Ertha Surfboard nació de la inquietud de su responsable, Ettore Burdese, alrededor de lo contaminante que era este deporte tan vinculado a la naturaleza. Fue así como este italiano afincado en Galicia creó en plenas Rías Baixas una marca enfocada al diseño, fabricación y venta de artículos sostenibles para el surf. Ahora, sus productos con alma gallega ya navegan olas de todo el mundo.
"Hemos visto que la industria del surf es muy contaminante y tratamos de encontrar métodos constructivos alternativos y materiales alternativos", explica Burdese, que señala cada año se producen en el mundo 13 millones de tablas de surf. "Sería el equivalente en volumen de 10 Catedrales de Santiago de Compostela llenas de tablas, o sea, 220.000 metros cúbicos", ejemplifica el responsable de la firma.
La mayor parte de estas tablas no se reciclan y muchas son de escuelas, por lo que se usan una única temporada y después van a parar a la basura. Una situación que contrasta con el fuerte vínculo que los surfistas tienen con la naturaleza y, en particular, los mares y océanos. Algo a lo que se une, señala Burdese, el lugar y forma en la que se fabrican las tablas.
"El 98% se hacen en Oriente Medio, donde no se respetan los derechos humanos, del trabajador, ni los derechos medioambientales. La realidad de la industria del surf es esta: la mayoría se hace con esclavos, como el peor textil", explica el responsable de la firma, que cree en un renacimiento de la industria del surf hacia un modelo más sostenible.
Un algoritmo para diseñar las tablas
El proyecto de Ertha Surfboard comenzó cuando el responsable de la firma ganó un concurso de ideas y una subvención europea. Comenzó así la investigación y el desarrollo de diferentes tecnologías para hacer tablas con materiales renovables o un núcleo de plástico reciclado que pudiesen usar tanto principiantes como profesionales de este deporte.
El método de fabricación de Ertha Surfboard, empleando un robot, le permite a la firma succionar todo el desecho plástico que se genera durante el proceso. "Si lo hace un ser humano de forma artesanal, este plástico se deshace en muchos plásticos que acaban en el suelo y entran en la cadena trófica", indica Burdese, que indica que este material no contaminado se usa para la fabricación de cajas de pescado o EPS.
La firma dispone de tres máquinas que dan una preforma a las tablas. "Existen tres shape machine, pero luego siempre se necesita la mano del hombre", concreta Burdese, que añade: "La tecnología nos ha permitido automatizar todo el proceso constructivo. Ha sido un trabajo de programación y tenemos un algoritmo que usamos para diseñar las tablas según lo que buscamos y combinando muchas formas que ya existen en el mercado".
Madera de paulownia y fibra de lino
La firma usa en todo el proceso recursos renovables. Uno de ellos es la madera de paulownia, el árbol "que más CO2 absorbe durante su fase de crecimiento" y conocido como el "aluminio de la madera" debido a que es muy dúctil y elástico y no se pudre con el agua. "Es la madera ideal para hacer las tablas de surf", concluye sobre este material Burdese.
Otro material que usa la marca es la fibra de lino, empleada sobre todo para poner por la parte de abajo de la tabla. A todo ello se une el plástico reciclado, que forma el núcleo de algunos de los modelos de tablas para hacerlas más ligeras y permitir que los jóvenes que están aprendiendo a hacer surf, por ejemplo, puedan saltar más alto las olas.
"Tenemos tres familias de formas de las tablas, que se llaman shape, para que cubran todas las necesidades. Una para usos más radicales, otra para un surf más de curva, tranquilo o retro y los tablones", explica Burdese sobre las opciones que comercializan, que van dirigidas tanto a personas que compiten como a aquellas que se están iniciando en el mundo del surf.
Las tablas que más éxito están teniendo este año, por otro lado, son las Twin, de dos quillas. "Es una tabla muy transversal que puede usar un principiante o el campeón del mundo, y ambos se pueden divertir", indica el responsable de la marca. Una amplia gama de público que puede estar en cualquier país, ya que las ventas se realizan a cualquier parte del mundo.
Grips y ventas a todo el mundo
La firma elabora grips, una alfombrilla antideslizante que se pega a la tabla de surf, para otra empresa del sector. "Casi todas las tablas la tienen de goma eva, que es plástico. Nosotros producimos para Jam Traction un grip de corcho, usando un recurso renovable en vez de uno derivado del petróleo", señala Burdese.
Ertha Surfboards tiene una tienda online y, además, cuenta con varias tiendas físicas que comercializan sus productos. Es el caso de Drop in y Vazva en Galicia, así como en vía Montenapoleone en Milán. "Estar en Montenapoleone para un italiano es un sueño", confiesa este italiano enamorado de las olas del Atlántico.
Ettore Burdese fue un surfista profesional hasta que comenzó su carrera como arquitecto. La arquitectura dio paso hace cinco años a su pasión, el surf, con la creación de esta marca que se llama Ertha porque así se denominaba la Tierra en el idioma primitivo de los nativos de Inglaterra, término que evolucionó a earth.
Ettore Burdese ha asentado su marca en tierra firme. Una empresa, sin embargo, enfocada en la creación de tablas para navegar no solo las olas del Atlántico que lo enamoraron hace muchos años sino también la de otros mares que protege gracias al uso de tecnología con la que evita los desechos y de materiales elegidos con mucho cuidado.