Nïn the label nació hace año y medio con el objetivo de crear "prendas mágicas para toda la vida". Un proyecto fruto de la pasión de su creadora, Paz García, por la moda, sector en el que lleva trabajando casi 25 años y que ahora le ha dado la satisfacción de poder contar con su propia marca, a través de la que diseña prendas a medidas con tejidos ecológicos y vintage.

Las piezas de Nïn the label forman parte de ediciones limitadas y se confeccionan en pequeños talleres de Oza dos Ríos y Carral donde trabajan solo mujeres. "No me sentía conectada con el formato del fast fashion, porque yo tampoco consumo ese tipo de moda. Llevaba muchísimo tiempo pensando que quería hacer algo mío, algo diferente, a medida, personalizado y con otro tipo de tejidos", explica García.

Nïn the label arrancó su andanza hace año y medio, un período durante el que ha crecido y su creadora se ha sentido plenamente conectada con lo que hace. Una conexión que también la une a las personas que apuestan por vestir la moda que diseña, según explica García: "Tengo clientas habituales con las que hacemos prendas especiales solo para ellas, como si fuese un pequeño atelier".

¿Y por qué ese nombre para su firma de moda? García, que estuvo vinculada entre otros a Inditex y a Bimba y Lola, se confiesa una gran fan de la escritora Anaïs Nin, lo que la llevaba a usar en sus redes sociales el nombre Paz Nin o Virginia Nin. Un homenaje que ha mantenido para bautizar a su propia marca de moda, que lleva ahora el apellido de la francesa.

Tejidos que son auténticos tesoros

"Yo no quiero producir tejidos", afirma tajante la diseñadora, que aprovecha los stocks de tejidos que no hayan utilizado multinacionales para crear sus propias prendas. "Son mis recursos. Compro tejidos que están en stock, que sean orgánicos o nobles, de buena calidad y muy poquitos metros para hacer ediciones limitadas y mantener la exclusividad, que es lo que le gusta a mi clienta", indica García.

La emprendedora usa tejidos que considera auténticos tesoros y que encuentra en sitios como un anticuario de Ferrol en el que adquiere piezas de seda. La poca cantidad de la que dispone de cada material, sin embargo, hace que pueda confeccionar un solo vestido, por ejemplo, que a veces combina con el ganchillo gracias al arte de su madre, la "reina del crochet".

La responsable de la firma, además, no almacena prendas ya que apuesta por piezas a medida para que sienten a la perfección a cada una de las mujeres que las visten. Así, esta ferrolana residente en A Coruña crea patrones sobre los que las clientas pueden pedirle modificaciones, algo que también es posible aplicar en el caso de algunas prendas que han lucido en eventos como bodas.

"Yo construyo al revés, digamos, de una diseñadora al uso. Es decir, tú preparas una colección diciendo: quiero hacer vestidos fluidos con manga de globo, y buscas el tejido. Yo busco los tejidos que me gustan y una vez los tengo, construyo. Si tengo un tejido más rígido, ya sé que no puedo hacer un vestido fluido y hago uno armado o con volúmenes", explica García, que concreta que hace un máximo de 10 unidades por tejido y modelo.

Un proceso consciente

Nïn the label realiza todas sus ventas a través de Instagram, donde su creadora asesora de forma personalizada a cada una de sus clientas, para las que prepara con todo el cariño el envío de las prendas. Algo que se refleja en los rituales que realiza para que todo salga perfecto: "Por ejemplo, cuando las prendas salen del taller y las tengo preparadas para enviar, las ahúmo con palo santo, les doy un propósito".

Paz García señala que busca de esta forma darle a la ropa el mimo y la buena energía que quiere transmitir y hacer llegar a quien la vista. "Intento que toda la parte del proceso sea muy consciente. Las prendas, aunque sean algo material, tienen una energía: hay prendas que te hacen sentir bien porque te recuerdan algo y otras a algo negativo. Estás cargando la prenda con esa energía", explica la diseñadora.

"Llevaba prácticamente toda mi vida en el circuito del fast fashion: tendencia y haces lo que toca. Aquí hago prendas más atemporales, que me gustan, que me pondría yo. No sigo una línea concreta", señala contenta Paz García. Es así como esta emprendedora ha encontrado su lugar y un proyecto de vida que la llena y ya piensa en abrir un espacio físico para que sus clientas vean (y toquen) su trabajo.