Expoconvento empieza en A Coruña: los mejores dulces artesanos en los Capuchinos

Hacer acopio para las sobremesas de las cenas y comidas navideñas puede ser la excusa perfecta para acercarse a la Feria del Dulce de Convento que ha abierto esta mañana sus puertas en la parroquia de los Capuchinos de A Coruña. Hasta el 9 de diciembre de 2019 estarán allí a la venta los que aseguran ser "los mejores dulces del mundo".

Para llevarse a casa algo mucho más artesano que el turrón de supermercado, en las instalaciones parroquiales de la iglesia de Federico Tapia se pueden encontrar manjares azucarados provenientes de diferentes conventos de la península. En total, participan 35 de toda España, incluidos los dos conventos de la ciudad: las Clarisas de Santa Barbara y las Carmelitas de Eirís.

Ya es la novena edición de este encuentro anual para golosos que a la vez saben valorar el sabor y la calidad de lo artesano, elaborado con recetas centenarias que se conservan entre los muros de los conventos repartidos por la geografía nacional.

Tal y como explican desde la organización, no se garantiza que la feria permanezca abierta toda la semana: en caso de agotar existencias se pondrá punto y final a Expoconvento por este año. Esto no va de llamar a la fábrica y de "pulsar un botón" para producir más cantidad.

Clarisas de Astudillo, Palencia (Expoconvento)

Esto va de religiosas que han estado preparando en sus conventos cada una de las cajas que están estos días a la venta en A Coruña. Por ejemplo, las yemas del Convento de San Leandro de las Agustinas de Sevilla, mantecados de las Clarisas de Estepa, o las famosas magdalenas del Convento de Santa Isabel La Real de Granada.

Las Jerónimas de Mórón (Dulces de conventos de clausura)

Desde la organización de este evento anual recogen los dulces las semanas previas para que todas estén en A Coruña esta semana de diciembre. Este año hay incorporaciones, pero también lamentan un "importante baja": las Trinitarias de Noia no han podido traer sus dulces por próximo cierre del convento. Destacan que con la compra, además de endulzarse, se ayuda a que puedan conservar el patrimonio que albergan los conventos.