Que los hábitos de consumo estos últimos años y más después de la pandemia han cambiado mucho, es un hecho. Estos se han ido inclinando más hacia lo digital. No es ninguna novedad que las personas estén cada vez más familiarizadas con las compras en línea: desde la ropa en las rebajas hasta la compra del día a día en supermercados online…

Nos guste o no, estas tendencias de consumo están afectando cada vez más a los pequeños negocios de toda la vida (y también a aquellos negocios con tienda física que acaban de nacer). Aunque consumir local esté cada vez más de moda, es cierto que, a la hora de la verdad, cuesta salir a buscar fuera aquellos productos que, aparentemente, puedes conseguir a tan solo “un clic de distancia”: la aparente facilidad con la que podemos conseguir todo, nos gana. 

Hemos pasado a consumir allí donde no se dan los buenos días 

Con los teléfonos tenemos en la palma de la mano un catálogo de productos infinitos, y podemos saltar de comprar una cosa a otra en un segundo. La facilidad de encontrar todo lo que se busca en una misma plataforma y que, además, no haya ni que salir de casa para conseguirlo hace que mucha gente se conforme. 

Pero, a pesar de que a priori sean todo ventajas, lo que se está perdiendo es mucho más. Con estos nuevos hábitos de consumo se están dejando de lado muchas otras cosas que no están tan al alcance: desde un trato al cliente con atención personalizada a la banalidad de los buenos días por la mañana, o de disfrutar el ambiente un sábado de mercado. 

Además de que el no comprar a nivel local, o a pequeñas marcas, también puede hacer que pongamos en duda la calidad del producto que estamos comprando, y en qué términos y condiciones. 

Aunque tras la pandemia el gasto mensual de los españoles en negocios locales aumentó un 36%, la amenaza que existe por parte de las grandes empresas y plataformas online no para de crecer. 

La esencia local en las plataformas online 

Una de las claves para no dejar morir nuestros barrios y sus negocios está en saber cómo adaptarse: no es cuestión de aplicar la famosa frase “si no puedes con el enemigo, únete a él” porque no se trata de verlo como un enemigo. 

La clave para rescatar y hacer crecer todavía más el comercio local es saber integrar todo lo que este aporta en el mundo online. ¡Lo mejor de los dos mundos!

Pero, ¿cómo lo integramos? 

Podemos verlo como que las empresas pequeñas no cuentan con los medios necesarios para poder adaptarse al mercado… Pero también podemos poner el foco en que, gracias al tamaño de estas empresas, la toma de decisiones y el cambio de rumbo puede ser mucho más rápido y ágil, así como buscar herramientas al alcance de los más pequeños para conseguirlo. 

A través de las sinergias entre pequeños negocios podemos permitirnos tener los mismos medios que grandes empresas y disfrutar de las ventajas de seguir siendo empresas “pequeñas”. 

Y es que las redes sociales o herramientas como Google pueden favorecer nuestro negocio y aumentarlo como nunca se hubiera imaginado. 

La plataforma de Instagram cuenta con más de 1.500 millones de usuarios activos cada mes. Una plataforma que no es sólo puro entretenimiento, sino que es un buscador como puede ser Google: donde un 45% de los usuarios de internet lo usan para buscar productos o servicios. 

Dentro de Google, los datos son de lo más alentadores. Se ha producido un incremento del 800% en búsquedas como “cerca de mí” “comprar cerca” o “donde comprar”: ¿Por qué no estar en uno de esos resultados? 

Aún mejor: los usuarios no solo buscan, sino que el 72% de los usuarios que realizan esa búsqueda visitan ese establecimiento. 

¿Qué acciones se pueden llevar a cabo como negocios locales? 

La frase “Act local, think global” se puede adaptar perfectamente a nosotros: vamos a pensar de manera global, como pensarían grandes marcas, y vamos a llevarlo a nuestro terreno. 

Es importante recordar que, aunque hablemos del mundo digital, siempre hay una estrategia detrás. No podemos perder el foco, saber cuáles son nuestros objetivos y qué estrategia vamos a seguir. Las redes sociales o el mundo digital son una herramienta para llevar a cabo la estrategia. 

El punto de partida sigue siendo sobre el papel: tener claros nuestros objetivos y establecer una estrategia. Sabiendo los medios qué tenemos, qué rol jugamos, y teniendo siempre claros nuestros puntos fuertes, pero también los débiles. 

A partir de aquí, el mundo digital nos ayuda a amplificar a unos niveles que hace años no podríamos haber imaginado, comparando la inversión/alcance en grandes medios con lo que nos aportan ahora mismo plataformas como Instagram o Tiktok.

A la hora de trabajar en redes sociales, tenemos que tener siempre en cuenta que no podemos perder nuestra esencia y que, siempre, buscamos la coherencia. 

Los seguidores que buscamos, esos potenciales compradores, tienen que querernos por cómo somos. Nada de vender humo, nada de venderse a las últimas tendencias. Vendemos lo que somos, solo que ahora, en vez de detrás de un mostrador, se hace detrás de una pantalla. 

Desde Maresía Comunicación trabajamos siempre con nuestros clientes para mostrar la esencia, el día a día: tratar de mostrar la realidad del producto, del local… ¡como si entrasen por la puerta en cualquier momento! 

Dedicar tiempo a pensar y revisar la estrategia y ver si estamos cumpliendo objetivos es importante. Darse cuenta de si en redes sociales, nuestra web, la publicidad que realizamos sobre nuestro negocio y producto refleja lo que somos, entonces es que lo estamos haciendo bien. 

Dedicar un tiempo a la semana o al mes a la parte de marketing, puede ser tan importante como el tiempo que se puede dedicar a contabilidad. Es necesario, a veces no gusta (y por eso contamos con asesorías, gestorías o agencias de marketing) es importante tener una planificación y una revisión para conseguir ser constantes. 

El cambio hacia lo digital en el pequeño comercio está en nuestra mano 

Y muchas veces tenemos que analizar bien las ventajas que nos ofrecen unas cosas u otras… 

Disfrutar de la ciudad que queremos como queremos (“esto está muerto” es también un resultado de nuestras acciones), que nos asesoren en cuál es el mejor producto para lo que buscamos (con gente que sabe sobre lo que te está hablando), productos más especiales, únicos (desde diseños exclusivos en ropa a fruta o verdura de mayor calidad, de temporada ¡y con sabor!) 

Sabemos que el precio es muchas veces un punto clave de decisión pero, ¿nos hemos parado a comparar?. En este caso “lo barato sale caro” no puede ser más claro. 

Apostemos por lo digital, por mantener nuestra esencia y por seguir llenando de vida las calles de nuestra ciudad.

Las Lauras de Maresía