Javi Chapela tiene 22 años, estudia, realiza prácticas en una empresa y, además, es cantante. Su proyecto musical empezó, como tantas otras cosas, en el confinamiento. En 2020, y mientras cursaba segundo de BACH, Javi se embarcó en una aventura musical. Más de tres años después ha llenado sales de Madrid y A Coruña y ha actuado en algunos de los festivales más señalados de Galicia (Morriña Festival y Caudal Fest).
Ahora, con un pie en la capital, intenta buscar un hueco en la industria musical. Está tocando muchas puertas y no está siendo fácil, pero reconoce que vale la pena. Uno de sus últimos temas —y más populares— es en colaboración con Íñigo Quintero, el coruñés que compusto Si no estás. En los próximos meses sacará nueva música.
El 2023 fue un año lleno de éxitos para Javi Chapela, ¿Cómo plantea su proyecto musical este 2024?
Va a ser un año muy importante. Pretendo seguir creciendo y dar un paso adelante, profesionalizar del todo el proyecto. Dar ese paso que empieza a demandar el proyecto. Antes era todo muy amateur y ahora parece que nos pide una marcha más. 2024 va a estar lleno de canciones nuevas, muchos directos y tantas alegrías como este 2023.
¿En qué nota que el proyecto pide más?
Principalmente en la gente que va llegando al proyecto. Ha habido una subida de seguidores importante en los últimos meses. En los dos conciertos que hemos hecho a final de año en Madrid y en A Coruña hemos llenado sala. Con todo el feedback que tenemos de la gente es lo que hace que el cuerpo nos pida meter otra marcha.
Le acompaña un equipo numeroso.
El guitarrista, el bajista, el batería y el piano, que también es mi manager. Luego tenemos a nuestra fotógrafa y otros músicos que vamos metiendo según nos venga bien en los directos. Por ejemplo, en A Coruña trajimos a Mauro, que es el trompetista.
En 2023 su banda le acompañó a grandes festivales como el Morriña Festival o el Caudal Fest ¿Ha comenzado a sonar el teléfono para este 2024?
A día de hoy solamente está confirmado el Sonórica, en Castro Urdiales. Y sí, es la temporada de tener el teléfono todo el día en la oreja y mucho mail. Damos mucha guerra para que nos hagan hueco a los artistas emergentes en los festivales. Estamos a la espera de de confirmar más festis, más conciertos, más oportunidades. Ojalá este sea un año tan positivo como el anterior.
¿Es complicado hacerse ese hueco como artista emergente?
Sí, al fin y al cabo el mundo de la música es un mundo muy complicado para levantar la mano y que te den parte de la comida. Es difícil que te hagan ese hueco entre los festivales grandes, al fin y al cabo buscan gente que venda entradas. Eso es algo lógico, como promotor yo también lo buscaría. Nosotros tuvimos esa suerte el año pasado, tanto en el Morriña como en el Caudal. Es un trabajo muy complicado, de picar mucha piedra, de llamar a muchas puertas y de tener la suerte de que acabe sonando la campana.
¿Hará parada en algún festival de Galicia este verano?
Seguimos en conversaciones con varios festivales y espero tener un par de fechas en Galicia. Pero bueno, al fin y al cabo tampoco depende de mí. Si por mí fuese, tocaría en todos los festivales de Galicia y en todos los festivales de España.
Su proyecto musical lo compagina con los estudios, ¿es complicado?
Tengo tres verticales en mi vida: trabajo, estudios y la música. Sí que es verdad que a veces coordinar las tres cosas no es nada sencillo. Estoy un poco hasta arriba, pero de momento va bien. Por ahora puedo compaginarlo todo.
Es su último año de carrera, ¿se imagina apostándolo todo por la música?
Se tienen que dar muchas casualidades, muchos componentes que a lo mejor no están tanto en mi mano. Al fin y al cabo, si tus canciones no funcionan es muy difícil dedicarte a la música o intentar apostar por ella. El curso que viene tendré que plantear todas mis oportunidades y mis posibilidades.
Siempre hay que tener un plan A y un plan B. Todavía no sé cuál es cuál, pero sí quiero tener esas dos vertientes. Seguiré apostando por las dos hasta que mi cuerpo diga basta. Ojalá el día de mañana pueda decir que me dedico a la música.
Por ahora parece que su música gusta. La canción que tiene con el también coruñés Íñigo Quintero, Sin tiempo para bailar, acumula 11 millones de escuchas en plataformas.
Es de esas cosas de la vida que no te esperas. Cuando compusimos este tema juntos (enero de 2022) Íñigo era un chaval como yo que acaba de empezar. La compusimos desde la mayor humildad y sin ningún tipo de expectativas. Obviamente ha cogido ese vuelo gracias al boom que ha tenido Si no estás.
Yo en la vida pensé que llegaría a tener un tema con esos números. Ahora toca la responsabilidad de mantenerse a la altura, de seguir haciendo música y sobre todo de engrasar bien la máquina y darle a la gente nueva que ha llegado al proyecto buena música y sobre todo buenos directos.
Sin tiempo para bailar es uno más de sus singles. En tres años ha sacado infinidad de ellos, también 3 EP, pero ningún disco ¿Es algo premeditado?
Yo creo que ahora mismo hacer un disco se ha convertido ya casi en un fetiche de artista. Lo que antes era lo más normal del mundo, ahora requiere de tener cierta infraestructura. Es algo costoso que implica mucho tiempo de trabajo. Y la industria está cambiando a la inmediatez más absoluta.
Me encantaría poder hacer un disco en un futuro no muy lejano, pero de momento estamos trabajando en formato single. Sí que es verdad que mis dos primeros lanzamientos fueron dos EP, pero muchas veces, tal y como funciona ahora mismo los algoritmos y las redes, es casi como tirar a la basura algunos temas. Al final pones el mismo empeño en los temas que te funcionan que en los que no lo hacen.
Da mucha rabia y da mucha pena ver que hay temas que se van quedando por el camino. Sobre todo cuando eres un artista emergente que apenas tiene medios. Al final te tienes que acabar resignando a sacar singles porque es la única manera que tienes de que la canción funcione sin desperdiciar recursos.
¿Juegan un papel importante las redes sociales en ese proceso?
Las redes sociales se han convertido en una parte de nosotros mismos. Los artistas que antes se limitaban a hacer música y a tocar ahora se han tenido que convertir también en casi influencers. Forma parte del juego. Al fin y al cabo las cosas cambian. Es reinventarse o morir y saber y ser capaz de ver este tipo de oportunidades. Subirte a la ola.
¿Tiene la sensación que esa viralidad ha sido importante para el crecimiento de su proyecto?
Yo no soy una persona muy de redes sociales, la verdad. Estoy contradiciendo ahora con lo que he dicho antes, pero a lo mejor es uno de las temas que tengo pendientes. Y sí, claro que lo veo como un punto fundamental para para tener presencia como artista emergente. Igual 2024 es el año para empezar a tomarme más enserio mis redes (ríe).
Su último trabajo Rayo verde vio la luz en diciembre ¿Habrá nuevos estrenos pronto?
Seguimos trabajando en nuevas canciones de aquí a verano. El objetivo es sacar tres nuevos singles que que ya tengo compuestos. Ahora es cuestión de entrar en el estudio, grabarlos y ponernos a darles forma. Los pilares ya están hechos, ahora solamente hay que ponerle tejado y pladur. Tengo muchas ganas de ponerme a currar, la verdad.