La familia y Galicia son dos ejes fundamentales de Picarolas Ribadeo, una marca más gallega que “beber nunha cunca” o que “o bocata e Xabarín”. Esta firma de moda sostenible creada por Carola Martínez y su madre Inés Ares comercializa desde camisetas hasta cuadernos customizados con diseños 100% gallegos y respetuosos con el medio ambiente.
“Chámase Picarolas porque miña avoa era Panchita das Picarolas, a miña familia viña dunha ladeira dun río que hai en Ribadeo que leva ese nome, Pircarolas. É unha homenaxe a miña avoa e a ese pasado centrado en Ribadeo e de onde vimos”, explica Martínez sobre el nombre de la firma, que bebe de la cultura y la tradición de Galicia.
Picarolas nació poco antes de la Semana Santa de 2019, cuando la joven trabajaba en Madrid en una agencia de publicidad. Martínez se percató de que en Ribadeo no había oferta de souvenirs o regalos enfocados al turismo, por lo que pensó en abrir una tienda con camisetas que reflejasen la esencia de Galicia. La firma apostó por artistas ribadenses, empezando por Carlos, para diseñar los primeros productos y ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es actualmente.
La tradición, el respeto por la Tierra y la adaptabilidad a todo tipo de cuerpos
Picarolas sigue siendo un proyecto madre-hija para Martínez, que explica que la firma tiene “esa filosofía de cousa moi pequeniña” a la que le dan mucho cariño, viendo como evoluciona a lo largo del tiempo. “Se me preguntan que é Picarolas, diría que é algo que facemos na miña casa, máis que algo empresarial no que teñamos uns cargos”, concreta la co-fundadora de la firma.
Los valores de Picarolas son también valores personales de sus responsables. "Un sería o respeto á Terra, entendendo terra como Galicia pero tamén como intentar que os nosos produtos non acaben no Atacama ou en verteideiros ou que sexan produtos de poñer cinco veces e ter que botalos, intentamos que a calidade sexa alta e perdure no tempo", explica Martínez.
Otro de los valores que siempre respeta la firma es el de mantener las tradiciones y las formas de hablar que su creadora perdió cuando comenzó a vivir fuera de Galicia. Precisamente por esto, los productos y la comunicación están en gallego: "Alégrame moito cando no medio de xente que fala inglés ou castelán atopo un acento galego que sei que vai falar a mesma lingua ca mín", explica Martínez, que añade: "Temos a sorte de ter esa lingua común e vehicular que nos permite recoñecernos e poñer en valor a nosa cultura".
El último de ellos apuesta por la inclusión y la posibilidad de que cualquier persona, independientemente de su cuerpo, pueda vestir la firma. Y es que Martínez explica que le llegan muchos correos de personas que explican que lleva tallas grandes o muy pequeñas, por lo que Picarolas se adapta a todos los cuerpos y edades: "Temos moita sorte con Lucía de Serigrafía del Eo, porque se produciramos con empresas grandes, con volumes moi grandes de pedidos, non poderíamos facer ese tipo de axustes".
Una marca sostenible de raíz
"Non apostar pola moda sustentable sabendo o que sabemos e vendo o que estamos vendo ano tras ano de cada vez máis calor e menos auga é unha auténtica loucura e unha irresponsabilidade", defiende Martínez. La responsable de la firma reconoce, sin embargo, que en su caso les queda pendiente una tarea muy complicada: la de conseguir productos textiles de proximidad, algo que quieren conseguir antes de que finalice 2023.
Picarolas Ribadeo apuesta por la calidad de la materia prima para garantizar su durabilidad. "Facer camisetas que duren cinco postas e teñas que tiralas porque a tea non vale non é lóxico nin lícito a estas alturas nas que sabemos que hai paraísos naturais absolutamente absorvidos por toneladas de roupa que non se poñen", lamenta la joven, muy preocupada por la situación del consumo textil.
Sobre la importancia de seleccionar prendas que nos hagan sentir bien y duren, Carola Martínez es un ejemplo. "Levamos seis meses vivindo só con catro camisetas porque estamos nunha viaxe longa. Desas camisetas, dúas son de Picarolas e gústame moito que seis meses despois de poñelas dúas veces á semana, de lavalas moitas veces á man, estirándoas, de sometelas a un estrés espectacular, seguen a ser poñibles. Non racharon, non estiraron…", explica la impulsora de la marca.
La mayor parte de los diseños, además, han nacido en Ribadeo y algunos, como las cuncas del Día de la Madre, se diseñaron en México, donde se encuentra de forma temporal la responsable de la firma. El diseño, la impresión y el punto de venta están establecidos en el municipio lucense, mientras que la fabricación depende del stock de la serigrafía.
Y es que Ribadeo fue la cuna de este proyecto que en un inicio contaba para sus diseños con el trabajo de profesionales locales. Es el caso de Carlos, Elvira o Anxe López, que plasmaron su arte sobre los primeros productos de Picarolas realizando un trabajo que Martínez alaba. La evolución de la firma, sin embargo, ha llevado a que ahora la mayor parte del trabajo lo realice su CM, que indica que están abiertas a propuestas de otros diseñadores gallegos.
"Dende que se inicia o deseño na miña cabeza ata que chega ás mans da persoa que compra, que son maioritariamente mulleres, todas as persoas polas que pasa, que están directamente implicadas na produción, no deseño e na distribución de Picarolas son mulleres", explica Martínez, que destaca el papel de su madre Inés y de Lucía. Así, a la sostenibilidad y a la defensa del gallego y del patrimonio se une el trabajo de tres mujeres rurales que trabajan mano a mano.
Diseños con folklore
La firma comenzó su andanza con las camisetas y posteriormente se atrevió con ropa para los más pequeños, las totebags de algodón orgánico, las sudaderas y las cuncas. El apoyo de Lucía, que les propone nuevos productos, hace posible que Picarolas vaya poco a poco aumentando su gama y en 2022 sumó las mochilas, por ejemplo, a las libretas, mientras que Martínez ya baraja hacer una agenda.
Todas ellas cuentan con un diseño exclusivo con la tradición gallega por bandera. Los más vendidos en la actualidad son los que rezan "As filloas non son crepes", que nació de la idea de explicar qué son las tradicionales filloas y diferenciarlas de crepes y tortitas; las totes y las camisetas de "Non dou feito", una frase muy "socorrida"; y "Muiñeira e perreo", que fue un gran éxito.
Esta última nació de forma fortuita. "Viñamos de camiño á foliada da Fonsagrada e decateime de que na miñas listas de reprodución podía estar sonando Xosé Lois Romero & Aliboria e de repente saltar a Don Omar ou Xabier Díaz e saltar a Bad Bunny", explica Martínez, que confiesa que este diseño es uno de sus favoritos porque habla de las raíces y del folklore como algo más allá de una moda o un estilo musical.
Los productos de Picarolas se pueden comprar tanto en la tienda física como a través de la web y su responsable ya busca mercadillos y festivales para acudir este verano, así como puntos de venta fuera de Ribadeo. Martínez, además, está en contacto con sus clientes, a los que asesora en el proceso de compra y atiende de forma personalizada para que el producto que adquieran se adapte lo mejor posible a lo que buscan.