Un Dépor gris y con pocas ideas logró un importante triunfo en su primer partido de la temporada lejos de Riazor. Un solitario gol de Raúl Carnero fue suficiente para que los coruñeses superaran a un correoso Mérida que lo buscó hasta el final.

La primera parte nació con un Dépor poco brillante y algo desesperante. Borja optó una vez más por un centro del campo con Álex y Villares. Ambos empezaron mal ante un Mérida que demostró que tenía las ideas muy claras.

El conjunto extremeño permitía al Dépor salir con la pelota en las botas de los centrales o los dos centrocampistas. Las pérdidas de balón generaron varias contras peligrosas de un cuadro local que lo buscaba en esas transiciones rápidas.

Al técnico no le gustaba lo que veía desde la banda y lanzaba correcciones constantes. El Dépor apenas lograba conectar con los de arriba y solo Narro logró avisar pasado el ecuador del primer tiempo con un disparo que acababa en el primer córner a favor de los coruñeses.

El partido era igualado y equilibrado y se jugaba con temperaturas muy altas. Eso obligó a ofrecer una pausa para la hidratación al borde del minuto 30 de la primera mitad. Tras la reanudación los blanquiazules salieron algo más metidos aunque el choque seguía siendo muy discreto.
Zalazar lo intentó con un remate de cabeza desviado. Cuando el partido parecía destinado a marcharse con empate a cero al descanso apareció Raúl Carnero para desequilibrar el choque. Rechace a la salida de un córner que el lateral empalaba con un disparo muy potente que se alojaba en la meta local.

Era el primer gol de la temporada fuera de casa y lo hacía el jugador coruñés que regresaba esta campaña al cuadro blanquiazul. El tanto llegaba en el minuto 35 y ponía a los deportivistas por delante. A partir de ahí el equipo de Borja controló el partido hasta que el colegiado señalaba el final de la primera mitad.

El técnico movió el banquillo durante el descanso a pesar de la ventaja en el marcador. Álex y Zalazar se quedaban en el vestuario y Olabe y Rubén Díez ingresaban en el terreno de juego. Lejos de controlar el choque, el Dépor volvió a sufrir los ataques locales.

El Mérida se equivocó en una contra muy clara de dos contra uno y dos minutos después Viñuela disparaba al palo de la meta de Ian Mackay. El Dépor sufría y seguía regalando balones en el centro del campo. Los extremeños olieron la debilidad blanquiazul y siguieron a la carga. Lolo Plá entró en el terreno de juego para dinamizar la zona de ataque.

Olabe recibió una cartulina amarilla tras una falta clara para cortar un ataque prometedor de los locales. El Dépor logró cortar el ritmo de ataque de los locales y el partido encaraba su recta final con la exigua ventaja blanquiazul. Sin embargo tan solo fueron los minutos previos al asedio final.

La afición del Mérida pidió penalti por un agarrón dentro del área que el colegiado no entendió como suficiente para señalar la pena máxima. A pesar de las protestas, la acción vista por televisión, no daba la sensación de ser lo suficientemente fuerte como para señalar penalti.

Borja refrescó al equipo dando entrada a Gorka Santamaría e Isi Gómez en lugar de Quiles y Narro tras la pausa de hidratación. Los blanquiazules sufrían las acometidas locales que no eran claras pero sí constantes. El Dépor apostaba todo al cero a uno y que pasaran pocas cosas. El colegiado decidía descontar seis minutos que se iban a hacer eternos para los intereses coruñeses.

El Mérida la tuvo en el minuto 94 en una falta peligrosísima en la frontal del área. El disparo se estrellaba en la barrera para tranquilidad del Dépor. Así se llegaba al final de un partido gris y flojo del Dépor pero del que se lleva un gran resultado.