Incertidumbre en el pequeño comercio gallego ante las nuevas medidas de ahorro energético
Los empresarios se mantienen a la espera de indicaciones con respecto al Plan de Eficacia y Ahorro Energético presentado el pasado lunes
3 agosto, 2022 06:00El Plan de Eficacia y Ahorro Energético anunciado el pasado lunes por el Gobierno de España pretende paliar los efectos de la crisis energética existente a nivel mundial. Este paquete de medidas convocado con carácter urgente supone un llamamiento a la solidaridad de negocios y hogares para reducir el suministro energético que, en palabras del presidente del Gobierno Pedro Sánchez "es una tarea de todos y es prioritario".
En este sentido, desde la Administración central insisten en que no supondrá "recortes" en el suministro para la industria o las familias y que resultará beneficioso debido al "ahorro en la factura de la luz y en la competitividad de la industria". Sin embargo, la pequeña industria no respira tranquila.
Unos de los sectores más castigados tras la pandemia, como es el caso de la hostelería y el comercio local, vuelven a ver sus negocios peligrar a causa de esta nueva amenaza que supone la crisis energética. En este caldo de cultivo, los pequeños empresarios se mantienen a la espera de indicaciones concretas sin saber qué tipo de actuación se espera por su parte.
En los negocios de Narón (A Coruña), la noticia sobre la necesidad de reducir el uso de energía ha sumido a sus encargados en una gran incertidumbre donde, en líneas generales, impera un único planteamiento: de donde no hay, no se puede sacar.
Se acumulan los problemas
"Yo ya hace tiempo que me quité la corbata", afirma Rubén Barros, gerente del taller de lavado y detallado de automóviles Renovalto. El mecánico reconoce que, tras la guerra y la crisis energética, el precio de los materiales que obtiene de sus proveedores se ha incrementado entre el 10 y el 15%.
Con todo, Barros advierte que "lo malo no es de ahora. Aunque si que en los últimos meses se ha notado un descenso todavía mayor en algunos servicios. No sé si echarle la culpa a Putin o no, pero el punto fuerte de este lavado eran los pulidos y hubo un gran descenso. Ahora la gente viene más por necesidad y la puesta al punto la dejan apartada mientras el coche vaya tirando".
En este contexto, las medidas que ya se conocen, como la limitación de poner el aire acondicionado por debajo de los 27 grados y la calefacción por encima de los 19, no parece afectar al taller de automóviles ni a otros negocios de la zona, que insisten en que ya estaban "bajo mínimos".
"Es normal que no nos afecte porque es que ya ni lo tenemos, ya llevamos tiempo intentando trabajar con lo justo, no sé qué podrán pedirnos" afirma Carmen Roca, dueña del bar A Criba, que recalca: "Hay cosas como la máquina de café y las neveras que consumen muchísimo, pero no hay forma de reducir su consumo. No tiene sentido que apague la cafetera por la noche porque al día siguiente va a consumir el doble encenderla".
Solidaridad bajo mínimos
La expectación en la espera por conocer cómo va a afectar de forma particular este nuevo proyecto estatal a cada negocio local se mezcla además con el miedo a perder clientela por continuar reduciendo servicios que proporcionan comodidad.
Estos son los temores que comparten Vane y Marta desde el centro estético Ethernal. "Que no pusiésemos la calefacción para no gastar ya implicaba que en ocasiones el cliente no estuviese tan a gusto porque pasaba frío con el pelo mojado. Intentamos no encender las luces del tocador para no gastar o apagar las máquinas de láser, pero más no podemos hacer, tampoco vamos a dejar de usar secadores".
En este sentido, desde la hostelería local también tiene sus propias limitaciones. "Hay cosas en las que podremos arrimar el hombro, aunque sea con lo poco que tenemos. Yo puedo apagar la tele o servir una bebida con hielo en vez de fría, pero hay cosas en las que no se puede reducir más, no puedo servir una cerveza caliente", manifiesta la dueña del bar de la Urbanización Ciudad Europa de Narón.
Tras el chequeo, los pequeños empresarios nos trasladan su compromiso social por reducir la huella energética siendo además "los primeros interesados en que descienda el precio de la factura". Sin embargo, los últimos tiempos les han obligado a tratar de salir a flote con los pocos recursos de los que disponen, por lo que su margen de maniobra se ve en estos momentos muy condicionado.