Nebari Flor & Bonsai reabre sus puertas en A Coruña después de diez años, pero esta vez con un nuevo enfoque. Rosa, la antigua dueña y ahora acompañada de su hermano Javier, declara que dedicó varios años a sus hobbies hasta que se dio cuenta de que las plantas eran su vida y un conocimiento que ya poseía. "Decidí juntarme con la sangre joven, con alguien que supiese de tecnologías y tuviera ganas de aprender", añade la comerciante.
La tienda mantiene su logo original, diseñado por el director del salón del cómic de A Coruña, Miguel Anxo Prado. Sin embargo, coloca la palabra "nebari" (base del tronco de los bonsáis) en su rótulo con el fin de mantener la esencia de dicha planta y fomentar la cultura japonesa.
Una floristería con toques ‘casual’
Nebari Flor & Bonsai se presenta como una floristería diferente a lo habitual, donde se pueden encontrar tanto plantas exteriores como interiores.
Además, la floristería también propone arreglos florales, de flores secas o preservadas. "En este momento los clientes demandan flores silvestres, con acabados naturales, no muy rígidos de formas ni de colores. Ramos más chic, con toques casual", manifiesta la dependienta.
Especies y precios
Los árboles que más se venden son los bonsáis de interior, concretamente especies de procedencia tropical o mediterránea como el ficus, las carmenas, los olivos o los granados, que ahora están con flor.
Sin embargo, las plantas que suelen llamar más la atención son las de exterior. Destacan, por ejemplo, árboles como los arces, los carballos o los pinos. En la tienda también se venden elementos para el cuidado de las plantas, como abonos específicos o herramientas (tijeras, pinzas, alambres para modelar, macetas…).
Referente a los precios, los bonsáis cuestan desde 30 a 800 euros. Normalmente, el valor depende de la edad, del tamaño y la especie. "No siempre el árbol más grande va a ser el más caro. El diseño japonés cuesta más que el diseño chino", aclara Rosa.
Una finalidad estética
En una época en la que se valora la belleza y el arte, no hay que obviar que el bonsái adquiere una finalidad estética. De hecho, se presenta como una ventana abierta a la naturaleza. "No solo es un número, no estamos vendiendo bocatas de chorizo", concluye Rosa.
En muchos casos, la falta de información o incluso la mala información propician que esta planta no se cuide adecuadamente, a pesar de que solo necesita agua, luz, abono y mucho cariño. "El bonsái establece una relación afectiva con el cuidador y depende de él para su supervivencia", confiesa la florista.
Rosa, que lleva más de 40 años en el sector, asegura que no existe ninguna otra tienda en A Coruña especializada en bonsáis. Los hermanos pretenden darse a conocer en el mercado, fidelizar clientes y llegar a ser un referente nacional. De hecho, no es un negocio que piensen expandir sino, más bien, su objetivo consiste en satisfacer a los clientes para que vuelvan a comprar.