Hace unos años esto sería impensable. Una periodista no escribiría sobre fútbol femenino, y un lector no leería sobre ello en ningún medio. Y es que hace unos años nadie tenía en cuenta el fútbol femenino, porque este ni siquiera se consideraba un deporte que pudiera llegar a ser competitivo.  

Sin embargo, desde ese “hace unos años” hasta hoy han pasado muchas cosas. Alexia Putellas ha ganado dos balones de oro, el FC Barcelona se ha proclamado campeón de  Europa en dos ocasiones, 91.553 espectadores se han reunido en el Camp Nou para batir el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino y la primera  división se ha profesionalizado. Ahora, todos los equipos de LaLiga, excepto Celta y Getafe, cuentan con sección femenina, en los patios de los colegios ya se cambian cromos de jugadoras profesionales y las selecciones masculina y femenina pueden llevar la misma camiseta, pues ambas tienen ya su primera estrella. 

La explosión del fútbol femenino es cosa del presente y la consecución del Mundial de  Australia ha supuesto el empujón final que necesitaba este deporte en España.  

Una evolución imparable  

Mirian Pérez lleva toda la vida jugando el fútbol, aunque no fue hasta los 12 años cuando decidió apuntarse a un equipo:  

“Recibía demasiadas críticas, ya que había muy pocos equipos y menos niñas que ahora que jugasen. Tengo escuchado muchos comentarios hacia nosotras como que este es un deporte para hombres o que no tenemos fuerza ni para golpear la pelota". 

Desde esa primera temporada como jugadora con licencia han pasado ya cerca de diez  años, un tiempo en el que ha visto muchos cambios: “A día de hoy, el fútbol femenino está siendo reconocido mundialmente, sobre todo a nivel televisivo. Se ha demostrado que podemos dar un espectáculo con el balón igual que los hombres, y que tenemos  el mismo mérito de entrenamiento y esfuerzo”.  

Sólo en Galicia, las licencias de fútbol femenino han crecido un 377,5% desde 2009. De hecho, se trata de la comunidad en la que más ha aumentado el número de fichas en la última década.  

Las consecuencias del Mundial  

Tania Vázquez, por su parte, es una de esas muchas jugadoras que se han unido a la  corriente en los últimos años. Empezó a jugar la temporada pasada, cuando una de sus  mejores amigas le hizo una encerrona:

“Yo estaba todo el rato con el “no” en la boca, así que le pasó mi número al  coordinador del club. No quería quedar mal, por lo que decidí ir a probar una semana y  aquí estoy, una temporada más tarde volviendo a fichar por el mismo club y muy contenta de haberme metido aquí”, explica. 

Su experiencia en este deporte ha sido muy distinta a la de Mirian, sin críticas y con la  consecución de un Mundial que ya está empezando a dar a sus frutos: “Creo que se ha  dado mucha visibilidad y eso es bueno, a partir de aquí la gente va a estar más  interesada. Sólo en mi equipo, esta temporada han llegado muchas chicas que buscan  probar”.  

Todavía en proceso de tramitación de fichas, desde la Federación Gallega de Fútbol  estiman que esta temporada crecerá el número de licencias femeninas. Además, aseguran que habrá más equipo femeninos. Este es el caso del Negreira, que ya ha  contactado con la Federación solicitado crear un equipo de fútbol 7 a raíz del Mundial.  

Santiago, una ciudad con proyección  

Según datos de la temporada 22-23, la Delegación de Santiago es la tercera con más  fichas femeninas de toda Galicia. 1011 sumando fútbol 11, fútbol 8 y fútbol 7. Poco más de 100 por debajo de Vigo, pero con menos de la mitad que A Coruña, que encabeza  la clasificación con 2043.  

Grafico licencias por delegaciones. Fuente: propia.

Unas cifras que llaman la atención, pues Santiago cuenta con mucho potencial en  materia de fútbol femenino. Y es que Vero Boquete, una de las figuras más  representativas del futfem español, nació en la capital y lleva toda su carrera  visibilizando este deporte en su ciudad natal. 

Compostela, además, es un lugar con mucho margen de mejora. De los 27 equipos que forman la Delegación de Santiago, solo 2 cuentan con sección femenina: el Victoria FC y el Vista Alegre. Ni siquiera la SD Compostela ha apostado por el fútbol femenino de  momento.  

Un caso que se repite en Vigo, donde el Celta sigue sin sección femenina pese a que la  temporada pasada 1138 mujeres practicaron este deporte de manera federada.  

De momento Galicia cuenta ya con una campeona del mundo, la pontevedresa Tere  Abelleira. Una referente para muchas niñas que vienen detrás y que ahora sueñan con levantar una copa del mundo. Algo para lo que Mirian y Tania piden “buenos  entrenadores y entrenadoras” e “inversión”.  

Tere Abelleira. Fuente: Real Federación Galega de Fútbol.