Tania Pardo es la Founder & Creative Director de Jimenas, o lo que es lo mismo, la mujer que está detrás de la marca de calzado y accesorios que está arrasando en el mundo de la moda y en las redes. La diseñadora triunfa con sus cuidados productos que apuestan por la sostenibilidad, el "made in Spain" y el "slow fashion". Aunque vive en Valencia es gallega por los cuatro costados y puede que eso también tenga algo que ver en el éxito de este proyecto que apuesta por el diseño y la artesanía local
El mundo de la moda está revolucionado con Jimenas pero ¿De qué se trata exactamente?
Jimenas es una marca de calzados y accesorios orientado a un público femenino, aunque ahora estamos trabajando en tener un producto en concreto que no tenga género, unisex. Se trata de una marca que produce todo en España, con un proyecto muy sentado en las bases de la artesanía, la calidad y los productos que deben durar muchos años, es decir, que tiene la filosofía de cambiar el chip y volver un poco a lo de antes. En los armarios de nuestras madres y abuelas había mucho menos y ahora tenemos armarios de 500 prendas. No es sostenible ni responsable y al final perdemos nuestra identidad.
Ahora triunfas con tu proyecto personal pero has trabajado para importantes firmas como el grupo Cortefiel, Hoss Intropia…
Desde que estaba en primero de carrera (Tania estudió Diseño de Moda en la ESNE) hacía prácticas tanto curriculares como voluntarias. Yo me buscaba la vida para tener cuantas más mejor, así fui sumando muchas experiencias. Al salir de la carrera ya empecé a trabajar y me metí de lleno en el mundo del diseño de moda. Comencé en una marca de joyas muy artesanal, con mucho contacto con los clientes, un proyecto donde todo estaba muy cuidado, muy hecho a medida. Más tarde entré en el grupo Cortefiel en, Hoss Intropia y fue una etapa muy feliz en la que hacíamos cosas muy chulas. Cuando esa época acabó, hice varias entrevistas de trabajo y me planteé que quería hacer y decidí lanzarme, ahí nació Jimenas.
Tienes solo 30 años pero llevas más una década conociendo el mundo del diseño de moda, trabajando para diferentes marcas y has dado el paso de crear tu proyecto propio ¿cómo es eso de emprender?
Emprender fue una odisea, de lo que te dicen a lo que es hay un mundo, es complicado. Registré la marca en octubre de 2019 y en noviembre ya estaba en marcha. Pero en pleno proceso de prototipado, llegó la pandemia. Fue un shock, te ves con 28 años, decides emprender y te encuentras que si ya es difícil, imagínate en medio de una situación como la que vivimos con la pandemia por medio.
A mayores es que yo desarrollo todo en mis productos y por tanto, esto requiere mucho esfuerzo por mi parte. Emprender para mi es como ir en una montaña rusa, cuando vas en la atracción vas mas tiempo en caída libre que en calma, pues es así tal cual. Cada día es diferente, tienes que celebrar muchísimo lo bueno que te pase para luego, para los periodos de incertidumbre, para compensar lo malo. Tener cabeza fría y trabajar muchísimos. Se acaban los fines de semana y son muchas horas dedicadas a tu empresa pero al final compensa porque es tu proyecto. Yo volvería a empezar sin lugar a dudas. Hay días malísimos complicados de gestionar pero a mi personalmente me compensa y animaré siempre a todo aquel que tenga ganas y esté dispuesto a esforzarse.
Una de las señas de identidad de sus productos es que están sumamente cuidados desde el origen ya que está producidos en España, pero no debe ser fácil apostar por ello…
Efectivamente, producir en España cada vez es más difícil. Es complicado porque a medida que pasa el tiempo hay menos artesanos y para los pocos que hay es demasiado riesgo invertir horas en una marca nueva, un proyecto que arranca. Para mí es sumamente importante saber de dónde viene la piel, quién me ha construido la hebilla, de dónde viene la suela de la sandalia… Por desgracia en España es muy complicado fabricar pero yo sigo batallando y lo seguiré haciendo porque creo firmemente en ello.
Jimenas siempre va a ser especial, atemporal y una marca que no sigue las tendencias al 100%, ese no es su fin. Mi objetivo es un producto de calidad, que haga que no consumas productos constantemente, compres algo que te pondrías mañana y dentro de 5 años, con un diseño potente, hecho en España y de gran calidad.
Ahora mismo Jimenas es la marca de la que todo el mundo habla, sale en las revistas de moda más importantes de este país, tus productos tienen lista de espera… ¿Hacia dónde encaras el futuro de este proyecto?
El objetivo futuro de corto plazo de Jimenas pasa por la internalización. En breve vamos a entrar en tiendas multimarca de la mano de personas en las que confío ciegamente en España, Andorra y Portugal. Son pasos grandes y quiero ir paso a paso. Después de esto, tengo en mente Europa y ya veremos, pero poco a poco.
Tenemos las redes muy presentes en nuestro día a día pero a la hora de emprender ¿Son tan necesarias para tener éxito y darse a conocer?
En mi caso las redes parten de mi propio ingenio, no hay más, yo no soy experta en redes, soy diseñadora de moda, pero estoy feliz de la vida por donde vamos llegando y sobre todo por la comunidad tan sana y tan preparada que tengo, nunca me lo habría imaginado. Disfruto muchísimo charlando con las seguidoras, de verdad.
Yo soy muy de hacer acciones que me acerquen a mis seguidoras como por ejemplo, la que hicimos por el día de la madre, les pregunté por frases que escuchasen de boca de sus madres y regalé una lámina con los pedidos.
Me gusta tomar nota de todo, incluso de cosas que te dicen que igual ellos harían de otra forma, todo es positivo, todo suma.
Y aunque no soy mucho de sorteos sí que hemos hecho el de la cesta, que ha sido todo un éxito con más de 3.000 comentarios para participar y ahora con otro de looks. La verdad que lo más bonito de esto es ver que hay personas interesadas en formar parte de tu proyecto, que aprecian los valores de los productos que ofreces.
Cuando hablas tu acento te delata…
Yo me defino como gallega, aunque nací en Ginebra. Mis padres nacieron ambos en la misma zona, se conocieron en un verbena y por trabajo se fueron a Suiza. Nos volvimos por la morriña que tenía mi madre de Galicia y en realidad esa decisión nos hizo muy felices a todos. Yo intento organizarme para ir de visita todo lo que puedo, aunque ahora que vivo en Valencia es algo más complicado, pero siempre estoy conectada y voy cada vez que tengo oportunidad.
Toda mi vida se habló gallego en mi familia. Mis abuelos viven en Teixeiro, mis padres en Sigüeiro y a mi me hace feliz ir siempre que puedo, volver a verlos, es mi casa. Tengo mucho acento e incluso habiéndome casado con un madrileño, no se me va. Soy galego falante y estoy muy, muy orgullosa.