El arte y la artesanía pasaron a ser parte fundamental de la vida de José Manuel Riveiro y Ruth González por casualidad. Él es electricista y ella, informática, dos profesiones alejadas del trabajo con la madera y la resina al que ahora dedican su vida a través de SonAgasallo, que también les permite centrarse en la escultura con este material.

"Un día petou na porta un veciño dicindo que quería facer unha exposición de artistas que non se dedicasen á arte ao enterarse de que facíamos esculturas, pezas de decoración, xoias... Xuntámonos veciños da zona e fixemos dúas exposicións conxuntas", explica González sobre el inicio de este proyecto.

Uno de los trabajos en madera de SonAgasallo. Cedida

Una iniciativa en la que estuvieron asesorados por la Fundación Ronsel y que desde un principio tuvo como nombre SonAgasallo. Y es que esta pareja de Porto do Son piensa en sus productos como un regalo hecho con mimo y, en muchas ocasiones, con madera recogida en playas a la que da una nueva vida.

La naturaleza y la tradición, fuente de inspiración

SonAgasallo centra parte de sus creaciones en las joyas, que elabora con una mezcla de madera y resina. "Queda un material único que nos permite encapsular moitas cousas, danos moito xogo", explica González, que señala que también elaboran artículos de decoración.

La mayor inspiración para estos artesanos son la naturaleza y las tradiciones gallegas, con el mar como eje central. Muchos de los productos que hacen sin encargo, como joyas o llaveros de panderetas que tocan, se pueden comprar en Creativas Galegas, en Santiago.

Uno de los tahumis de SonAgasallo. Cedida

Una producción a la que se unen unos seres mágicos que ellos mismos han creado: los tahumis. "Viven no monte Tahúme, que está aquí ao lado, e utilizámolos para falarlles aos nenos da natureza e o seu coidado, da reciclaxe... Temos xogos e outros produtos máis relacionados cos tahumis", indica la responsable de la firma.

"Temos uns cascanoces de tornillo cun cogumelo aos que lles tallamos unhas caras dunha personaxe. Non hai dous iguais porque se fan a man aínda que teñan o bigote ou a barba dos tahumis", explica Ribeiro sobre uno de los productos que más llaman la atención.

José Manuel Ribeiro talla un caballo de madera. Cedida

Las esculturas, por otro lado, son uno de los puntos fuertes de esta marca que ha transformado un roble seco en un caballo de tres metros cerca del Castro de Baroña. Un ejemplo del gran trabajo que José Manuel Ribeiro hace con una motosierra y que lo ha llevado a mostrar su arte con talla en directo. "É un don", indica Ruth González.

Trabajos personalizados

Esta marca gallega apuesta por la personalización de sus productos y, a la gama de artículos que diseñan, se suman aquellos totalmente pensados para un cliente en concreto. Es el caso de personas que apuestan por regalos personalizados o un recuerdo de una mascota fallecida, algo muy emotivo para González y Ribeiro.

SonAgasallo, además, también hace trofeos para diferentes competiciones como los de la Dorna en Ribeira o un reciente concurso de figuras en la arena. Unos encargos que han llegado en gran medida al boca a boca y al nombre que se han labrado estos dos artesanos que han encontrado en la madera una forma de sonreírle a la vida.

Y lo hacen siempre desde el respeto por el medio ambiente, algo que llevarán a los talleres: "É a maneira de ensinar a coidar do que temos, estamos nun entorno privilexiado e hai que coidalo, non é soamente consumir", señala José Manuel Ribeiro, que añade: "Gusta. Todos temos un lado creativo".

Pendientes de SonAgasallo. Cedida

Así es como la informática y el electricista han encontrado en este oficio la manera de enseñar la importancia de respetar el medio ambiente al mismo tiempo que proponen bonitos artículos. Algo a lo que se suma la alegría que les da su trabajo: "Que unha peza feita coas túas propias mans provoque emocións é algo moi satisfactorio".