Cultural 1 – Deportivo 0: El Dépor perdona y lo acaba pagando

El Deportivo mantiene su racha negativa lejos de Riazor. Los blanquiazules cayeron por un gol a cero en un partido en el que sobraron ocasiones y faltó acierto. Tarsi desniveló la balanza con un gol en el segundo tiempo tras una gran asistencia de Obolski.

Ambos conjuntos entraron al partido con sensaciones parecidas. La primera mitad fue equilibrada y con pocas ocasiones de gol. Quiles fue el futbolista que más cerca estuvo de anotar con dos disparos desde la frontal del área. El primero de ellos se encontraba con la buena respuesta del guardameta local, mientras que el segundo se estrellaba en el poste derecho de la meta leonesa.

Fue una primera mitad con poco juego fluido. El Dépor se mostraba fuerte atrás y sin conceder ocasiones de gol. Los coruñeses arriesgaban en la salida de balón aunque poca ventaja lograban con ella.
Más allá de esos dos zarpazos, el primer tiempo no tuvo mucho más. Los dos equipos dejaban los deberes para la segunda mitad. Cano, como suele ser habitual en él, no movió el banquillo. El técnico parecía satisfecho con lo que veía sobre el terreno de juego.

La Cultural, un equipo que acumulaba ocho jornadas sin ganar, entendió las debilidades del Dépor y empezó a jugar con el nerviosismo de los coruñeses. El Dépor se fue arriba y tuvo ocasiones para adelantarse en el marcador. Lucas, con un remate que sacaba el portero a córner, disfrutó de una buena ocasión de gol.

También Soriano pudo anotar tras una gran galopada de Antoñito. La pelota quedaba muerta en la frontal pero el disparo del madrileño era atrapado por el guardameta local. Quiles se convertía en el mejor jugador de un Dépor que lo intentaba pero sin acierto.

Y el mundo del fútbol está plagado de refranes que suelen convertirse en realidad. El que perdona lo acaba pagando. La Cultural encontró el tanto en un gran centro de Obolski desde la izquierda que remataba Tarsi a bocajarro y a placer dentro del área. Como suele ser habitual, con el marcado en contra, Cano empezó a buscar soluciones en el banquillo y a contrarreloj. Saverio fue el primero en entrar y luego le siguieron Arturo y Kuki Zalazar.

El equipo entró en una fase de nerviosismo y prisas en el que fue incapaz de generar peligro sobre la meta contraria. Así se llegaba al término de un encuentro decepcionante, una semana más, para un Dépor que ve como el Racing le adelanta en la clasificación.