El Foro Económico prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia aumente en torno a un 1,5% a cierre de 2023, con un menor crecimiento para 2024, más próximo al 1%. Las tasas son inferiores en ambos casos al avance de la economía española, sin que se produzca una convergencia, según la información recogida por Europa Press.
El director del Foro Económico de Galicia, Santiago Lago, ha apuntado esta mañana en Santiago de Compostela durante la presentación del informe de coyuntura relativo al tercer trimestre de 2023 a una desaceleración que identifica con que el sector exterior "está funcionando mal" en la segunda mitad del año pasado. Lago, sin embargo, descarta la posibilidad de recesión para 2024.
El responsable del Foro Económico gallego ha señalado que este es un momento de "labor compleja" para los análisis económicos con "disonancias" en los datos ofrecidos, ya que en los últimos meses se han sucedido diferentes revisiones estadísticas que "hacen la vida imposible a analistas". De hecho, parece que se está "infraestimando el crecimiento del PIB en Galicia" en 2023.
Lago explica que no se acaba de ver "esa desaceleración tan fuerte" que se preveía. El verano contó con una campaña turística "muy buena" y un aumento en las compras de las familias, aunque las exportaciones se "están frenando", también con "problemas en otras partes de Europa".
En esta línea, Lago deja claro que hay "incertidumbre aún" sobre lo que pasará en 2024, pero "todo apunta" a que el crecimiento será menor. El director del Foro Económico señala que se preveía una desaceleración más acusada para 2023 que no se ha producido, por lo que pide "prudencia", puesto que puede haber "posibilidades positivas", tales como unos tipos de interés a la baja.
Diferencia con la economía española
El coordinador del informe del tercer trimestre, Fernando González Laxe, alerta de que en el tercer trimestre "continúa la desaceleración económica", con siete trimestres consecutivos de un alza interanual por debajo de la media española. Así, "se mantiene la diferencia", sin convergencia y con un ritmo de crecimiento que "se ralentiza", ya que la economía gallega tiene "menos capacidad de resiliencia" que España, según Ferández Laxe.
La economía de Galicia avanzó un 1% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, ocho décimas por debajo de la media estatal, aunque en términos intertrimestrales se contrae un 0,3%. González Laxe afirma a este respecto que la economía gallega crece por el tirón de la demanda interna (el consumo de los hogares y la inversión de administraciones) mientras que "apenas" contribuye el sector exterior, con peores cifras que la media española. Llama la atención sobre el "fortísimo retroceso" de la inversión privada, lo que contrasta con la subida en España.
En la contracción de las exportaciones, Laxe detecta una reducción "sobre todo" en el sector textil. Resalta una reducción en las exportaciones en la UE para abrir nuevos mercados en Asia y América, en donde "despegan de manera muy salientable" las relacionadas con buques y conservas. Por sectores económicos, hay una contracción "muy grande" de la industria y construcción en Galicia, una "gran diferencia" respecto a España.
Análisis "positivo" del empleo
El economista José Francisco Armesto ha sido el encargado de desgranar el mercado laboral, del que hace un resumen "positivo" debido a un descenso del paro (especialmente de larga duración), bajada de temporalidad y subida de indefinidos (aunque menos que la media del país). Armesto señala que también crece la población activa y hay una mejora de indicadores de ocupación.
Respecto a los aspectos negativos, Armesto destaca que Galicia tiene la segunda tasa de actividad más baja de España, así como la cuarta por la cola de ocupación. A esto se une que los contratos de tiempo parcial aumentan "mucho más" que a tiempo completo.
El Foro Económico, por último, considera que para que la economía gallega crezca un 1%, los puestos de trabajo deben crecer un 2,4% y el número de horas un 1,9%. González Laxe identifica esto con una "pérdida de competitividad real", una cuestión que achaca a déficits en tecnología, formación y tamaño de las empresas. Por ello, de cara a las próximas elecciones gallegas, el expresidente de la Xunta avisa de que "el diagnóstico está hecho".
Laxe ha hecho un balance de la estructura económica de Galicia desde la crisis de 2008, poniendo el foco en que aumenta el peso del sector comercial y el transporte, centrado en mercados locales y regionales, mientras disminuye el peso de la industria manufacturera. Hay, además, un crecimiento del papel de las administraciones públicas, que ya se traduce en el 18,5% del PIB. Por todo ello, avisa de que el PIB gallego "no va orientado" hacia donde avanzan las economías más dinámicas del mundo".