La bombona de butano subirá desde mañana martes. El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge este lunes una resolución en la que se establece que el precio de venta al público aumente un 5%, el máximo permitido en la normativa.

Este incremento es el segundo repunte del precio tras seis bimestres consecutivos de bajada. La bombona de butano pasará a costar, desde este 16 de enero, 15,89 euros por unidad.

Esta revisión bimestral se calcula según el coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales. El coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro dólar también son factores que influyen.

La revisión del precio, en todo caso, está limitada al 5% tanto en el caso del alza como de la baja, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones.

¿Por qué sube el precio de la bombona de butano?

El incremento de esta última revisión se debe al aumento del coste de los fletes (+4%) y a la elevada cotización de las materias primas, pese a que su precio ha disminuido (-3,1%), así como a la apreciación que el euro ha vivido frente al dólar (+2,2%) en los dos últimos meses. Así lo indicaron fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a Europa Press.

El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilogramos -la tradicional bombona de butano- no se encuentra liberalizado. El coste de las bombonas se revisa bimestralmente el tercer martes del mes, por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.

El Real Decreto-Ley 11/2022, de 25 de junio, limitó el precio máximo de la bombona de butano entre 8 y 20 kilogramos a 19,55 euros, medida que el Real Decreto-ley 8/2023 prorrogó el pasado mes de diciembre hasta el 30 de junio de 2024. Este precio máximo se alcanzó por última vez en la revisión del 19 de septiembre de 2022.

El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.

Anualmente se consumen 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades. Este tipo de combustible, sin embargo, se usa cada vez menos: desde 2010 hasta 2021, el consumo total de GLP envasado ha descendido más de un 25%.