La creadora de Vidasana, Pilar Hidalgo Ruiz.

La creadora de Vidasana, Pilar Hidalgo Ruiz. Cedida

Sostenibilidad

Pilar Hidalgo en A Coruña: "El cuerpo nos manda SOS, pero no nos han educado para entenderlo"

La asesora naturista explica que la piel es un reflejo de lo que pasa internamente en nuestro cuerpo y quiere eliminar el concepto que se tiene de ella como algo simplemente estético. "Cuando la gente viene para que le quite las manchas, siempre le digo que si quiere que le quite una defensa tan importante. Lo que deberíamos preguntarnos es por qué sale dispersa", explica Hidalgo Ruiz

2 marzo, 2023 06:00

Tener unos buenos hábitos es fundamental para no perjudicar a la salud. Una premisa en la que incidirá este fin de semana la asesora y creadora de la marca de dermocosmética orgánica Pielsana, Pilar Hidalgo Ruiz, durante su participación en la feria de ecoturismo y productos ecológicos Biocultura que tendrá lugar en Expocoruña.

Hidalgo Ruiz tiene programadas tres ponencias centradas en los buenos hábitos para cuidar el microbioma y la salud (viernes a las 18:30 horas), en por qué salen manchas en la piel (sábado 15:30 horas) y en la relación entre el microbioma y las enfermedades de la piel, la pérdida de cabello o la inflamación cardíaca (domingo 13:15 horas). De todo ello hemos hablado con ella en Quincemil para que nos dé unas pinceladas sobre lo que los visitantes de Biocultura podrán descubrir en los próximos días.

¿Cuál es la vinculación entre el uso de productos de cosmética adecuados y la salud?

Nosotros no hacemos cosméticos normales, hacemos productos de alimentación y nos dedicamos a la salud. La gente tiene que entender primero cómo funciona nuestro cuerpo a nivel medicinal para entender que la piel no es estética sino un reflejo de lo que está pasando dentro y que tiene funciones muy importantes. Es donde se fabrica el colágeno: cuando hablamos de que somos agua y de que todas nuestras células están bañadas en agua, es en esa gelatina llamada colágeno. Fabricamos queratina, que es de lo que están formadas las paredes del estómago, del esófago y del intestino.

Hay una relación muy directa entre lo que pasa internamente y se necesita. Queremos acabar con los hábitos que nos han inculcado de que la piel es algo externo, estético, y que vienen de una industria muy grande en la que se nos quiso dar a entender cómo debíamos cuidarnos y que no tiene nada que ver con una vida saludable. Todo lo contrario: nos estamos haciendo daño sin saberlo. En las charlas lo que hacemos es, desde dermatología, explicar cómo funciona todo y por qué. Qué son las manchas, por qué se acumula la melanina, qué es la melanina, qué relación tiene con la fabricación de la vitamina D, qué factor influye internamente en nosotros… Intentamos que la gente empiece a relacionar qué es nuestra salud y cómo debemos cuidarnos para no estar enfermos.

Todas las pieles tienen la misma necesidad. Siempre nos decían que había muchísimas diferencias, pero no llegamos a tener más de un 23% de herencia genética. El resto depende del consumo, de los hábitos

¿Es necesaria más información y más formación al ciudadano?

Mucha. Normalmente, el que viene de la química se queda en la química. Me he dado cuenta cuando he estudiado medicina tanto de la convencional como de la alternativa de que el sistema está hecho para estar por separado: el dermatólogo no tiene ni idea de oncología o de cómo funciona el hígado. Estudias algo genérico del cuerpo pero luego te especializas, y esto pasa en todos los ámbitos. Nosotros lo que quisimos hacer es tener el máximo conocimiento posible de todas las partes. Estuvimos con muchas personas voluntarias, gente con enfermedades a la que ayudábamos con estos conocimientos. Es aquí donde visualizas qué hace el producto. Y siempre nos hemos guiado por la propia naturaleza, que es la más fiable de todas y la única que no tiene intereses económicos. Vamos muy relacionados con el sol, con las estaciones del año y nuestras necesidades. Pielsana nace de esa investigación, junto con el conocimiento de lo convencional y lo más alternativa, uniéndolo a lo que la naturaleza nos ha ido marcando.

Se trata de seguir esas pautas más tradicionales, lo que hacían nuestras abuelas.

Exactamente, lo que hacían antiguamente por otros factores. Ahora se suele decir que era por desconocimiento, pero normalmente heredabas ciertas cosas que funcionaban y no lo cuestionabas ni mirabas si eso estaba en un libro o no. De repente, llegó la era de la tecnología en la que a través de los medios se nos empezó a decir que el jabón que hacían las abuelas era muy agresivo y que ahora había uno según el Ph de la piel. ¿De dónde viene todo eso? No de un conocimiento medicinal, sino directamente de los propios laboratorios y de los que tienen interés en venderte ciertos productos. No hay laboratorios independientes en los que se hayan hecho pruebas, son pruebas internas y el laboratorio grande, el que tiene el dinero, es el que dice que lo ha probado en cinco personas y ha ido bien en tres, así que para adelante. Es surrealista.

Nosotros lo que queremos es dar esa información que está a nuestra disposición. Nos hemos dejado arrastrar más por el márketing que por el conocimiento de todo lo que rodea la estética. Al final no nos conocemos, no sabemos que defensas tenemos. La gente lo llamaba manto ácido y nuestro Ph es muy alcalino en la piel, no es ácido. Es ácido cuando excretas y lo expulsas a través del sistema linfático. Y ese manto ácido es un microbioma, hay millones de bacterias que viven ahí. Hay un desconocimiento total de lo que tenemos, creemos que nos puede hacer daño, no nos fiamos.

Cuando la gente viene para que le quite las manchas, siempre le digo que si quiere que le quite una defensa tan importante. Nosotros tenemos ese sistema de defensa en toda la piel. Cuando sale disperso, lo que deberíamos de preguntarnos es por qué: lo lógico es que si me tengo que defender mi piel esté igualitaria

¿Qué relación hay entre las manchas? ¿Hay alguna rutina general que sea adecuada?

Todas las pieles tienen la misma necesidad. Siempre nos decían que había muchísimas diferencias, pero no llegamos a tener más de un 23% de herencia genética. El resto depende del consumo, de los hábitos. La mayoría de la gente piensa que la genética es mucho más importante. Y luego hay parte de nuestras propias bacterias que se alimentan igual, la diferencia es que esa genética va a hacer que tú hayas desarrollado mejor defensa o mejor melanina. Un detalle importante es que cuando la gente viene para que le quite las manchas, siempre le digo que si quiere que le quite una defensa tan importante. Las personas que quieren eliminar manchas marrones, por ejemplo, terminarán con manchas blancas. ¿Qué significa? Eso es una defensa, lo que habría que averiguar es por qué te sale.

Nosotros tenemos ese sistema de defensa en toda la piel. Cuando sale disperso, lo que deberíamos de preguntarnos es por qué: lo lógico es que si me tengo que defender mi piel esté igualitaria. A veces sale un melanoma que no tiene nada que ver con la defensa: la defensa lo que hace es una especie de depósito de residuos para que no se expandan a través de los vasos sanguíneos. Todo eso es una reacción de una defensa, lo que tendríamos que ver por qué está reaccionando de ese modo: si porque no se pueden unir bien todas las células pigmentarias de la piel y por ello están esparcidas o porque hay una defensa maravillosa que tenemos en la piel que se llama monocito que se empieza a morir porque lo hemos agredido sin saberlo y empieza a salir solo en ciertas partes.

La creadora de la marca de dermocosmética orgánica Pielsana (Cedida).

La creadora de la marca de dermocosmética orgánica Pielsana (Cedida).

La idea es entender que, por ejemplo, tenemos un montón de ganglios y es un sistema entero linfático a través del que expulsamos residuos. Los ganglios los tenemos en la mandíbula, en el pecho, en las axilas… En todos lados. Cuando tenemos que excretar residuos que vienen desde el interior, salen hacia fuera, y la defensa que tenemos fuera, en este caso el monocito, recoge como si fuera un depósito lo que sale de dentro. Eso sería un melanoma, aunque es algo complejo es una forma fácil de entenderlo.

La gente no sabe que nosotros tenemos una carga energética que tiene que estar equilibrada, que necesitamos los ultravioletas. No nos pueden dar alergia ni el oxígeno ni el sol porque los necesitamos para vivir. ¿Por qué hay personas a las que le da una reacción si salen al sol? Precisamente porque el sistema inmune nos está avisando de que no está preparado para absorber los ultravioletas porque tiene dañado el microbioma. El cuerpo lo que nos manda son SOS, señales, pero no nos han educado para entenderlas.

Hasta el mediodía el sol aprieta mucho más y nuestro cuerpo trabaja hacia fuera, la piel ahí es una parte muy importante, pero cuando el sol va cayendo nos ralentizamos y por la noche lo que hace nuestro cuerpo es autolimpieza y autorregeneración interna, por lo que no necesitamos cremas

Ese es el momento de buscar una solución.

Exactamente. Cuando ya entiendes los problemas que te puede causar, es cuando puedes empezar a entender que tienes que utilizar un alimento para tu piel porque está viva, está llena de bacterias vivas. Necesitamos utilizar productos que sean orgánicos para una higiene, no necesitamos 50.000 cosas. Siempre digo que los que menos usamos estos productos somos nosotros. Al final lo que tienes es una higiene acorde al ritmo del sol: hasta el mediodía el sol aprieta mucho más y nuestro cuerpo trabaja hacia fuera, la piel ahí es una parte muy importante, pero cuando el sol va cayendo nos ralentizamos y por la noche lo que hace nuestro cuerpo es autolimpieza y autorregeneración interna, por lo que no necesitamos cremas. Necesitamos la mitad de las cosas que nos han vendido.

En las charlas de Biocultura os centraréis en la piel, ¿pero sobre qué otros temas hablaréis?

Sobre el cabello y pericarditis. Cada vez más cardiólogos reconocen haber visto que en esa inflamación alrededor del corazón se encuentran bacterias que son bucales. Son bacterias nuestras, por eso nuestro sistema inmune no las ha atacado desde la boca hasta el corazón, pero cuando llegan a una zona en la que no debieran estar se inflama y eso presiona el corazón y te puede dar un problema grave. Vamos a explicar por qué estas bacterias se trasladan, y se trasladan siempre desde fuera, ya sea desde la piel, a través de los dientes, de las encías… Nosotros somos porosos y a veces, sin querer y si nos estamos agrediendo con productos que nos hacen daño como la forma de cepillarnos los dientes abriéndonos huecos en las encías, hace que nuestras propias bacterias se trasladen. Estar en una zona que no es donde deberían provoca un desequilibrio que nos puede provocar enfermedades muy graves.

Tienes que utilizar un alimento para tu piel porque está viva, productos que sean orgánicos para una higiene. Necesitamos la mitad de las cosas que nos han vendido

Igual que lo de fuera nos puede afectar dentro, también nos pasa con el cabello de dentro hacia fuera. No solo la parte de usar un champú que es agresivo o dañino y que directamente termina pudriendo la raíz, sino que cuando tenemos miedo, ansiedad y por el tipo de vida que llevamos con tanto estrés, segregamos una hormona que se llama cortisol que es veneno puro y que tenemos que excretar a través de la piel. Por donde más excretamos es por la parte de la cabeza, y ese miedo y esa ansiedad constantes hacen que el ácido queme todas las capas de la piel y termine destruyendo el ARN del folículo del cabello y podemos quedarnos calvos. Hay una parte siempre que es interna y otra que es externa, tenemos que buscar soluciones y hábitos saludables desde dentro y desde fuera. A veces no podemos evitar tener mucho estrés, pero sí buscar las herramientas para saber cómo digerirlo.

Buscar un equilibrio.

Exactamente, dentro de lo que vivimos y como lo vivimos, buscar ese equilibrio tanto externamente como internamente. Al final somos un conjunto y nos afecta absolutamente todo: el entorno, lo que utilizamos, lo que tocamos, lo que pensamos… No pensamos en que haya cosas que nos puedan afectar como por ejemplo los frutos secos. Los niños de ahora consumen muchos frutos secos, que son muy buenos, pero cuando los consumen fuera de temporada y todo el año, al final tengo un niño con asma porque es un alimento para crear mucosidad, y si creo mucosidad saturo el bronquio. Habría que hacer aún más hincapié en relacionar la ecología con la salud, no solo por el medio ambiente. Parece que es ajeno a nosotros, y va unido.