Jésus Bernal: El atleta ferrolano en activo de 73 años que cura las penas con carreras
El gallego empezó a correr a los 49 años con su padre de 78 para sobrellevar la muerte de su madre y ambos han conseguido gestas deportivas nacionales e internacionales, entre ellas récords mundiales o medallas
5 diciembre, 2020 06:00Julián y Jesús Bernal, padre e hijo ferrolanos, encontraron en el mundo del atletismo una forma de vida sana y un remedio para la pena que les dejó el fallecimiento de la mujer de la familia, su esposa y madre respectivamente, hace unos años. A raíz de este trágico suceso, Julián con 78 años y Jesús con 49, se decidieron a ampliar el recorrido que habitualmente hacían hasta la playa de Valdoviño y comenzaron a participar en carreras populares.
El padre de Jesús murió en 2010 pero dejó tras de sí hazañas para el recuerdo como casi 800 carreras a sus espaldas, además de conseguir varios récords mundiales con 85 años (los de 3.000 metros al aire libre en Narón en 2005 y en Zaragoza en pista cubierta en 2009), proclamarse campeón mundial en su categoría como mayor de 90 años en San Sebastián en 5.000 metros al aire libre y una medalla de bronce en Italia y otra de oro en Finlandia en la misma distancia, esta última cuando contaba con 91 años. Este palmarés y la afición por correr inspiró a Jesús, que junto a su progenitor solía correr un centenar de carreras anuales y que actualmente ha participado en 2.077 carreras (batiendo un récord personal hace años con 201 carreras en 365 días).
Tanto es así, que a sus 73 años sigue en activo y lejos de retirarse busca nuevas metas cada día. Recuerda los inicios con cariño en competiciones como la milla por el barrio ferrolano de Caranza "donde quedaron últimos por la falta de experiencia" o la media maratón de Pontedeume (A Coruña), tras la cual tuvieron que estar días en reposo debido a que corrieron con alpargatas de suela de goma y no disponían de zapatillas deportivas por la ausencia de rutina. "A raíz de empezar mi padre se aficionó a correr y se revitalizó, olvidando poco a poco la pena. Llevábamos una vida sana a la que le añadimos el deporte y tanto es así que el segundo año que corrimos el medio maratón eumés mi padre le ganó 15 minutos a su primera marca", dice Bernal entre risas.
El ferrolano nunca quiso dedicarse al atletismo hasta ahora, ya que durante más de 40 años fue entrenador de fútbol a nivel nacional y previamente jugador, pero una lesión truncó su ascenso profesional. A día de hoy, la vida de Bernal se basa en entrenar y acudir a carreras siempre que puede, un objetivo que se ha visto interrumpido últimamente por la pandemia y los cierres perimetrales y que ha limitado su espacio de entrenamiento a Ferrol y alrededores. Uno de sus mejores recuerdos deportivos es haber participado en una competición internacional corriendo los 10.000 metros en un paraje de montaña de Finlandia, el mismo recinto donde su padre vivió una de sus últimas carreras y que no estuvo exenta de épica.
"Cuando sonó el pistoletazo de salida el eco rebotó en la montaña y mi padre creyó que la salida había sido nula y se quedo inmóvil. Inmediatamente le grité para avisarle de que sí valía y fue recuperando posiciones rápidamente hasta finalmente lograr la medalla de bronce", explica orgulloso, a la vez que destaca que Julián Bernal fue reconocido a título póstumo, por ejemplo, con un premio a los valores humanos por la Asociación de Prensa Deportiva de Burgos, además de recibir por parte de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) el título de mejor deportista sénior y dos reconocimientos como mejor deportista veterano gallego en la temporada 2008.2009 y el año siguiente.
"Mientras pueda correr voy a seguir muchos años"
Bernal hijo destaca que "se cuida de una manera especial porque no tiene vicios y practica actividad física regularmente". "Voy todos los años por la zona de Levante, Alicante, Valencia y Murcia, donde mi padre y yo hicimos muchas amistades y en dos meses solía realizar unas 51 carreras", cuenta, al mismo tiempo que admite que la clave del éxito "es alternar los esfuerzos con los descansos".
Entre sus logros, destaca su medalla de bronce recientemente conseguida hace un año en el maratón de la ciudad herculina en la categoría de veteranos pero reconoce que "los logros no son lo que más anhela". "No estoy federado y con lo que más disfruto es participar en carreras populares. Un recuerdo bonito lo tengo en la carrera vikinga de Catoira donde me homenajearon por sorpresa y de hecho he guardado el casco con cuernos con el que participé como recuerdo", concreta.
"Mientras pueda voy a seguir corriendo durante muchos años porque las sensaciones que me aporta son fantásticas. El atletismo me aporta vida, viajo, conozco lugares y disfruto poniéndome objetivos", asegura, mientras tiene la vista puesta en su próximo reto, que será el próximo 8 de diciembre en Ribeira (A Coruña) si la crisis sanitaria lo permite, porque Bernal está más que preparado.