.

El Dépor completó una de las primeras partes más serias de toda la temporada. La importancia del partido y el apoyo de una grada entregada a su equipo, contribuyeron a que los coruñeses hicieran muy buenos 45 minutos.

El partido nació con máximo respeto entre dos equipos que tenían más miedo a encajar que a crear daño a su rival. A pesar de ello el resultado favorecía a un Dépor muy serio y concentrado que no dejaba huecos a su rival.

El choque llamaba a las individualidades y ahí el Dépor se adelantó. Antoñito interceptó un envío del Albacete en defensa y Mario Soriano hacia el gol blanquiazul. El tanto provocó una explosión de júbilo y alegría en un estadio de Riazor volcado con los suyos.

Mario Soriano celebra el 1-0 deportivista (foto: Fernando Fernández)

Mario Soriano celebra el 1-0 deportivista (foto: Fernando Fernández)

Durante la primera mitad el Albacete apenas inquietó la meta de un Ian Mackay que solo tuvo que aparecer en un disparo lejano en el que se mostró muy seguro. Así se llegaba al término de una primera mitad que metía al Dépor en Segunda.

Las cosas cambiaron tras el descanso

Tras el descanso los visitantes apretaron. El Dépor dio un paso atrás ante un conjunto manchego que adelantó líneas en busca del gol del empate. Borja decidió reforzar el centro del campo dando entrada a Rafa De Vicente en lugar de un Mario Soriano absolutamente fundido. El jugador cedido por el Atlético de Madrid completó un partido magnífico y la afición lo agradeció con una enorme ovación.

A pesar del dominio el Albacete sólo logró conectar un disparo lejano que salía desviado en los primeros 30 minutos del segundo acto. El Dépor aguantaba sin gran problema pero la exigua ventaja obligaba a mantener la concentración.

La estrategia jugó una mala pasada a los blanquiazules en el 37 de la segunda mitad. Una falta desde la derecha y un remate dentro del área provocaba el empate del Albacete.

Foto: Fernando Fernández

Foto: Fernando Fernández

El gol sentó fatal a un Dépor que había movido el banquillo retirando a Quiles y Juergen del terreno de juego. Los nervios se apoderaron del conjunto blanquiazul, que perdió el sitio y apenas inquietó la meta rival.

El final de los noventa minutos dio paso a una prórroga que prometía emociones fuertes. El Albacete necesitaba un gol para ascender mientras que al Dépor le valía el empate.

La prórroga nació con el conjunto coruñés bien plantado sobre el terreno de juego. El Albacete parecía confiar su suerte a los últimos quince minutos de partido. De hecho la ocasión más clara de la primera mitad del tiempo extra fue de los blanquiazules. Antoñito pudo completar su gran partido con un gol que evitó el portero del Albacete con una gran intervención.

Fue lo más destacado de quince minutos que se consumían lentos para los intereses del Dépor. La segunda mitad comenzaba con Riazor apoyando en una mezcla de sensaciones.

El tramo final de partido se convirtió en una pesadilla para los blanquiazules. A pesar de no sufrir en exceso, un gol del Albacete dejaba al Dépor sin ascenso. Y ese gol llegó otra vez en el tramo final de partido. Un nuevo centro por la derecha acababa con un remate de cabeza lejos del alcance de Mackay.

Por delante quedaban cinco minutos que se convirtieron en una losa ya insuperable. Las pérdidas de tiempo hicieron acto de presencia y el Dépor fue incapaz de generar peligro. Finalizaba así una nueva pagina trágica en la historia del equipo blanquiazul que tuvo el ascenso durante 115 minutos de partido y lo perdió en el último suspiro.