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¿Debe el Estadio de Riazor cambiarse el nombre a Estadio Arsenio Iglesias? El Deportivismo está hoy consternado por la noticia del fallecimiento del entrenador artífice del Súper Dépor y la afición coruñesa no ha tardado en sugerir la idea. Hemos lanzado hace unas horas una encuesta en Twitter preguntando a nuestros seguidores, y el resultado está a favor del cambio de nombre. De los más de 350 votos recibidos hasta ahora, un 60% está a favor del cambio, un 15,5% considera que hay que debatirlo, mientras que un 24,5% está en contra.

El estadio se ha llamado igual desde 1944

El estadio de Riazor se inauguró el 29 de octubre de 1944. Mientras en Europa se libraban las últimas batallas de la Segunda Guerra Mundial, en A Coruña se completaba el coliseo que décadas después vería los grandes éxitos del Deportivo, propiciados precisamente por Arsenio.

Dedicar el nombre del estadio a alguien notable de la historia de un club es algo muy habitual en el fútbol español. El Santiago Bernabeu se llamó Nuevo Estadio Chamartín desde que se terminó su construcción en 1947 hasta el año 1955, cuando la  Asamblea General de Socios Compromisarios decidió dedicarle el estadio al presidente (en vida), nombre que todavía mantiene. El estadio Benito Villamarín del Betis se llama así en honor al presidente que el club tuvo entre 1955 y 1965, gallego procedente del pueblo ourensano de Toén.

Normalmente los estadios se han dedicado a presidentes, pero muy pocos a entrenadores. Un caso similar al de Arsenio podría ser el del Estadio Johan Cruyff donde juega el filial del Barcelona, de reciente construcción, inaugurado en 2017. Un caso similar al de Arsenio sería el Estadio Ernst Happel, donde juega la selección de Austria y España ganó su Eurocopa 2008, dedicado al jugador y entrenador austríaco.