El Deportivo ha salido al paso de unas graves informaciones que se han publicado estos días de forma exclusiva en el medio Relevo. La exsegunda entrenadora del Dépor Abanca, Ana González, ha relatado el infierno que vivió junto a Miguel Llorente, exentrenador del femenino.

Cabe recordar que Llorente fue apartado e investigado por el Deportivo, tras unas conductas denunciadas en el canal ético del club. La entidad coruñesa aclaró en primera instancia que los hechos presuntamente acaecidos estaban "relacionados con el ámbito deportivo y en ningún caso tienen connotación sexual o violenta".

Ana González ha contado a Relevo que Miguel Llorente vejaba a las jugadoras. "Esta engordó muchísimo" o "todos los negros son iguales" son algunas de las frases que se pudieron escuchar en el vestuario. Además el técnico revisaba y comentaba la ropa interior de las jugadoras.

La que fuera su segunda entrenadora relata los problemas de ansiedad que vivió al lado de Miguel Llorente: "Dejé de ir al gimnasio, dejé de quedar con gente, mi vida era casa y trabajo. Poco veía a la familia. Te metía miedo, miedo por todo".

El Deportivo ha lamentado profundamente que cualquier persona pudiera sentirse de forma inadecuada por el club. "Censuramos de forma contundente siempre, como no puede ser de otra forma, cualquier actitud que no responda a los valores de respeto e igualdad que debe representar el fútbol", señalan en el comunicado.

El club blanquiazul ha mostrado la intención de garantizar el cumplimiento de los códigos deportivos y de comportamiento que puedan darse en sus equipo. "Seguiremos avanzando con este convencimiento para el presente y el futuro del RC Deportivo con todos los mecanismos que el club tiene a su alcance".

Quejas de la afición

La afición deportivista ha criticado el comunicado del club porque considera que no es los suficientemente contundente. El club justifica que siguió todos los protocolos en su momento y la hinchada coruñesa señala que no ha mostrado su apoyo a la víctima.

"Da igual quien haya sido el responsable y que ya no esté. La institución tiene que estar a la altura y como mínimo pedir disculpas", decía uno de los aficionados. La noticia saltó hace un par de días y se une a la revolución en el fútbol femenino ocasionado por el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, en la que están implicadas la exdeportivista Tere Abelleira o la gallega Vero Boquete.