El deportista de origen betanceiro Carlos Arévalo, quien recientemente ha ganado una medalla de plata en la disciplina K4 500m de piragüismo junto a sus compañeros Saul Craviotto, Marcus Walz y Rodrigo Germade en los Juegos Olímpicos de Tokio, ha sido nombrado hijo predilecto de Betanzos.

La Corporación Municipal aprobó ayer por unanimidad designar al deportista como hijo predilecto del concello y, además, promover que el edificio del club de piragüismo de Betanzos lleve su nombre, si la Xunta accede, al tener el inmueble en su propiedad. De todos modos, el ayuntamiento defiende esta decisión porque esta instalación fue donde el piragüista "se formó y creció como deportista, a la orilla del río Mandeo y la Ría de Betanzos".

Además, la alcaldesa, María Barral, el mismo día que el gallego consiguió su medalla olímpica, expresó que "es un orgullo para Betanzos que una persona como él consiga la plata a la que, está segura, vendrán éxitos mayores". A su vez, añadió que "este logro hará que muchos más niños del ayuntamiento se animen con este deporte del que Betanzos, con el Mandeo y su ría, es un claro referente en Galicia y España".

El 12 de agosto, Carlos Arévalo fue recibido en Betanzos a su regreso de Tokio por gran parte de los vecinos, del club de piragüismo y de la corporación del Concello para celebrar la plata recibida en los Juegos Olímpicos. A su vez, días antes el gallego fue recibido en Asturias a su llegada a la base del Ejercito de Tierra entre aplausos y el We are the champions de Queen, mientras recibía la enhorabuena de sus compañeros y posaba con un águila, símbolo de la sección de las Fuerzas Armadas a la que pertenece, la del Regimiento de Infantería Príncipe de la Brilat.

Arévalo ha compaginado su entrenamiento deportivo con su formación y labor en el Ejército de Tierra durante los últimos años. De hecho, tras el estallido de la pandemia tuvo que redoblar sus esfuerzos debido a la participación de las Fuerzas Armadas en labores de emergencia derivadas de la crisis sanitaria.