El gallego Adrián Ben: "Enmarcaré el diploma en mi salón, pero guardo sitio para un metal"
El atleta, finalista olímpico y que correrá esta semana en la Diamond League, habla tras 15 días de descanso y entrenamiento en el camping de Playa América de Nigrán
26 agosto, 2021 04:00No hay vacaciones en agosto cuando corres detrás de tus sueños. El gallego Adrián Ben Montenegro (Viveiro, 1998) afronta hoy la penúltima prueba de la temporada. Será en Lausana (Suiza) en su segunda participación en la Diamond League, en cuyo debut dejó unas sensaciones inmejorables en su "querida" Doha.
El atleta del FC Barcelona llega tras unas semanas de "descanso" en Galicia en las que no ha dejado de entrenar tras establecer su cuartel general en el camping de Playa América de Nigrán, en el que veranea desde hace 20 años.
Al pie de su tienda de campaña y listo para su primer rodaje matutino atiende a Treintayseis y Quincemil reconociendo que no le han pagado nada por la promoción que les hizo en plenos Juegos Olímpicos: "Es difícil acordarse de todo el mundo y al final sabía que venía para aquí y me han cuidado toda la vida"
¿Empiezas a ser consciente de la actuación o aún no has despertado del sueño y de la que has liado?
Viendo el nivel de la selección, un quinto puesto tampoco es nada del otro mundo. Sí que es cierto que nunca hubo un "ochocentista" en la final y me pone muy contento. Al final lo vas disfrutando poco a poco y cuando estás allí y ves las medallas tan cerca sí que sabe un poco amargo, pero luego lo vas asimilando. Tampoco fue como en Doha que fue como "Dios, qué pasada"
¿Las expectativas eran distintas?
En el Mundial al pasar por tiempos ya me daba igual. Ya había hecho "mi marquita", ya he bajado de 1:45, récord gallego, yo ya me voy a mi casa…aquí ya era como "uf, como no pase arde Troya". Lo pasé mal en las eliminatorias y una vez pasé tenía ganas de disputarlo. Aquí ya había que estar ahí.
¿Ya tienes tu diploma olímpico?
Lo tiene el míster (Arturo Martín) porque nos iban echando según acabábamos de competir y a mí me querían echar el mismo día de la competición a las cinco de la mañana pero tras pedirlo me quedé un día. Cuando llegué aquí el entrenador me mandó la foto y le dije: "¡No me lo arrugues por favor!" y me dijo que era mucha presión.
¿Ya sabes dónde lo vas a colocar?
Sí claro. Enmarcado en el salón de mi casa. El sitio no es inamovible si hay algo de metal en el futuro. Pero me gustaría encuadrarlo y tenerlo bien puesto.
¿La gente valora los diplomas olímpicos o pecamos de "medallitis?
Tuvimos mala suerte, sobre todo en atletismo pudimos sacar cinco medallas más. Si Orlando (Ortega) estuviera bien, más la de Ana, los tres de marcha, si suena la flauta y estoy yo ahí… Que una medalla puede parecer poco, pero si haces el balance global yo creo que la selección cumplió bien. En atletismo y España en general. Y Galicia más.
Es un equipo muy joven y que en París 2024 puede seguir creciendo.
Yo creo que se pueden hacer cosas buenas y vamos para arriba, pero ya sabes como es el atletismo. Hoy estás de puta madre y al año siguiente caes lesionado o en primera ronda te colocas peor y no pasas. Hay muchas variantes en muy poco tiempo, pero creo que el camino que seguimos es bueno.
¿Estás cerca de tu mejor versión?
El trabajo creo que es bueno, me falta todavía coger más continuidad. Me hablan de bajar a 1:43 o 1:42 y….mira (resopla). Mi entrenador dice que un atleta se forma durante siete años. Yo no me quiero poner límites ni a mí ni al grupo en ese sentido. Continuidad y si tiene que ser, será.
Sois un grupo con opciones de medallas bastante jóvenes si tenemos en cuenta la actuación de Río 2016.
Es que la medalla de Ana ha sido con 25 años. Asier Martínez -6º en los 110mv- es más joven que yo todavía, Cienfuegos y Eusebio -finalistas a sus 30 años- van a luchar, hay gente que no se ha clasificado pero tiene una buena progresión… Viene gente por detrás que va a apretar.
¿Cómo se vive el atletismo en unos Juegos Olímpicos?
El ambiente es raro pero yo es el único que conozco. Al final cada Juegos son diferentes. Me dicen "es que has tenido mala suerte con los que han tocado" y yo digo que a lo mejor no. Hemos vivido unos Juegos inigualables si dios quiere. Pero me quedé estupefacto al llegar allí. Estás acostumbrado a ver a las estrellas del atletismo, pero llegas al ascensor y de repente te encuentras a Pau Gasol. O a Rudy Fernández estirando el primer día cuando llegas con las maletas.
Y eso que tú ya entrenas en la Residencia Blume y compites a nivel internacional.
Ya, pero cuando vas a las competiciones estás acostumbrado a ver siempre a los mismos. Al final se forma como una familia en la que todo el mundo está pendiente del resultado de cualquier deporte y es como "wow". Con los fisios es igual, estabas al lado de Ricky Rubio y comías con la selección de fútbol. Tú veías a gente de España y te dabas los buenos días y si te querías sentar con ellos te sentabas. Eso era la hostia.
En otras ediciones podrías haber hecho algo más de turismo y ahora tocó hacer "vida interior".
Ahora ha estado más cortada la cosa, además yo hice tres carreras en cinco días. Cuando llegué iba de entrenar a la cama hasta la primera eliminatoria y al acabar tuve un día para ir a comprar peluches para los regalos antes de que me echaran. Al final no tuve una "experiencia olímpica" pero yo lo que quería era correr. De doce días que estuve, once estuve concentrado en competir. Si me lo dicen antes de ir y que todas las experiencias malas sean así, firmo.
El atletismo tuvo una grandísima acogida porque de las diez emisiones más vistas, la matinal en la que competiste con Ana Peleteiro fue la única de ese deporte en la que estaba.
Es que allí todo el mundo quería ir a ver las pruebas de atletismo cuando acababa de competir y el estadio al final estaba vacío. Yo sí que noté que los Juegos son otro rollo a nivel mediático. En los campeonatos de atletismo tienes eco si haces algo grande, pero aquí ya en cuanto pasas eliminatorias ya notas muchos ojos en ti. Y notas como la gente quiere ver tu final.
Casos como el de Adriana Cerezo en la final de taekwondo.
Igual. La chica lo hizo genial, es super simpática y tuvo una repercusión tremenda. Eso son los Juegos. Además cuando transmites unos valores como Adriana las cosas van rodadas. Igual que Alberto Ginés por su simpatía y porque son gente natural. La gente no quiere cosas forzadas. Hay gente a la que le hace gracia que siempre hable de Viveiro y me preguntan cuánto me pagan y me río. Yo lo digo porque me siento orgulloso, porque me gusta y me sale. Y si le gusta me alegro un montón, yo me siento la persona más apoyada de todos los Juegos Olímpicos.
¿Cuándo empezaste a notar esa ola de cariño?
Ya antes de ir se notaba que los Juegos son diferentes. Mucha gente me escribió justo antes diciéndome: "Ya estás en unos Juegos Olímpicos, ahora a disfrutarlo y si has trabajado bien saldrá bien" Y tú intentas quitarte la presión pero yo estaba bastante nervioso en las eliminatorias porque no quería irme a casa a la primera de cambio. En el 800 tienes muy poco margen de error, igual que le pasó a Belén en la calificación del peso.
¿Cómo fueron esos meses previos?
Yo tenía la mínima pero no la plaza garantizada, así que hasta el campeonato de España estaba ahí. Yo nunca tuve tanta presión como esas semanas. Djokovic dice "la presión es un privilegio" y es mentira. La presión tiene cada uno la que puede autorregular. Se ha visto muy bien reflejado con Simone Biles, que si no estoy bien mentalmente no estoy bien físicamente. Me parecieron palabras de sabio y tiene que ser el dogma. Tienes que estar bien, porque si no disfrutas… esto es muy duro.
Dentro de lo que cabe llevas bien la presión por tu gen competitivo.
Tengo suerte de que me presiono mucho, aunque a veces lo paso mal. Pero también dices "¿y si sí? ¿Y si pasas?". Y es cuando pasas a la final y dices "¿y si saco chapa?" Y estamos ahí cerca. Cada uno lo regula como puede, e intento trabajarlo con mi psicólogo y con gente a mi lado. Al final la tranquilidad es lo que más se valora y quién te la da… eso no se paga con dinero.