O Rosal, en Pontevedra, no solo es la cuna del mirabel, sino también el lugar de nacimiento de Sara Martínez Rodríguez, una joven que ha descubierto en el diseño de pendientes exclusivos su proyecto de vida. Los colores y las formas juegan un papel fundamental en los artículos que esta gallega crea con mimo y esmero para sus clientas, que no dudan en lucirlos en ocasiones especiales como bodas o graduaciones.
Vargas Lemos nació cuando su creadora estaba estudiando un ciclo. La Covid-19 la obligó a posponer sus prácticas, lo que le impidió matricularse ese curso en la carrera de Diseño de Moda en A Coruña pero al mismo tiempo le sirvió para comenzar a investigar con la arcilla polimérica vegana, un material que descubrió por casualidad y que le permite crear piezas especiales a medida.
Colaboraciones y piezas personalizadas
Las piezas iniciales que diseñó gustaron mucho en su entorno y la creación de un perfil en Instagram le sirvió para poder comenzar a realizar sus primeras ventas. Algo que sucedió hace ahora tres años y que la llevó a crear una marca en la que homenajea sus orígenes: Vargas Lemos son los segundos apellidos de sus progenitores.
"Siempre he querido llevar los segundos apellidos de mis padres porque me parecían más originales, más bonitos y más gallegos. Mi madre siempre me decía que iba a ser mi nombre artístico", explica esta artesana que ha apostado por trabajar un material que es una variedad de la arcilla más habitual. Rodríguez usa una marca llamada Papa’s clay, vegana y que compra en Italia.
Las piezas las crea con esta especie de "plastilina" que le permite dar rienda suelta a su creatividad y diseñar exclusivos pendientes. "Hago pequeñas colecciones y todos mis diseños son totalmente exclusivos. Me pongo a dibujar las colecciones cuando me pongo a trabajar, en cuanto veo el material, los colores que tengo y la época del año que es", explica la artesana.
Sara Rodríguez ha colaborado, además, con varios proyectos. Uno de ellos fue una colección creada para la Asociación de Diagnosticados de Cáncer de Mama (Adicam), en la que algunos pendientes tenían forma de pecho, y otro con un santuario de Santiago a través del que creó varias piezas inspiradas en el mundo animal.
La joven, además, personaliza los productos, algo que le ha valido la confianza personas que asisten a bodas o graduaciones. "Lo diseño desde cero junto a la persona, le doy todo el margen creativo", indica Rodríguez, que añade que sus pendientes han sido también regalados en un enlace matrimonial como detalle especial para las invitadas.
"Haz que la moda encaje contigo"
Las redes sociales, al igual que a otras muchas jóvenes emprendedoras, le han servido a Sara Rodríguez para darle un impulso a su carrera como diseñadora. Instagram es para ella "el portal más grande para darte a conocer" y un espacio que le permite estar en contacto con sus clientas de forma directa, pero además vende sus joyas en Artesanando (A Coruña) y mercados.
Sara Rodríguez tiene como uno de sus lemas "No cambies para encajar en la moda, haz que la moda encaje contigo", un mensaje con el que quiere transmitir que existe un Vargas Lemos para todo el mundo. Algo que es posible gracias a su amplio abanico de propuestas: "Y si aún así no encuentras lo que buscas, te lo puedo hacer personalizado".
La joven, además, cuida cada detalle y no desperdicia el material del que dispone. "Tengo algunas colecciones que son recicladas. Cuando haces los pendientes, estiras la masa y la cortas con la forma que quieres. Siempre hay un desperdicio que queda de sobrante en el medio de las figuras. Lo guardo y cuando tengo mucho, lo mezclo y hago colecciones recicladas", indica esta emprendedora.
Una acción que le permite no desperdiciar el material. "El packaging también es reciclado porque al estudiar Diseño de Moda tengo muchísimos retales de tela que no dan de sí para coser y los uso para envolver los pendientes. Cuando envío por correo, uso cajas de cartón reciclado", señala esta artesana que inició por casualidad su recorrido en el mundo de la moda y, tres años después, sigue dando pasos.