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Los comerciantes de San Andrés, en A Coruña, esperan con ansias la reapertura al tráfico
- Indican que la calle ha quedado "más bonita" y "el paseo es más cómodo", pero son cautos a la hora de valorar si el cambio de modelo también beneficiará a las ventas
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San Andrés luce una cara muy distinta desde hace varias semanas. Las aceras han doblado su tamaño y los peatones pasean despreocupados por la calzada. Las obras avanzan a buen ritmo y todo parece indicar que las máquinas abandonarán la zona en febrero. Mientras tanto, los comerciantes esperan con ansias el momento en el que los obreros digan adiós y los coches comiencen a circular de nuevo por la calle. Será a partir de ese momento cuando los negocios comiencen a valorar si la remodelación ha sido un acierto o un error.
El nuevo bulevar no está terminado. Con todo, los comerciantes ya se hacen una idea de cómo quedará la vía cuando se retiren todas las vallas y hormigoneras. Lorena, dependienta de Planeta Paraíso, cree que "la calle quedó infinitamente mejor que antes" y "va a tener más vida" porque "el paseo es más cómodo", pero tiene dudas sobre si el cambio urbanístico también se notará en el número de ventas.
Emma, de La Zapatillería, también cree que la calle será más atractiva para el peatón. Pero está convencida de que cuando la gente sale a pasear, no compra. "La calle ya estuvo peatonal sábados y domingos, y nosotros cerrábamos igual porque no compensaba abrir", explica.
La falta de aparcamiento, principal preocupación de los comerciantes
Fran, que regenta el estanco del número 142 de San Andrés, añade a las apreciaciones de sus vecinas que "a xente pasea cando quenta o sol, non cando chove". Por ello, para él es de vital importancia que los coches vuelvan a San Andrés.
En el nuevo San Andrés habrá dos carriles de circulación: uno por cada sentido. Por ellos transitarán autobuses, taxis y también vehículos de particulares. El principal cambio será, por lo tanto, que ya no habrá plazas de aparcamiento ni posibilidad de estacionar en doble fila.
Los cambios vinculados al tráfico son los que más preocupan a los comerciantes. Especialmente a aquellos que trabajan con mercancías voluminosas. "A veces el cliente quiere llegar a la puerta y cargar cuatro sillas, eso ahora no va a poder ser. A partir de ahora será bastante más complicado", apunta una empleada de un negocio próximo a la Iglesia Castrense que prefiere mantenerse en el anonimato.
Radiografía de las Navidades: más peatones y un repunte en las ventas
Por lo pronto, los comercios Planeta Paraíso, La Zapatillería y Estanco San Andrés han notado un ligero repunte de las ventas en las últimas semanas. Sin embargo, son cautos a la hora de relacionar dicho aumento con la reapertura de la calle a los peatones. Lorena cree que simplemente "pasamos de cero a algo" y que "no es suficiente" para recuperar todo el daño del 2024. La clave, asegura, estará en la reapertura al tráfico, la carga y descarga y, sobre todo, en que "tenemos que cambiar el chip".
Desde Estanco San Andrés, también reconocen que en las últimas semanas se ha visto a más gente por la calle y han crecido ligeramente las ventas. Sin embargo, las cifras están muy lejos de alcanzar las de antes de las obras. En el último año han perdido buena parte de su facturación. En su caso lo vinculan a que antes "mucha gente paraba en doble fila dos minutos y compraba tabaco". Algo que, hoy día, es imposible.
En La Zapatillería, por ejemplo, han tenido una muy buena campaña de Navidad, pero creen que se debe a que las zapatillas son un artículo que triunfa en todas las casas. Por el momento no se aventuran a valorar las obras y, aunque reconocen que la calle "se ve más bonita", sostienen que "mientras no se abra al tráfico es muy difícil valorar el impacto de las obras en las ventas".