El Dépor salió al campo del Reina Sofia con la necesidad de imponerse a las complicaciones generadas por las bajas. Sin Yeremay por lesión, y Lucas por sanción, Idiakez decidió poner un once con Cayarga en banda, Rama en la mediapunta y Davo en derecha.

La primera mitad se convirtió en un quiero y no puedo por parte de los dos equipos. Preocupados por no encajar, ambos conjuntos priorizaron la seguridad defensiva antes que el ataque.

Así transcurrió una primera mitad en la que lo más destacado fue la lesión de Barbero. Sin Lucas en ataque, el equipo se quedó sin referencias ofensivas. Idiakez optó por meter a un once con poco desborde. La lesión de Barbero obligó al técnico a meter a Mella y jugar con Davo arriba.

La primera mitad finalizó sin ocasiones para ningún equipo y con todo por decidir en el segundo acto.

Y este no pudo arrancar de peor manera. Un fallo defensivo acababa con el primer gol de Unionistas.

El gol sentó mal a un Dépor que intentó adueñarse del ritmo del partido pero no lograba profundidad. La igualdad se convirtió en la nota predominante de un partido que no parecía cambiar.

Sin embargo los cambios surtieron efecto en un Dépor que logró el empate en una gran jugada por la derecha que Pablo Valcarce definía de primeras dentro del área.

Los coruñeses se hacían con el control de un partido equilibrado que cayó del lado blanquiazul tras una clara expulsión del conjunto local. Con superioridad numérica el Dépor se fue a por el partido y sólo el poste evitó el triunfo coruñés.

El tramo final se convirtió en un ejercicio de quiero y no puedo por parte del equipo de Idiakez. El pitido final finiquitaba las opciones de un Dépor que fue de menos a más y que se queda con seis puntos de doce en juego.

La afición despidió con aplausos a un equipo que lo dio todo y al que sólo le faltó el gol del triunfo.