La única urna en el mundo de la que nace un árbol a partir de las cenizas de un ser querido se comercializa en Galicia y la responsable de ello es la funeral planner gallega, Cristina Borrazás. Este elemento funerario innovador es fruto de años de investigación de los profesionales de la empresa mallorquina Semper Vivens (y validado por psicólogos y especialistas del duelo), que han conseguido hacer posible que las cremaciones se transformen en liberación de oxígeno y eliminación de CO2.
La "nueva vida" generada a través de esta rompedora iniciativa se simboliza a través de la catalpa, un árbol propio de Norteamérica, las Antillas y el Asia Oriental y que con esta urna puede permanecer indefinidamente dentro de una casa, una oficina u otra zona de trabajo, además de poder ser trasplantado al exterior. La intención principal de la empresa es "tener un impacto positivo y generar riqueza ecológica", además de responder a la función de acompañamiento terapéutico tras el duelo.
La gallega se hizo responsable de la venta de estas urnas en la comunidad debido a vivencias personales y bloqueos sufridos por el fallecimiento de sus padres, a raíz de lo que "sintió la necesidad de acoger el corazón de las familias que han de despedir a un ser querido". "Cuando lo único tangible que les queda son las cenizas de su ser querido encuentran en este hermosísimo proyecto la mejor forma de conservarlas: dando vida a una nueva vida", explica.
Todo ello en un contexto en el que según datos de la Asociación Internacional de Cremación (IAC), solo en 2022 el porcentaje de cremaciones superó el 60% a nivel mundial. De hecho, en países como Japón, la tasa de cremación se acerca al 100%, y en muchos otros supera el 80%, como Singapur y Suiza, lo que se traduce en millones de cremaciones anualmente en todo el mundo.
Hojas en forma de corazón y atención postmortem
Borrazás es responsable a su vez de Mi Legado Emocional, una iniciativa a través de la que ayuda a planificar el final de la vida a todas aquellas personas que no se sienten identificadas con las ceremonias y servicios funerarios tradicionales. "Atiendo a las familias postmortem y es ahí dónde encuentro a las personas a las que Semper Vivens les aporta la solución que estaban necesitando: saber que lo mejor para el descanso de las cenizas de sus seres queridos es verlos reflejados en una nueva vida a la que cuidar y abrazar", cuenta.
Todo ello está íntimamente relacionado con las exclusivas urnas de Semper Vivens. Sobre ellas, concreta que "el hecho de que un árbol verdaderamente se alimente y nazca de las cenizas de quien tanto sigues amando es una de las formas más sanadoras de afrontar su pérdida". "Cuidar a un árbol al que podrás abrazar si decides plantarlo en el exterior o verlo crecer en tu salón, todos sabemos que muchas personas les hablan a sus plantas y cualquier sentimiento podrá ser expresado y sanado", afirma.
Paralelamente, las hojas de la catalpa que crece de las cenizas tienen forma de corazón, algo que añade incluso más emotividad al proyecto. En esta línea, la funeral planner natural de Carballo (A Coruña), argumenta que en el sector funerario las cosas han cambiado porque "hace 50 años se buscaba un envase para el cuerpo, es decir, un ataúd que en ocasiones era elegido de forma que representase el estatus al que se pertenecía".
Continúa afirmando que "a partir de los años 90 surge una mayor preocupación por el cuidado del medioambiente y coincidiendo con el aumento de las incineraciones comenzaron a demandarse diferentes modelos de urnas, incluso biodegradables, como envase para las cenizas crematorias". Sin embargo, confirma que "la sociedad actual es mucho más madura y muestra incluso una mayor preocupación en ser lo más coherente posible con su nuevo sentir, más conectado que nunca con la naturaleza y una espiritualidad profunda".
Calendario de riego personalizado y diseño de un ceramista
La urna de Semper Vivens garantizan que al menos una planta germinará (de un máximo de tres plantas), y crecerá con la ayuda de los nutrientes que aportan las cenizas. Se considera, según la gallega, como "un último gesto de generosidad", dado que generará oxígeno y eliminará CO2 de la atmósfera durante siglos.
La pieza central del producto es un recipiente de porcelana, totalmente equipado para introducir las cenizas y ponerlo en marcha con unos sencillos pasos. La vasija está diseñada por el reconocido ceramista mallorquín Joan Pere Català Roig, que "crea formas para reflejar la eternidad". Durante los años de pruebas, se seleccionó la catalpa tras probar con docenas de especies de plantas y de utilizar más de 100.000 semillas.
Uno de los aspectos más llamativos de la urna es la digitalización, lo que conlleva un calendario de riegos personalizado. Esto supone que las familias pueden marcar los riegos en determinados días a través de la web de Semper Vivens una vez realizada la compra. El sistema brinda indicaciones claras de qué día exacto corresponde realizar cada riego, de modo que la catalpa pueda nacer fácilmente y que a la familia le sea sencillo de gestionar (no son necesarios conocimientos previos de jardinería).