No pudo ser. El Liceo cayó en El Ateneo ante el Noia por cuatro goles a uno. Los coruñeses se adelantaron en la primera mitad con un tanto de Dava Torres pero sucumbieron en una segunda parte que se le hizo muy larga. Un inspirado Jordi Bargalló decantó un partido con opciones para los dos conjuntos.

Los de Juan Copa iniciaron bien el partido. A diferencia de los dos anteriores en tierras catalanas, el Liceo lograba adelantarse en el marcador. Dava recibía un gran pase y en el mano a mano con el guardameta definía con maestría. 

Quiso el Liceo jugar con los nervios de un Noia que se repuso bien. A siete minutos para el descanso era Xavi Costa el que lograba el tanto del empate. Fueron minutos de sufrimiento para un Liceo que empezaba a notar el cansancio. 

Martí Serra, guardameta del conjunto coruñés, volvió a salvar al equipo en varios momentos del choque. Al descanso acumulaba ya catorce intervenciones. El Noia apretaba mucho y al inicio de la segunda mitad eran ya tres balones al palo.

Lo intentaban los coruñeses con alguna salida a la contra pero sin acierto. El choque entraba en el momento decisivo y ahí iba a aparecer Jordi Bargalló. El ex del Liceo volvió a demostrar a sus 44 años que está hecho de otra pasta. Suyo fue el dos a uno, un gol muy polémico que despertó las protestas de los jugadores del Liceo al entender que la bola no había entrado en su totalidad.

El gol sentó fatal al conjunto verde que encajaría el tercero muy rápido. Morales culminaba una gran asistencia de Bargalló para dar la puntilla a su rival. No se rindió el Liceo pero tampoco lograba acercarse con peligro a la portería rival. Con el equipo volcado llegó el cuarto del Noia que sería obra de Toni Salvadó. 

El Liceo optó por no disputar los últimos 30 segundos y sobre la pista se vieron abrazos y saludos entre jugadores tras una bonita batalla deportiva entre Noia y Liceo. Aquí finaliza una temporada complicada para un Liceo que se quedó a las puertas de la final.