El paso de las horas tras el desastre de Castellón abre multitud de interrogantes que se irán resolviendo en los próximos días. Antonio Couceiro reiteró nada más terminar el encuentro en Castalia la solidez del proyecto y dejó claro que se tomarían decisiones rápidas.

La piedra angular del próximo proyecto estará en el banquillo. Rubén de la Barrera se mostró dispuesto a seguir, pero su continuidad irá ligada a un proyecto en el que el coruñés tenga galones y un alto poder de decisión. Una de las grandes reestructuraciones se espera en la dirección deportiva. Con Juan Giménez y Carlos Rosende en la rampa de salida, el club tratará de incorporar a alguien de la máxima confianza de Rubén, siempre y cuando el técnico selle su continuidad.

El resto de cambios llegarán en la plantilla. La temporada evidenció una falta importante de líderes dentro del vestuario a pesar de la llegada de gente como Lucas Pérez. El equipo se derrumbó en Castellón a pesar de que intentó sobrevivir al caos. El de Castalia será el último partido con la camiseta del Dépor para muchos futbolistas de la actual plantilla. Entre las certezas parece clara la continuidad de Lucas Pérez pero la revolución se antoja fundamental para intentar lograr el ascenso la próxima temporada.

El club tratará de apoyarse nuevamente en una masa social impresionante que ha apoyado al equipo a pesar de la mala temporada llevada a cabo. Un triunfo lejos de Riazor en todo el 2023 es un registro impropio para un equipo que tenía como objetivo lograr el ascenso directo.