El colectivo de jubilados y pensionistas de la CIG volverá a movilizarse este jueves 3 de marzo en las siete ciudades gallegas para protestar contra la reforma laboral, los abusos de la banca y la falta de un servicio público de atención a las personas, así como para denunciar las deficiencias de la sanidad pública. El sindicato asegura que todo esto provoca que las vidas de los afectados estén "cada vez máis empobrecidas e precarizadas".

Las movilizaciones están programadas para mañana jueves. Dos de las protestas se celebrarán a las 11:30 horas: delante del INSS en Ferrol y delante del Concello de Lugo. Las otras cinco ciudades acogerán la manifestación a las 11:00 horas. El cruce Colón- Urzaiz en Vigo, la plaza de la Peregrina de Pontevedra, la plaza de O Toural de Santiago de Compostela, delante de la subdelegación del Gobierno en A Coruña y ante el INSS en Ourense son los emplazamientos de la protesta.

Las reclamaciones de los pensionistas y jubilados gallegos

El colectivo considera que ha mantenido su poder adquisitivo entre 2018 y 2021 gracias a la movilización social y lamentan que ahora el índice de revalorización de las pensiones ya no vaya a ser el IPC interanual acumulado sino el IPC medio. Así, los jubilados considera que las pensiones de 2021 perderán un poder adquisitivo del 4%, ya que la nueva ley no contempla la "paguiña" compensatoria, y que esta cifra podría aumentar al aplicarse desde este año el IPC medio.

Los asistentes a la manifestación también clamarán contra los abusos de la banca, a la que acusan de reducir los horarios de atención presencial para ciertas operaciones, de cerrar oficinas y despedir a empleados y de cobrar comisiones abusivas. Esto lleva, asegura la CIG en una nota, a la expulsión financiera de cada vez más población, pese a lo cual los bancos continúan recibiendo ayudas públicas.

Los pensionistas también exigen cambios en las políticas de atención a las personas y se suman a la propuesta del sindicato de crear un Sistema Público Galego de Servizos de Atención ás Persoas que aglutine las actuales residencias, centros de día y servicios de ayuda en el hogar. Así, los jubilados proponen a la Xunta que aumente el presupuesto destinado a la atención a la dependencia e incremente las plazas en residencias y centros de día públicos, además de incorporar el servicio de ayuda en el hogar a un ente público gallego para que termine con las "miserentas condicións laborais e salariais" de las mujeres que hacen el trabajo.

La última de las reivindicaciones a las que hace referencia el colectivo en su convocatoria es la necesidad de tener una sanidad pública fuerte, con personal e infraestructuras suficientes y adecuadas. Así, la CIG explica que con la llegada de la pandemia se pusieron en evidencia las carencias que el desmantelamiento del servicio provocó: desde las largas listas de espera, hasta la falta de profesionales o el cierre de centros, entre otros aspectos de los que culpa al PP.