Un gallego hace historia y bate el récord Guinness de flexiones con un brazo
El ingeniero industrial coruñés Miguel Ángel Fernández de 43 años espera en los próximos días la confirmación sobre si las 20 repeticiones de la modalidad que la organización internacional le ha aprobado son válidas y así sentar un precedente
1 octubre, 2021 06:00Una veintena de flexiones a una mano y con los pies juntos es el récord Guinness que esta semana ha conseguido el coruñés Miguel Ángel Fernández, de 43 años. El ingeniero industrial escogió uno de los enclaves más representativos de A Coruña para esta hazaña, la Rosa de los Vientos a los pies de la Torre de Hércules, y se ha mostrado pletórico por haber logrado un objetivo que "llevaba cocinándose a fuego lento desde hace 15 años", cuenta.
Fernández confiesa que desde adolescente "ha sido un apasionado del rendimiento físico" y comenta que se dio cuenta de que "cuanto mejor se encontraba físicamente mejor era la calidad y cantidad de sus flexiones con dos brazos". "Las concebí como el estándar que me permite saber si estoy exprimiendo el rendimiento de mi vida al máximo", asegura.
El coruñés rememora que descubrió su habilidad para las flexiones que le han dado el récord (pendiente de verificación del equipo de Guinness sobre si las repeticiones son válidas o no) de manera casual en 2019. "Me di cuenta de que podía hacer más repeticiones que los atletas de calistenia o crossfit en general", explica, a la vez que hace hincapié en que "no había constancia oficial ni extraoficial del rendimiento de los deportistas en esta modalidad".
Creación de una disciplina
Fernández argumenta que "Guinness World Records es extremadamente exigente con la aprobación de una modalidad", por lo que le costó esfuerzo que aprobasen su propuesta de flexiones a una mano en abril de este año (tras la solicitud realizada en enero de 2020). "Tuve que demostrar a la organización el valor específico de la modalidad, como un ejemplo más del espíritu que ellos promocionan como compañía", dice.
En la prueba de ayer probó con ambos brazos, pero finalmente se ha presentado al Guinness con flexiones del brazo derecho. Ahora la organización deberá cotejar con las imágenes y vídeos recabados del momento si las repeticiones son válidas o no y confirmar finalmente que el coruñés haya conseguido este hito en una nueva modalidad del Guinness en la que nunca antes nadie se había puesto a prueba.
"Lo más importante fue ejecutar el ejercicio en un lugar emblemático de A Coruña para simbolizar el hecho de hacer cosas extraordinarias en lugares extraordinarios. Quería que todo el mundo sepa que es posible, sobre todo los coruñeses", concreta. A su vez, aclara que en su mente "aspiraba a hacer más de 30 repeticiones" porque "siempre sintió que en el lugar donde se ubica la Rosa de los Vientos existe una fuerza especial y el espíritu celta".
"Es posible superar las 30 repeticiones pero eso se lo dejo a los que vengan detrás de mí", avanza entre risas, sobre lo que matiza que si finalmente Guinness aprueba su récord su próximo objetivo se centrará en "seguir entrenando y corregir fallos", además de buscar nuevas fronteras que superar con éxito y ganas.