Las zonas comerciales de A Coruña están hoy llenas de personas que quieren aprovechar las rebajas del Black Friday o, al menos, comprobar si alguna se adecúa a lo que necesita. Muchos ciudadanos han acudido a las tiendas para comprar algo que tenían en mente o para echar un vistazo a las ofertas de esta jornada.

La zona de la plaza de Lugo es una de las favoritas de los coruñeses para realizar las compras en una jornada como esta, en la que además acompaña el buen tiempo. La entrada y salida de clientes de los comercios era continua, aunque la mayor parte lo hacía con pequeñas bolsas o sin nada.

"Online sí que pecamos, yo pequé, pero aquí no teníamos pensado venir", explica Andrea, que acudió a la zona de la plaza de Lugo con Azucena. Esta última indica, además, que no han aprovechado estos descuentos para comprar los regalos de Navidad.

Quien sí ha aprovechado para adquirir regalos ha sido Marina: "El cumpleaños de mi madre es mañana, y el de mi prima, y he aprovechado para comprar los regalos… aunque lo que compré no tenía descuento por el Black Friday".

"Por mi cumpleaños, el mes pasado, me regalaron un chándal y tuve que cambiarlo. Este sí que tenía descuento y aproveché para sacar un dinerillo", añade Marina, que apunta: "No soy muy fan del Black Friday, hay mucha gente. Cuanto más pueda evitarlo mejor".

Ninguna de ellas tenía en mente comprar algo este Black Friday, algo que sí había pensado Cristina, que acudió a tiro fijo. "Lo tenía fichado. En tienda me compré unas botas y online una chaqueta y una cazadora", explica la joven, que confiesa que viene todos los años pero no suele comprar mucho en estas fechas.

Los descuentos continúan a lo largo del día de hoy en numerosos comercios de la ciudad herculina, algunos de los cuales los mantendrán hasta finales de mes. Permanecen cerradas las tiendas de Arenal, cuyas trabajadoras han convocado huelga para exigir la equiparación de sus salarios al convenio del comercio minorista de la provincia.

Algunos comercios locales explicaban a Quincemil esta semana que se suman al Black Friday por "obligación". Los pequeños negocios hacen malabares para intentar competir contra las grandes superficies, que son las principales beneficiarias de la campaña.