La pandemia y las restricciones golpearon, y mucho, a los comercios. En 2020, este sector se vio obligado a permanecer cerrado durante varios meses y su vuelta a la actividad estuvo marcada por restricciones. Unas limitaciones que sobre todo afectaron a los pequeños comercios, que vieron cómo el Covid aminoraba los ingresos de sus negocios. Unos ingresos que no eran suficientes para hacer frente a todos los gastos (alquiler, facturas, impuestos…).

Ante este panorama, fueron muchos los comercios que se vieron obligados a bajar de manera definitiva la persiana de su establecimiento. En Quincemil dimos cuenta en los meses más duros de la pandemia de la situación por la que atravesaba este sector que ahora, con un escenario más halagüeño, encara una nueva etapa. Etapa en la que muchos ya se han quedado atrás y eso se deja notar en las calles de la ciudad, incluso en aquellas más céntricas como la calle Real.

Zona de compras por excelencia durante décadas, los coruñeses acudían a esta céntrica calle que va a dar al Obelisco para disfrutar de una jornada "de tiendas". Las marcas más prestigiosas y más actuales tenían sus tiendas en esta vía que ahora presenta una imagen muy diferente.

Gran parte de sus bajos están vacíos, en los escaparates solo se ven carteles de "Se alquila" o "Bajo disponible". Ni rastro de aquellos maniquís que lucían las últimas tendencias de moda, ni las hileras de calzado que llamaban la atención de todo coruñés que paseaba por esta calle. Hoy la calle Real ofrece una imagen que hay quien pensó nunca ver: muchos de sus bajos están vacíos.

Mientras San Andrés parece vivir una época de mayor esplendor, la calle Real se está quedando vacía. A los bajos que llevan décadas sin ser ocupados, como el del Mc Donalds, se suman otros que recientemente han dicho adiós a sus inquilinos, como la tienda de Bimba y Lola o la de Hawkers.

Joyerías, tiendas de cosmética, zapatería, moda y complementos…. Hace años en la calle Real uno podía encontrar una amplia oferta de productos que ahora se ha trasladado a otras zonas de la ciudad. La plaza de Lugo acapara ahora la oferta comercial de la ciudad, que cuenta además con diversos centros comerciales.

Sin embargo, hay una curiosidad, y es que mientras hay bajos de la calle Real que se quedan desocupados, hay otros que, tras años de abandono, son rehabilitados con el objetivo de poder albergar un nuevo negocio. Un negocio que consiga volver a animar una calle en la que ya encontramos varios locales de hostelería. ¿Sera esta una nueva oportunidad para revitalizar la calle Real?