Complejo medioambiental de Cerceda.

Complejo medioambiental de Cerceda. Sogama

Energía

Sogama, tres décadas dedicados a la gestión sostenible de residuos municipales en Galicia

La Sociedade Galega do Medio Ambiente nació en 1992 para poner fin a la lacra de los vertederos municipales y a los vertidos ilegales. En la actualidad da servicio al 94% de los ayuntamientos gallegos a través de un sistema de gestión eficiente con el que logra transformar residuos en recursos

27 octubre, 2022 06:00

Abril de 1992 es una fecha marcada en el calendario de Galicia; y es que la gestión de los residuos urbanos se vio transformada en su integridad con la creación de Sogama. Con el objetivo de poner fin a la lacra de los más de 300 vertederos municipales dispersos por Galicia que no cumplían las mínimas condiciones de seguridad y control, así como los más de 3.000 focos de vertido ilegal, nació esta empresa pública participada en el 51% por la Xunta y en el 49% por Unión Fenosa -hoy Naturgy-.

De un sistema basado principalmente en los vertederos, se pasó a una gestión eficiente de los residuos municipales. Con este reto, la Sociedad inició un largo camino, que no resultó fácil, hasta posicionarse hoy como la planta de sus características más moderna y eficiente de Europa, constituyendo el espejo en el que se miran distintas comunidades españolas y un buen número de países, tanto europeos como de otros continentes.

El modelo Sogama, avalado en su momento por la Unión Europea mediante la concesión de 72 millones de euros procedentes del Fondo de Cohesión, y ratificado años después por una auditoría, externa e independiente, encargada por la Comisión Europea, se subió al pódium de los mejores sistemas de gestión de residuos urbanos. Así lo argumentaba precisamente la UE en su informe ex post, valorando en buena medida una serie de logros tales como la contribución de la compañía al cierre y sellado de los
vertederos incontrolados (la peor de las opciones en la gestión jerarquizada de residuos dado su negativo impacto para el medio ambiente y la salud pública); la producción, a partir de los residuos no reciclables, de electricidad limpia, un bien de gran valor que hoy se ve acrecentado en el actual escenario de crisis energética derivado de la guerra de Ucrania; la generación de riqueza y empleo de calidad mediante la creación de 1.000 puestos de trabajo (entre directos e indirectos); y su gran aportación a la educación y formación ambiental de la población.

Actualmente, la Sociedade Galega do Medio Ambiente da servicio a 295 ayuntamientos (el 94% del total) a través de un sistema que prioriza la aplicación del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y que complementa con la recuperación energética de la parte no reciclable.

Su actividad se centra en tres fracciones de residuos: bolsa amarilla recogida a través del contenedor del mismo color (envases de plástico, latas y briks), que separa por tipologías para su remisión a los centros
recicladores; bolsa marrón (materia orgánica), recogida mediante el contenedor marrón (en proceso de implantación en Galicia) para su conversión en compost de calidad; y bolsa negra (fracción resto), recogida a través del contenedor convencional y de la que consigue seleccionar los residuos susceptibles de ser reciclados gracias a la operativa de una planta dotada con tecnología 4.0, remitiéndolos a la industria transformadora.

Transformar los residuos en recursos

Sogama va más allá del simple reciclaje, y es que lo complementa llevando a cabo la recuperación energética de los residuos no reciclables a tratar. Así, a partir de esta fracción, la empresa acondiciona un combustible CDR que alimenta una planta termoeléctrica de 50 MWh para la producción de energía eléctrica. De hecho, la energía producida en Sogama equivale al consumo del 12% de los hogares gallegos.

De esta forma, y tomando como referencia el año 2008, la cantidad de residuos que la compañía deposita en vertedero se ha visto reducida en un 98%, quedando únicamente relegado el vertido para aquellos desechos que, por sus características, no se pueden reciclar ni tampoco valorizar energéticamente.

No obstante, y más allá de su cometido industrial, Sogama se concibe también como un referente en la movilidad sostenible, toda vez que ha impulsado el uso del ferrocarril como medio preferente para el transporte de residuos, pasando del 25% en 2016 a más del 55% en la actualidad, con picos en los que consigue llegar al 57%.

Objetivo prioritario: más reciclaje

Todavía queda camino por recorrer. Todavía quedan retos en el sector del reciclaje. Y ahí estará Sogama para jugar un papel decisivo.

De acuerdo con los objetivos de reciclaje establecidos por la Unión Europea (55% en 2025), la recuperación de la materia orgánica constituye una prioridad de cara a la consecución de los mismos. Si bien la implantación de la recogida diferenciada de la misma a través del contenedor marrón, junto con su posterior tratamiento, compete legalmente a los ayuntamientos, la Xunta no ha querido dejarlos solos ante este reto y ha diseñado una red de infraestructuras que estará conformada por cuatro plantas de biorresiduos (una por provincia): Cerceda (A Coruña), ya en funcionamiento; Cervo (Lugo), en construcción, previendo que esté culminada en diciembre de este año; Vilanova de Arousa (Pontevedra); y Verín (Ourense).

Estas instalaciones anteriores estarán apoyadas a su vez por 13 plantas de transferencia a las que se dotará de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica, que posteriormente será transportada hasta la planta de biorresiduos más cercana, donde se producirá compost a partir de la misma.

El presidente de Sogama, Javier Dominguez Lino 

El presidente de Sogama, Javier Dominguez Lino 

Esta red industrial de compostaje vendrá a complementar el programa de compostaje doméstico que Sogama lidera desde hace años en nuestra comunidad y al que están adheridas 439 entidades (224 ayuntamientos, 186 centros educativos y 29 colectivos sociales), habiendo distribuido entre las
mismas, y de forma gratuita, más de 19.500 compostadores, además de aportar los medios didácticos necesarios y formar a los participantes.

Tras 30 años de trabajo y esfuerzo, podemos asegurar que Sogama constituye todo un ejemplo de economía circular. Su labor de transformación de residuos en recursos así lo acredita.